UNIDAD #3: El conocimiento y la formación de la profesión.
Enviado por Kate • 22 de Marzo de 2018 • 1.138 Palabras (5 Páginas) • 484 Visitas
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Los cambios en la sociedad, la economía, la información y la tecnología hacen que la formación que se recibe en las universidades tenga que transformarse, no sin antes reflexionar en el dilema establecido entre su compromiso social para con la formación integral de los estudiantes y la formación para el empleo, que reclama una orientación científico-técnica muy competitiva para desenvolverse en una sociedad tecnificada y globalizada. No se debe desconocer tampoco que una profesión es un rasgo de prestigio social, que confiere un estatus diferenciado para cada una de las personas que lo encarnan. Como formadora de profesionales, las universidades son la institución que garantiza su reconocimiento y formalidad, pero también encierran problemas de acceso al estudio de las profesiones y la definición del tipo de profesional que se está formando.
Por otro lado, el campo de trabajo profesional ha cambiado y está cambiado a gran velocidad, integrando nuevos campos ocupacionales, demandando otros profesionistas y haciendo que otros más se vuelvan obsoletos, por lo que la formación profesional con base en conocimientos especializados ya no es ninguna garantía de acceso a empleo, sino que la propia formación se tiene que hacer permanente, actualizándose para profundizar, ampliar e incluso para aprender de otros campos profesionales con saberes distintos. Pero con todo el proceso de formación, es en el campo del ejercicio de la profesión en donde se viven las principales exigencias y transformaciones, por lo que el proceso de formación se tiene que relacionar mucho más con el campo laboral, en donde se pueden observar las prácticas de la profesión, el trabajo en equipo, la necesidad de otros conocimientos y sobre todo, las limitaciones o problemas que se hayan padecido, sin darse cuenta muchas veces, en el proceso de formación.
El trabajo es el factor productivo fundamental, por ser el elemento humano que es capaz de percibir el complejo del proceso y estimar todas las variables involucradas, sin embargo es el que resiente los cambios en las estructuras productivas y en los vaivenes económicos a través de su ubicación en el mercado de trabajo. Las formas tradicionales de un empleo para toda la vida con la expectativa de una jubilación a largo plazo han desaparecido, dando lugar a la llamada flexibilidad laboral que permite esquemas de contratación en los que se aprovechan las coyunturas que se abren para aprovechar el mercado laboral en una situación ventajosa tanto para contratantes como para trabajadores, pero que son efímeros. Algo semejante ocurre en las instituciones educativas al introducir modelos de flexibilidad curricular para aprovechar o responder a los requerimientos de la sociedad, provenientes de la globalización y la tecnología, pero sin descuidar su formación integral.
La relación de la universidad con su entorno social, parece ser clara al tratar de responder a estos contextos cambiantes, pero a su interior, los ajustes que se hacen tienen que enfrentar otros problemas, el que más se reconoce es el de formar al profesionista académico como aquel que se especializa en la educación superior, no como una extensión ocupacional de su actividad laboral, sino como todo un profesional, que enseña porque investiga y porque gestiona la comunicación y generación de conocimientos, por lo cual es también capaz de ser tutor de estudiantes.
La aparición de nuevas profesiones espera su formalización en los procesos de formación en la universidad para responder a los retos personales, sociales, económicos y sobre todo del conocimiento que se vaya generando, por ello es de primer orden en importancia que las universidades no repitan el conocimiento que logren captar sino que lo produzcan y que sean capaces de orientar la formación de profesionistas de acuerdo al conocimiento que logren producir.
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