“La importancia de las organizaciones en la sociedad”

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Todos crecemos conscientes de que organizarnos es la mejor forma de administrar nuestro entorno, y replicamos este pensamiento en todo orden de cosas. Lo mismo sucede en los animales, también, cuando se organizan en manadas para conseguir la supervivencia y cuando deciden quiénes son más fuertes, quiénes se encargan de la crianza y quiénes serán los que se encargarán de traer el alimento. Un ejemplo magnífico de organización son las hormigas y las abejas, seres tan pequeños y frágiles a la vista humana, pero cuyo sistema de vida les permite sobrevivir bajo condiciones tan adversas como el frío, las inundaciones o el calor. Aquellos insectos, forman parte de la organización del ecosistema, pues cada uno de los animales y plantas que conforman el planeta tienen su papel en la obra que es vivir, y lo desempeñan a la perfección, mucho mejor que los seres humanos, que con el tiempo se han puesto más insensibles sobre la salud de nuestra tierra, y no la respetan, todo lo contrario, abusan de los recursos, desgastando la capa de ozono, deforestando a diestra y siniestra, y contaminando nuestras aguas, matando, en su misión de convertirse en seres cada vez más avanzados y evolucionados, a miles de animales y plantas necesarias para nuestra propia supervivencia.

Pero volviendo al concepto de organización, y alejándonos tan solo un instante de la sociedad en general, tenemos el caso de la administración, ciencia social aplicada o tecnología social, que tiene por objeto el estudio de las organizaciones, y la técnica encargada de la planificación, organización, dirección y control de los recursos. De esta forma, la Administración se encarga de evaluar cuales son los posibles beneficios de las decisiones que como organización tomemos, considerando las variables que pudiesen surgir, y cómo podemos, al mismo tiempo, sortear dichas variables para lograr el éxito en el momento en que planteamos llevar a la realidad algunas de las ideas que pudiésemos tener.

La administración, además, nos permite ordenar la forma en la que nos organizamos, gestionando los recursos que necesitamos (humanos, financieros, materiales, tecnológicos, del conocimiento, etc.) para llevar a cabo nuestros planes, o dirigiéndonos hacia el mejor camino a la hora de tomar decisiones. El concepto de administración está, también, presente en todo tipo de organización que podamos establecer, desde como administramos los tiempos de entrega en un negocio hasta como procuramos formar dicho negocio.

Las organizaciones de toda índole, requieren ser administradas por personas capaces de velar por el bien común, y que comprendan que su labor es vigilar que el cumplimiento de metas represente a todos los participantes de una sociedad. De esta manera, procuran ordenar los distintos departamentos que, por ejemplo, componen una empresa, cualquiera que esta sea.

Volviendo a la sociedad como un todo, cada uno de los que participamos en ella tenemos un rol que cumplir, ya sea como ciudadanos de un país o como empleados de una empresa, y está en nuestras manos el participar activamente en cualquier comunidad en la que seamos parte; por ejemplo, como ciudadanos tenemos la labor de cumplir con leyes impuestas en el país, región o ciudad en la que vivamos, y sabemos que el incumplimiento de dichas leyes puede significar un castigo, por lo que tratamos de no romper ninguna ley y la vez, nos comportamos conforme a lo que se nos pide. Pero, si sentimos que se comete alguna injusticia en nuestro entorno, tenemos la capacidad de organizarnos y exigir que se cumplan las leyes, bajo las cuales vivimos; tal es el caso de los choques de autos, atropellos o robos. Muchas veces en las noticias hemos visto como las personas de una comunidad se organizan para exigir justicia cuando alguno de sus componentes sufre una pérdida, robo o injuria. Vemos, entonces, como el concepto de organización está presente en cada uno de nosotros, y que, sin darnos cuenta, hacemos uso de él en las variadas circunstancias que estemos atravesando.

Existen diferentes tipos de organizaciones a nuestro alrededor, ya sea si estamos hablando figurativamente como si nos ponemos a pensar en éstas más físicamente, y, en este último caso, estas pueden ser: Estatales (Poderes del estado), Gubernamentales (Ministerios), Fundaciones, Sindicatos, Clubes deportivos, Empresas, entre otras, cada una de las cuales están administradas por personas capacitadas, a su vez, para ejercer diferentes tipos de trabajos dentro de las distintas organizaciones en las que les toque estar. Dentro de las organizaciones “físicas”, también podemos encontrarnos con el concepto “sistema” (del latín systēma, y este del griego σύστημα [sýstema]), el cual se define como: un objeto complejo cuyos componentes se relacionan con al menos algún otro componente; puede ser material o conceptual. Todos los sistemas tienen composición, estructura y entorno, y pueden estar presentes en todo tipo de organizaciones, acaso el sistema electoral, el sistema circulatorio o el sistema educativo.

Cada uno de nosotros vive bajo algún tipo de sistema el cual, a su vez, está administrado para que funcione de forma óptima, y que cuyo medio o entorno es una organización. De esta manera, se establece una sociedad, cualquiera que esta sea, correctamente y nos permite la libertad de vivir ordenadamente, procurando ser buenos ciudadanos, trabajadores, hijos, estudiantes o lo que seamos en nuestra vida, respetando a quienes nos rodean y estableciéndonos como una comunidad que decide cuál o cuáles son las metas por alcanzar y que vamos a hacer para cumplirlas.

Somos parte de un todo, es por eso que es nuestro deber el establecer, como comunidad, la forma en la que queremos vivir, trabajar o convivir con otros, mediante la libre elección de lo que consideramos justo y probable; por lo mismo, tenemos que respetar, también, el ecosistema que nos rodea, pues sin él sería imposible la existencia y, por tanto, la organización de una sociedad que existe bajo las condiciones en las que nos vemos inmersos hoy. Y aunque creamos que hay mucha injusticia a nuestro alrededor, es nuestro deber el expresar lo que pensamos y organizarnos para exigir el cambio que creamos necesario; nunca olvidemos que somos capaces de todo lo que nos propongamos, y que si nos juntamos con quiénes piensan parecido a nosotros y expresamos nuestro pensar, quizás podamos provocar el cambio que esta sociedad tanto necesita.