Guía para una vida saludable

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Wu, a pesar de sus años, realizaba a la perfección todos los trabajos que le encomendaban; pero Ah Tcha le pagaba solo una pequeña cantidad de dinero: decía que se trataba de una anciana. Un día, Ah Tcha pretendió que la anciana Nu Wu aumentara el rendimiento en su trabajo, sin incrementarle para nada su salario.

—Vas a ser castigado, Ah Tcha —dijo misteriosamente la anciana.

Y así fue. Ah Tcha se volvió dormilón. Cada día se levantaba más tarde y se acostaba más temprano. Al cabo de algún tiempo pasaba la mayor parte de su vida durmiendo. Los negocios de nuestro amigo empezaron a andar mal. Sus molinos no tenían grano para moler y en sus campos no se producía nada. Sus vecinos le empezaron a seguir juicios y terminaron apoderándose de casi todos sus bienes. Ah Tcha ni siquiera podía defenderse; casi nunca estaba despierto.

Un día, un poderoso dragón bajó desde las montañas y empezó a perseguir a los habitantes de esa región de China. Todos corrieron a esconderse a lugares seguros, menos Nu Wu que se encontraba trabajando en el campo. La anciana corrió hasta la casa de Ah Tcha y golpeó la puerta con todas sus fuerzas.

—¡Ah Tcha, abre, abre! Me persigue el dragón.

Pero Ah Tcha dormía. Solo al cabo de un rato abrió la puerta casi sin despertar.

—Ah Tcha, despierta —le decía la anciana Nu Wu—.Tenemos que escondernos del dragón.

Pero Ah Tcha no despertaba. Entonces Nu Wu sacó unas hojas de un cesto que llevaba.

Calentó agua y echó las hojas adentro. Luego hizo que Ah Tcha se tomara la infusión.

Apenas hubo tomado el líquido caliente, los ojos de Ah Tcha se abrieron. Estaba completamente despierto. Se dio cuenta del riesgo y ayudó a esconderse a la anciana Nu Wu y ambos se salvaron del peligro del dragón. Al cabo de un rato, Ah Tcha volvió a sentir mucho sueño.

—Dame esa bebida tuya —le dijo a Nu Wu—. Con ella se me quita el sueño.

Nu Wu le entregó la planta maravillosa. Ah Tcha le preguntó cómo se cultivaba y Nu Wu se lo dijo.

Gracias a la ayuda de la bebida preparada con las hojas de la planta, Ah Tcha volvió a poder mantenerse despierto. Recuperó sus tierras y sus molinos y se preocupó de pagar justamente el trabajo de sus trabajadores, especialmente el de la anciana Nu Wu.

Poco a poco la gente empezó a darse cuenta de que, con la bebida caliente que Ah Tcha tomaba varias veces al día, el joven se mantenía despierto y alerta. Mucha gente empezó a pedirle esa bebida maravillosa. Ah Tcha dedicó sus campos al cultivo de la planta que le daba hojas para su bebida.

Pronto su cultivo se extendió por toda China y muchas personas empezaron a beber diariamente la infusión de la planta de Tcha, o de hojas de té, como decimos en español.

Felipe Alliende, Mabel Condemarín, Mariana Chadwick y Neva Milicic.

Fuente: Antología literaria. Santiago: Alfaguara infantil.

1. ¿Cuál de estos elementos hace que este relato se identifique como una leyenda?

A. La presencia de un dragón.

B. La maldición provocada por el egoísmo inicial de Ah Tcha.

C. Las características de la anciana Nu Wu como personaje sabio y poderoso.

D. El desarrollarse en China y explicar el origen de la bebida que hoy conocemos como té.

2. ¿Por qué el relato que acabas de leer no corresponde a un mito?

A. Porque no aparecen elementos sobrenaturales.

B. Porque los hechos que relata en realidad no ocurrieron.

C. Porque no se explica cómo la infusión del té se hizo popular.

D. Porque no da respuesta a preguntas fundamentales del ser humano.

3. ¿Cuál de los siguientes acontecimientos relatados por la leyenda corresponde a un elemento de la realidad?

A. El origen chino de la infusión de té.

B. La existencia de los dragones en China.

C. La primera infusión de té hecha por Nu Wu. (E)

D. El sueño de Ah Tcha como castigo por su injusticia y egoísmo.

4. ¿Cuál de los siguientes elementos presentes en la leyenda pertenece indudablemente a la ficción y no podría ser incluido en un relato histórico?

A. El surgimiento de las plantaciones de té en China.

B. La aparición de un dragón en la comunidad de Nu Wu y Ah Tcha.

C. El bajo salario recibido por los trabajadores de granjas y molinos en China.

D. El uso del té como una bebida que ayuda a las personas a mantenerse despiertas.

5. El narrador que cuenta esta leyenda es:

A. el autor que la escribió.

B. una voz ficticia que se sitúa fuera del relato.

C. una persona real que relata acontecimientos ficticios.

D. un personaje ficticio que participa de los acontecimientos narrados.

6. En la leyenda, el narrador señala que “al cabo de un rato, Ah Tcha volvió a sentir mucho sueño”. Esta afirmación nos revela que se trata de un narrador:

A. testigo.

B. objetivo.

C. omnisciente.

D. protagonista.

7. En “La leyenda del té” conocemos los hechos:

A. solo a través de la voz del narrador que los relata utilizando la tercera persona gramatical.

B. por medio de la voz del narrador que relata lo que le ha ocurrido a él mismo usando la primera persona gramatical.