La Biografía escolar

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Ya en el lugar, con el pasar de los minutos nos propusimos a ir tomando nota de cada detalle para evitar las expresiones subjetivas acerca de lo visualizado. El ingreso al domicilio lo hicimos a través de una puerta pequeña de madera que no tenía picaporte y estaba exenta de medidas de seguridad. Sólo tenía una cadena que cerraban con candado de la parte de adentro. El piso es de cemento, las paredes son de block sin revoques y no tiene ventanas de gran tamaño; solo cuenta con una ventana que sirve de ventilación y con poca iluminación interna. El techo es de chapa sin maderas internas. El interior consta con una sola habitación grande dividida por cortinas de tela. El baño cuenta con inodoro, pero sin bidet. El lavatorio estaba roto y el agua se cargaba con un balde. La característica del barrio es de tipo rural.

Detallamos, según el último censo realizado en 2010 en la capital Cordobesa, como es la distribución de la situación habitacional:

Total

Casa

Rancho

Casilla

Departamento

Pieza en inquilinato

Pieza en hotel familiar o pensión

Local no construido para habitación

Vivienda móvil

Capital

472.417

332.555

1.937

1.424

134.162

1.297

609

405

28

(La situación habitacional es analizada a través de variables censales cuya entidad de análisis son la vivienda y el hogar, y que nos permiten conocer la importancia relativa de los distintos tipos de viviendas particulares y de los hogares y población que reside en ellas). Fuente: http://estadistica.cba.gov.ar/Sociedad/CondicionesMaterialesdeVida/InfraestructuraHabitacional/tabid/83/language/es-AR/Default.aspx

Nos ofrecen mates y comenzamos la charla agradeciendo por la recepción. El tema que originó la conversación fue el tiempo que lleva viviendo en aquel lugar, su respuesta fue acompañada con una leve sonrisa y una sutil expresión que nos indicaba un largo tiempo.

NIÑEZ Y ADOLESCENCIA DEL ENTREVISTADO

Durante la conversación el tema de la niñez se desarrolló cuando comenzó diciéndonos que la misma fue en un lugar muy cercano al que vive actualmente. Según lo detallado por él, los tiempos transcurrieron tranquilos hasta sus 9 o 10 años, donde comenzó a ayudar con algunas changas junto a los más grandes de su familia. A la distancia recuerda aquellas épocas y nos comenta, con aparente tristeza, que su situación fue difícil. El menor de cuatro hermanos varones, pero mayor de dos mujeres tuvo que aprender diferentes oficios para ganarse la vida. Finalizó sus estudios primarios, pero no logró concluir los secundarios. Al consultar por su paso por la escuela quisimos saber ¿Cuál es el mejor y cuál es el peor recuerdo que tiene? Mientras escuchábamos atentas su relato tomamos nota de los detalles que acompañaban cada gesto, cada palabra. En su narración nos describe sucesos que recuerda con alegría y otros con un tanto de tristeza. Entre los momentos narrados expresa con gran alegría el recuerdo de sus horas en la escuela primaria, cuando usaba guardapolvo blanco y compartía siestas de “hondera” con sus compañeros. En la descripción de fechas aparecen algunas imprecisiones u olvidos, propias quizás de la nostalgia acaída en la conversación.

La falta de estudios secundarios imposibilitó su inclusión laboral en trabajos que sean remunerados en blanco. En todos los casos, según nos cuenta, siempre lo rechazaron por su condición de secundario incompleto. De esta manera desarrolló diferentes oficios, desde albañil a cortador de césped, pasando por algunos conocimientos de electricidad, plomería, entre otros.

En su adolescencia fue llevado por el tío para trabajar en las cosechas de papa, trabajo que se extendió durante muchos años y que significó el ingreso seguro de dinero en la casa. A la cosecha de papa la iban haciendo en diferentes zonas del país, y esto le permitió conocer varios lugares. Nos cuenta que la vida del recolector de papas es dura, pero no menos alegre. En los “mejores tiempos”, nos dice, cuando le tocaba hacer la recolección en Necochea, los fines de semana compartía lindos y divertidos asados. Y si quedaba un dinerito, se hacía una escapada a la zona de la playa donde estaban los “mejores boliches”.

Sus trabajos de jornada completa lo obligaron a tener grandes períodos de tiempo sin asistir a la escuela y el posterior e inminente abandono. Sus conocimientos, por lo tanto, se limitaron a lo aprendido en la calle, en la vida.

Según lo estudiado, compartimos que el acceso a un empleo constituye, para la mayor parte de los jóvenes, un símbolo de mayoría de edad. Por lo tanto, la imposibilidad de conseguir un empleo tiene un efecto negativo sobre la formación de su personalidad. En tal sentido, los estudios muestran que la situación de desempleo debilita tanto la integración social de los jóvenes como la conformación de una identidad como adulto.

Debe tenerse en cuenta que las condiciones de vida presentes de los jóvenes constituyen una clara señal no sólo del presente de un país sino también de sus potencialidades de desarrollo en el futuro. En la actualidad, los jóvenes en el mundo se ven expuestos a mayores tasas de desempleo y precariedad laboral que los adultos. (Salvia, Agustín y Tuñón, Ianina -2005. Los jóvenes y el mundo del trabajo en la Argentina Actual. Revista Encrucijadas, 36 25-50).

Entendemos por trabajo precario a la situación que viven los trabajadores que sufren unas condiciones de trabajo por debajo del límite considerado como normal. Incide especialmente cuando los ingresos económicos que se perciben por el trabajo no cubren las necesidades básicas de una persona.

ADULTEZ DEL ENTREVISTADO

Llegaron los 19 años y se fue de su casa decidido a formar su hogar. Al principio vivió en lo que él recuerda como una “atajado de chapas”, pero de a poco fue haciendo