CIVILES Y ORGANIZACIONES: LA CONCIENCIA DETRÁS DEL DINERO

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Es allí donde los profesionales en formación intervienen. Actualmente, en la academia, se enseña la teoría económica ortodoxa, pues esta garantiza la supervivencia de los ideales de la empresa a través de profesionales que durante su vida académica aprenden lo necesario para generar ganancia solo a la empresa, en sí: se modifica su conciencia. Fraudes y engaños, apoyados por bases teóricas que se vieron en la academia refutan el egoísmo que domina al mundo reflejados en el maquillaje de balances, creación de modelos económicos que transgiversen la realidad y de toma de decisiones que benefician a pocos. Afortunadamente los estudiantes del mundo están pidiendo por una nueva enseñanza aplicable a la sociedad.

Entonces, ¿Cómo evaluar de manera social una empresa y qué variables considerar? El mejor valor que se le puede otorgar a una empresa es aquel que se mida por la retribución que esta le haga a la sociedad y al medio ambiente mediante acciones que contribuyan al desarrollo de esta. La mejor opción: invertir en capital humano. Es a partir de allí que la sociedad actual cambiaria ya que: el desarrollo lo hace la gente. Así, crecemos en una sociedad civilizada, donde se enseña a partir de valores humanos para que, durante el crecimiento, el paso por la academia no se convierta en la transformación de la conciencia y se formen profesionales que actúen por solidaridad.

Que una nueva sociedad no quede solo en la utopía planteada por Tomas Moro, es hora de cambiar esa conciencia egoísta y codiciosa y luchar por una conciencia guiada por ideales de igualdad, equidad, desarrollo, solidaridad; donde sus habitantes sean seres íntegros, que luchen por el desarrollo de una mejor sociedad, trabajando en equipo, con disciplina e integridad para hacer de este un mundo mejor.

“Quieres ser rico?

Pues no te afanes

por aumentar tus bienes,

sino en disminuir tu codicia”

Epicuro