Cultura y saberes andinos
Enviado por Christopher • 28 de Junio de 2018 • 4.042 Palabras (17 Páginas) • 313 Visitas
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y peculiaridad respecto a otras culturas. A pesar de estos intercambios
culturales, lo "indio", en palabras de Zavaleta Mercado, es la "otredad" de lo
dominante en Bolivia, ahí radica la importancia de clarificar su singularidad.
Cuarto, la cultura andina ha dejado de ser exclusivamente campesina, su presencia
urbana es notable. Pero, gran parte de los referentes que se cuenta para comprender
la cosmovisión andina provienen de la vida campesina. Como dice Zavaleta Mercado,
la resistencia andina y su cierta impenetrabilidad es más evidente en la agricultura,
donde ha demostrado grandes fortalezas. Por ello, trataré de explicar la cosmovisión
andina tomando en cuenta lo urbano como re-creación de sus orígenes campesinos,
pero reconociendo que el énfasis central es campesino.
Veamos las características centrales, desde mi interpretación, de la cosmovisión
andina:
a. Es un mudo vivo, abierto a lo inesperado. En la cosmovisión andina todo
esta vivo: los humanos, las estrellas, los cerros, las piedras, los ríos, las plantas, la
tierra,... Todos tienen nombre, en una sola comunidad se puede encontrar, por
ejemplo, 14 nombres de vientos y cada uno tiene una "forma de ser" diferente. Van
Kessel cuenta, por ejemplo, que en varias zonas de la sierra sur peruana y la norte
chilena, los granizos, heladas y vientos son conocidos como personas con diferentes
nombres según la comunidad. Además, por ser personas2 vivas, todos tienen sexo,
2 El término persona es utilizado, en la presente tesis, para referirse a que todo
en el mundo andino es vivo (siente, habla, come, escucha, tiene carácter, etc.), animado
y es considerado como semejante (en tanto es otra persona aunque no sea humana).
hay piedras macho y hembra, hay vientos macho y hembra, hay lluvias macho y
hembra, etc.
Todo es vivo y, por tanto, todo tiene que alimentarse. Incluso la enfermedad o el
granizo (vistos por otros como tragedias), al ser percibidos como personas, también
tienen que comer. Es conocido que los andinos no tratan de aniquilar la enfermedad,
sino que la alimentan y la "despachan" para que se vaya a otro lado. Los rituales de
limpia en los que se cambia el cuerpo del enfermo por el de un conejo, una gallina o
un cuy, nos muestran claramente que hasta la enfermedad es viva y tiene que ser
alimentada como tal.
Una continuidad de esta característica puede ser observada en el carácter
"cachivachero" del mundo andino. En las ciudades, la gente de procedencia andina
tiende a guardarse todo y le cuesta desprenderse de cualquier "basura". En las ch’allas
se adornan los autos, las casas, las cosas nuevas del hogar, para que se sientan bien y
no se arruinen o destrocen. Hay una suerte de relación afectiva con las cosas que se
tiene, no hay sentido de desperdicio. Muchos explican esta actitud como un criterio de
austeridad propio de la pobreza, pero más bien se demuestra que el andino es abierto
a dar, lo que lleva a que mucha gente les critique porque dicen que no tienen para
comer, pero sí para gastar en fiestas. Es decir, la austeridad no es su forma de vida,
tampoco el derroche, sino el respeto a todas las formas de vida y la redistribución.
En un mundo vivo, la muerte no es cesación de la vida, sino una otra manera de vivir.
Por ello los muertos nos visitan permanentemente en los sueños, en los cruces de
camino, en las fiestas de Todos Santos (alma punchay o alma uru). En los rituales de
recuerdo del año de fallecimiento, se hace que la familia doliente exprese su dolor por
la pérdida pero, al mismo tiempo, que se alegre y haga fiesta para que el alma se vaya
y no se lleve otra gente. En Todos Santos se come, se bebe, se baila sobre las tumbas
de los difuntos, porque ese día ellos nos visitan. "El culto de la muerte significa para el
aymara la celebración de la vida nueva que surge de la muerte"3
3 Van Kessel, Juan, "Holocausto al progreso. Los aymarás de Tarapacá", hisbol,
"Un mundo así es necesariamente misterioso, impredicible y hasta caprichoso. Por
eso es que la cultura andina trata con familiaridad y soltura a lo inesperado, a lo
insólito, a lo contradictorio, sin repugnancia ni inhibición alguna"4.
b. Todo es naturaleza y colectividad, no hay jerarquía de dominación. Al
ser todo persona, no se produce un distanciamiento entre humano y naturaleza. No
hay una jerarquía que implique dominación o posesión de alguna especie sobre otra.
Podemos observar, por ejemplo, esto en los rituales al agua para la limpia de canales:
en la zona de Calcha en Potosí se realizan estos rituales los primeros días de agosto,
donde el agua es homenajeada como una persona a la que se le pide favores, no como
a alguien a quien se
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