Cambio social a partir del movimiento estudiantil.
Enviado por John0099 • 26 de Abril de 2018 • 1.448 Palabras (6 Páginas) • 513 Visitas
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La libertad de uno llega hasta llega hasta donde comienza la de los demás, el contrato de Locke es perfecto para entender el individualismo ya que “las normas indispensables deben ser las que favorezcan la libertad de emprender, como también las que impidan que los proyectos individuales se entorpezcan entre sí” (Sin Autor, 2004). Ya no nos importó el de al lado ya que era el rival a vencer, si él tenía un auto yo tenía que tener una auto mejor, si tenía una casa la mía debía ser de dos pisos y la educación no escapo a este fenómeno. Si yo no podía ingresar a la universidad podría estudiar en una que no me pidiera tanto requisitos, solo necesitaba el número de cedula de identidad y comprobar que podía pagar y si no podía pagarla me podían realizar un crédito. Lo importante era la meta no el camino a recorrer. Poco a poco las generaciones nos fuimos acostumbrando a este sistema pero también poco a poco comenzaron a aparecer voces discordantes que fueron acalladas rápidamente ya que eran pequeñas manchas en un sistema que tenía a chile en lo más alto como modelo económico en américa latina. Cualquier voz o idea diferente era un peligro y a la vez un marginal, un antisistema, un hippie o un rojito.
Así es como que tuvieron que pasar varias generaciones para que las voluntades se agruparan en una voz. Un puro entendimiento, una voluntad general que no podía confundirse con las voluntades egoístas de algunos privados o particulares. Para sorpresa de muchos este movimiento vino desde los más pequeños, no refiriéndose en términos económicos sino a edad, los alumnos secundarios fueron los que se comenzaron a movilizar, y no es que antes no lo hubieran hecho antes otras generaciones, pero esta vez era diferente ya que existía un puro entendimiento entre ellos que los llevaba a actuar independientemente del estrato social o los niveles económicos. No importo que algunos perdieran clases hasta perder el año, no importo tomarse los colegios, no importo no contar con el apoyo de la ciudadanía (en un principio) ya que su forma de protestar rompía con el sistema y por los tanto salpicaba a otros que no tenían nada que ver con la educación (si se puede decir algo así). Rousseau explica por qué secundarios también podían dar la pelea y su voz podía ser escuchada “entro en materia sin demostrarla importancia del asunto. Se me preguntara si soy príncipe o legislador para escribir sobre política. Yo contesto que no, y que por eso mismo es por lo que escribo de política. Si fuese príncipe o legislador, perdería el tiempo en decir lo que es preciso hacer, sino lo haría o me callaría” (Rousseau, J., & Castellón, E. L., 2003). El movimiento estudiantil no solo apunto a la educación sino que puso en la palestra al lucro ya que la rentabilidad de las empresas paso a ser el abuso de las empresas (llámese también instituciones privadas y públicas de educación) quienes vieron como su rentabilidad desmesurada era mal mirada por el resto de la sociedad. El lucro fue su estigma y fueron los estudiantes quienes los marcaron.
La gracias de este movimiento en particular fue la manera de ponerse de acuerdo en su petición “educación gratuita y de calidad” la voluntad de todos se hizo escuchar ya que “la voluntad de todos es una cuestión empírica de suma de voluntades particulares que se mueven en la misma dirección” (Rousseau, J., & Castellón, E. L., 2003) La petición fue transversal y longitudinal llevando esta consigna a las más altas esferas y despertando a una ciudadanía que poco a poco comenzó apoyar a los secundarios y llevo esta indignación a otras problemáticas sociales (como las pensiones). Como sociedad pusimos la mirada en el lucro y en quienes lucran y ahora la misma sociedad mira con desprecio a quienes realizan esta acción donde antiguamente era premiada con el éxito y la capitalización, si esto no fue un cambio en nuestra sociedad y un giro en nuestra forma de observar las cosas el movimiento estudiantil habrá fracasado. Nosotros somos el poder y podemos cambiar la situación.
Cita
Rousseau, J., & Castellón, E. L. (2003). Contrato Social. Madrid: Biblioteca Nueva.
Sin Autor. (2004). La vida asociativa como reivindicación de la ciudadanía. Venezuela: Documento disponible en la web.
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