Caso 2: propuesta de intervención
Enviado por tolero • 3 de Enero de 2018 • 2.317 Palabras (10 Páginas) • 392 Visitas
...
- Competencias para el manejo de situaciones. Son las vinculadas con la posibilidad de organizar y diseñar proyectos de vida, considerando diversos aspectos, como los históricos, sociales, políticos, culturales, geográficos, ambientales, económicos, académicos y afectivos, y de tener iniciativa para llevarlos a cabo, administrar el tiempo, propiciar cambios y afrontar los que se presenten; tomar decisiones y asumir sus consecuencias, enfrentar el riesgo y la incertidumbre, plantear y llevar a buen término procedimientos o alternativas para la resolución de problemas, y manejar el fracaso y la desilusión.
- Competencias para la convivencia. Implican relacionarse armónicamente con otros y con la naturaleza; comunicarse con eficacia; trabajar en equipo; tomar acuerdos y negociar con otros; crecer con los demás; manejar armónicamente las relaciones personales y emocionales; desarrollar la identidad personal y social; reconocer y valorar los elementos de la diversidad étnica, cultural y lingüística que caracterizan a nuestro país, sensibilizándose y sintiéndose parte de ella a partir de reconocer las tradiciones de su comunidad, sus cambios personales y del mundo.
- Competencias para la vida en sociedad. Se refieren a la capacidad para decidir y actuar con juicio crítico frente a los valores y las normas sociales y culturales; proceder a favor de la democracia, la libertad, la paz, el respeto a la legalidad y a los derechos humanos; participar tomando en cuenta las implicaciones sociales del uso de la tecnología; participar, gestionar y desarrollar actividades que promuevan el desarrollo de las localidades, regiones, el país y el mundo; actuar con respeto ante la diversidad sociocultural; combatir la discriminación y el racismo, y manifestar una conciencia de pertenencia a su cultura, a su país y al mundo.
El juego en la convivencia
El juego puede utilizarse como medio para poner en práctica las habilidades adquiridas pero también como una manera de desarrollar una actitud de compañerismo, cooperación o competitividad. A través del juego el niño aprende a tomar en cuenta al otro, a aceptar las reglas comunes, a respetar espacios, tiempos, etc. Muchos niños escolarmente desadaptados pueden disfrutar de actividades lúdicas poniendo a prueba sus destrezas motrices, sus habilidades sociales y generando lazos afectivos que en la jornada escolar ordinaria no se favorecen. Para estos alumnos el juego es un medio para entrar en contacto de una manera relajada con los otros, para sentirse motivados para ir a la escuela y para desarrollar las competencias sociales necesarias para su mejor adaptación al contexto escolar, familiar y comunitario. A través del juego el niño puede expresar sus emociones y aprender a regularlas, puede cometer errores y enmendarlos sin que las consecuencias sean tan graves como ocurre en las situaciones reales.
Para psicólogos evolutivos como Vigotsky, Piaget y Wallon el juego es la alternativa primordial para estimular el desarrollo de un sin fin de funciones. Aunque las contribuciones mundiales de estos autores en los sistemas educativos actuales son muy bien conocidas, es en el ámbito de la psicología donde mejor pueden aprovecharse sus descubrimientos. En opinión de Vigostsky las especies animales más sofisticadas son aquellas que juegan, basta recordar a los delfines, elefantes, chimpancés y humanos como ejemplos clásicos de esta predisposición al juego y su resaltada complejidad psicológica. En este sentido, el psicólogo que trabaja en el ámbito educativo tiene en el juego uno de sus principales recursos de intervención.
En este sentido, para ésta perspectiva la intervención no consiste del todo en suprimir los comportamientos inadecuados, sino en desarrollar las habilidades psicológicas que son prerrequisito para lograr una interacción social adaptada y satisfactoria. Desde esta forma de enfocar el problema, si un alumno agrede a sus compañeros lo pertinente será desarrollar en él la habilidad para “autorregular sus emociones” y la habilidad para “controlar sus impulsos motrices”; cuando a un estudiante se le dota de los recursos psicológicos necesarios para actuar adaptativamente en su contexto, entonces la eliminación o supresión de los comportamientos inadecuados puede ocurrir.
- Propósitos
- General
Facilitar la prevención y resolución de conflictos de manera creativa, pacifica, justa y democrática de los diferentes sectores: padres, madres, alumnos, alumnas y personal docente.
- Específicos
- Identificar con anticipación las posibles causas de conflicto o desacuerdos en el centro escolar y en su relación con la comunidad.
- Facilitar la promoción, respeto y protección de los derechos elementales de cada integrante de la comunidad educativa.
- Actividades
“EXPECTATIVAS DE CONDUCTA Y COMPROMISO”
Esta actividad se debe realizar al comienzo del año en las clases con el curso y puede ser el punto de partida para la utilización de otras estrategias durante el año. Sin embargo, también puede establecerse luego de comenzado el proceso, como una forma de mejorar los resultados de la clase.
Lo fundamental, es que los niños y niñas creen junto al docente el compromiso que van a adquirir en su calidad de alumnos de la institución y que el profesor también se haga parte de ello, realizando su propio compromiso en torno a su función dentro del aula.
El procedimiento para realizar esta estrategia es el siguiente:
- En primer lugar, el docente debe comentar los objetivos de la actividad: “establecer los acuerdos que se van a tomar para cumplir con las clases y hacerlas más agradables”.
- Conversar con los estudiantes a que cosas creen ellos se deben comprometer e ir realizando un punteo en la pizarra.
- Escoger las que se incluirán finalmente en el compromiso.
- El docente debe presentar los puntos a los que él se va a comprometer y les puede preguntar a los estudiantes que cosas agregarían ellos.
- Se leen por última vez los dos compromisos realizados. Es importante observar que todos deben estar en sentido positivo, es decir, hacia la realización de una buena conducta (por ejemplo: “No pelear con mis compañeros” por “Respetar a mis compañeros”)
- Se entregan los compromisos a los alumnos y alumnas
...