Porque seguimos pintando en el siglo 21

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Cuando los pintores logran evocar y revelar la pintura (el verbo) al interior de la pintura (sustantivo) ofrece al resto de nosotros un obsequio inusual. Las posiciones son ahora múltiples, simultáneas y descentradas. . Lo que al principio puede parecer conocido puede tener distintas fuentes y un compás mucho más amplio que lo que uno pudiera imaginarse. El rango de las tradiciones y referencias que los artistas son capaces de aludir se extiende mucho más allá de lo que un solo individuo puede saber. Es la pintura la invitación a una experiencia directa.

Frente a esto, en la actualidad no hay una manera consistente o correcta, ni algún método en particular, estilo, material, tema que identifique a la pintura como creíblemente contemporánea o no. Es por eso que pintar en la actualidad ya no solo se hace de la manera tradicional sino que encontramos pinturas hechas on técnicas diversas que inmediatamente se pueden identificar como abstractas, geométricas, gestuales; realistas, surrealistas, expresionistas, narrativas, etc… Que se van clasificando en otros géneros mas vagos. ¿Por qué no pintar con bordado como lo hace Cayze Zavaglia o Chris Ofili que ocupa estiércol de elefante óleo o acrílico para pintar. Hay pinturas que serían aceptadas como tales por nuestros semejantes y obra que ignora casi cualquier convención, no obstante qué tan nominal, de la pintura tradicional: obras sin imágenes, sin dibujo, o sin color. Otras abandonan los materiales básicos como los son bastidores, lienzo, pintura, pinceles o el empleo de la mano del pintor. El límite no existe y se vuelve fascinantemente complicado y borroso reconocer qué es lo que cuenta como pintura y qué no.