Cuento el fauno y la ninfa
Enviado por Rimma • 16 de Junio de 2018 • 1.170 Palabras (5 Páginas) • 524 Visitas
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-Que te pareció, pensé que intentarías bailar algo, pero parecías un árbol otoñal con raíces imposibles de arrancar.
Me moría de la vergüenza
-Oh lo siento mucho estaba pensando en que pasos usar para tal melodía, es buena por cierto mmm en realidad es bellísima….
-¿Tanto como tu mi bellísima ninfa compañera?, tan hermosa como una Dahlia acabada de florecer, tan hermosa como el atardecer del Olimpo, no he dejado de contemplarte ni un solo segundo desde que te vi.
No había más que decir nos habíamos enamorados y el solo tenía que decir esas palabras para darme cuenta, nuestros destinos ya estaban cruzados desde hace mucho, pero la maldición ya estaba echada.
-¿Que pasa Oréade? Tengo alguna idea de lo que estás pensando, pero yo tengo mucha suerte, por fin te he encontrado a ti mi amor verdadero y eterno, te he buscado debajo de musgos rocas, hasta detrás de montañas y quien creería que cultivando te encontraría y tan hermosa, más hermosa que cualquier ninfa que allá visto jamás, más que cualquier imagen que me hiciera en mi cabeza.
Logramos cultivar y yo tenía la mejor danza para la melodía mucho mejor que la que imaginarían jamás todas las diosas reunidas, al conversar le conté de la terrible maldición a la que estábamos atadas las ninfas el no creía tal horrible mito, pero yo sí.
-¡Me alejare de ti Oréade no hay otra alternativa! No puedo dejar que te suceda nada, mi vida es tuya, ahora mi corazón respira y se alimenta mejor desde que vio tus ojos y tu hermoso cabello de hilos rojos.
-No me separare de ti Satyr, llevamos toda la vida sin la presencia de cada uno, tu buscándome y yo temiendo de que este sentimiento floreciera, pero ahora que estamos juntos por fin siento que he encontrado el sentido y la mitad que le hacía falta a mi solitaria alma incompleta, viviremos este día en la eternidad no importa lo que me pase después de amarnos, nuestros corazones estarán juntos como lo estuvieron todos estos años.
Me miraba descontento, pero sabía que no se negaría, el solo dolor que causaba pensar en alejarnos yo también lo conocía, ese día fue el último y más largo de mi vida como ninfa, conocí el amor en ese terco fauno y sabía que él, como yo, nunca olvidaría tan triste y bella historia de amor, un amor más grande que el de Zeus y Hera.
El amanecer trajo consigo mi maldición, me fui desvaneciendo en mis ropas y toda mi esencia se dispersó por todo el cultivo e inmediatamente florecí hermosamente como unas flores de Dhalias, no hubo un día que Satyr no cuidara de mí, sentía su amor en todas y cada una de las melodías que tocaba para mí y la misteriosa mirada concentrada buscándome entre las flores.
Algún día nos volveríamos a encontrar, pero nunca nos separamos, eso lo tengo muy claro.
Daniela Gómez Taylor.
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