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Cuento CENTE COUATL HUAN TLÁCATL.

Enviado por   •  16 de Febrero de 2018  •  1.948 Palabras (8 Páginas)  •  254 Visitas

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...

—Buen Buey, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga? —Sí.

—Buen Caballo, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga?

—Sí.

Cuando el buen hombre oyó lo que decían aquellos animales, que siempre un bien con un mal se paga, se asustó. Sólo faltaba preguntar al Coyote si era o no cierto lo que decía la Culebra. Llegóse la Culebra al Coyote:

—Buen Coyote, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga?

—Falta que vea yo cómo estabas y así podré decir si es o no cierto lo que dices, y si está bien que te comas a este buen hombre, o no. Ponte como estabas antes.

Los otros animales contestaron juntos:

—¡Que se ponga; veremos!

Entonces, la Culebra se colocó otra vez entre los árboles, y luego le dijo el Coyote:

—Ahora, ¡quédate! nosotros ya nos vamos.

La dejaron retorciéndose y chillando, como cuando la encontró el buen hombre. El buen hombre le dio las gracias al buen Coyotito.

—Ahora, buen Coyotito, vamos juntos a mi casa.

—¿A hacer qué?

—Quiero regalarte algunos pollos.

—No, déjalo; yo me voy por aquí.

6 PABLO GONZÁLEZ CASANOVA

—Amo, tiahue!

—Axan tlaxquita, ye tiotlac; ocachi qualli tla ticnequi tine-

moztla, zan ocuatzinco, xinechinhualiquilli ipan inin tlatlatelli, timitzchía, zan ocuatzinco, iquac ayemo quixohuatzin tonnalli; iman tzilliniz macuilli tepozcalapillolli ye oncan tíez iquión tocahua.

—Amo ye, amo tihuallaz huan zan nenca nocuepaquin. —Amo, in ica, nican timitzchía, qualli tlacatl.

Omocacaque que coyotl que tlacatl.

Qualli Coyotl oquiquitzque ixtlahuac, huan oya qualli tlacatl no oquiquitzqui iohui. Oecoc ichan zan mocamauhcatlachía. Quilhuía izouan:

—Tlenon mopan mochihua? Zan timocatlachía!

Iman ye open quinonotza, tlen ipan omochihuazquia: —Onicnextíto cente Couatl oquinequía nechquaz.

Niman omocamic zouatl.

—Yotimitzilhuiaya amo otiani; amo otinechcac, tlamo amo otimomotiani otiquittac que ica Dios ihuelitzin amitla mopan omochin, icanica Dios omitztitlanilli inon yoyolcatl omitzpallehuito, tlamo axan nehuatl amo nicmatizquía tlenon mopan omochihuani, amo otivallacallaquini.

—Axan oniquallicazquía qualli Coyotl.

—Mancamo Dios! Oncan quintlamiz nopiouan!

—Amo oquinec oniquilhuiaya, oncan oquin tlapepeniani tlen yehua oquinequini inon piome ocachi quaqualli, totomaque. Axan moztla zan ocuatzinco yotocaque ica nin yoyolcatl, niquinhuiquilliz cequi piome; xinech in tlapepenilli non quaqualli piome; moztla, yotimitzilhui, niquinhuicaz.

—Moztla amo cana tiatica. Amo nicnequi itla ticuiquilliniz inon xolopi yolcatl! Nian cente pioton! Yo nicnemilli occachi qualli tlen ticchihuaz.

—Tlenon? Tla xinechilhui!

—Amo xi ixquahuitl! Tlen ticchihuaz xiquincahua piome, xiquinhuiquilli non chichime occachi tlaquaquani, xiquintlalli itic ichpoxatli ihuan zan que taciz canin mitzchía, amo zazan ximopacho itlac zan hueca xiquincacahuilli.

—Tlen oticnemilli amo qualli ca! Quenin ticnequi nicichhuicaz tlen amo nicuiquilizquia? Zan nicquamanaz! Tleca amo qualli tizohuatl? Nia niquinhuicaz piome.

—Yotimitzilhui que amo, huan tla tiquinhuicaz niquallaniz ihuan nichueicachihuaz.

CUENTOS INDÍGENAS 7

—¡No, vamos!

—Mira, ahora ya es tarde; es mejor, si quieres regalármelos, que mañana temprano me los lleves sobre ese montículo; te esperaré muy de mañana; cuando aún no sale el sol. Al dar las cinco ya estarás ahí. Así quedamos.

—No, no vendrás y me harás regresar en balde.

—No, aquí te esperaré, buen hombre.

En esto convinieron el Coyote y el hombre.

El buen Coyote tomó por el llano y se fue; el buen hombre también cogió su camino. Cuando llegó a su casa no más veía atontado. Le dice su mujer:

—¿Qué te pasa? Nada más estás mirando atontado. Entonce comenzó a contarle lo que le había pasado: —Me encontré con una Culebra que quería comerme. Al oírlo se asustó la mujer:

—Ya te decía que no salieses. No me oíste, si no, no te hubieses espantado; ya viste que por la voluntad de Dios no te pasó nada; porque Dios te mandó a ese animalito para que te ayudase. De otro modo, yo no hubiera sabido lo que te había pasado; no habrías regresado a casa.

—Ahora iba a traer al buen Coyotito.

—¡Dios no lo quiera! Acabaría con mis pollos.

—No accedió a lo que le decía que escogiese él mismo los que quisiese entre los pollos mejores y más gordos. Mañana, muy temprano, quedé con ese animalito en llevarle algunos pollos. Escoge unos pollos buenos pues mañana, ya te dije, se los llevaré.

—Mañana no irás a ningún lado. No quiero que le lleves nada a ese maldito animal: ni un solo pollo. Ya se me ocurrió qué es lo que debes hacer.

—¿Qué? Dímelo.

—No seas tonto, ¿qué ha de ser? Deja los pollos y llévale esos perros que son de los más mordelones; pónlos dentro del saco de pita y en cuanto llegues a donde te espera, sin acercarte a él demasiado, desde lejos, se los sueltas.

—Lo que has discurrido, mujer, no está bien. ¿Cómo quieres que le lleve lo que no debo llevarle? Lo engañaría. ¿Por qué no eres buena, mujer? Voy a llevarle los pollos.

—Ya te dije que no, y si se los llevas, me enfadaré contigo, y armaré la gorda.

8 PABLO GONZÁLEZ CASANOVA

Tlacatl amo oquinec quiquallaniz izouan, oquichin tlen oquitequimacac. Moztlatica tlen oquichin oquinaqui itic ichpoxatli, zan ocuatzinco oquiz. Oquinmamaten chichime oquinmacato nelli piome que yeyalhua omocaque; tlacatl oquinequía amonpon oyeni coyotl; yoacitaya tlacatl on moquequechtilana tia ye ompon oyeya

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