Cultura humanística

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gracias a ella, siendo parte de nuestra identidad tanto física como biológica al tener una relación vital con ella. Lo cual no es extraño por el simple hecho de que toda vida en la tierra está en constante movimiento y tiene un ciclo de cambios incluida la tierra misma. (morin, 1999)

Al comprender mejor la relación entre la condición de que somos cósmica-terrestre se puede hablar de la condición como unidualidad que es la unión inseparable del hombre y la cultura, por ejemplo, homo-sapiens y homo-demens.

El ser humano si bien es un ser completamente biológico, perfectamente creado para la vida con sistemas complejos, órganos específicos para cumplir alguna función. Pero todo esto sin cultura, simplemente seriamos un animal más parecido al primate.

El bucle cerebro-mente-cultura. La cultura que se origina en el cerebro del ser humano se manifiesta en aquello que entendemos como tradiciones y costumbres, al mismo tiempo, cultura provoca en el hombre el surgimiento de la mente, en la cual ninguna seria o existiría sin la presencia del otro. No hay mente sin cerebro, no hay cultura sin mente, y no hay condición humana sin ninguna de estas.

El bucle razón-efecto-impulso. Podemos entender que las relaciones entre estas tres instancias son complementarias y también antagónicas creando e implicando los conflictos muy conocidos entre la impulsividad, el corazón y la razón.

El cerebro humano se compone de partes reptil-mamífero-humanas, este es un modelo del cerebro tirúnico postulado por Paul Maclean, sobre estos no se extiende algún liderazgo de uno sobre el otro, algunas veces sale la parte reptil con su irracionalidad, otras veces la parte mamífera con sentimientos encontrados o la razón que es capaz de imponerse. Esta triada se enlaza con la anterior, y se puede ver la humanidad en la animalidad y la animalidad dentro de la humanidad. Como es el caso de mente-cerebro-cultura, esta se presenta en civilizaciones avanzadas donde la sociedad doma al animal interior; lo socializa y lo humaniza. Pero en civilizaciones o sociedades no avanzadas y/o primitivas, el impulso y efecto subyugan la razón y emerge el animal depredador que utiliza la razón para justificar sus actos de violencia.

De manera concreta el ser humano va a estar constituido biológico y socio-cultural, sin embargo, el aspecto cultural, hace que desconozca su propio aspecto biológico.

Estos tres aspectos pueden quedar sintetizados de la siguiente manera:

° Bucle cerebro-mente-cultura

° Bucle razón-afecto-impulso

° Bucle individuo-sociedad-especie

Estos tres aspectos de la “humanidad en lo humano” están interconectados y se alimentan de manera recíproca, también sus distintas naturalezas hacen que cada una se distinga entre si y es por eso que se plantean casi en forma paradojal como extraños de sí mismos. Es justamente a esta idea de que todo ser humano posee una razón, pero también sentimientos y algunas veces estos se contradicen y es a partir de esa contradicción que comenzamos a entendernos.

El bucle individuo-sociedad-especie. Se nace de dos individuos en una sociedad, que ha sido creada para el nacimiento. Se crece, desarrolla y de manera intrínseca se empieza a vivir para una especie y sociedad. Un ejemplo notorio y además cotidiano, es en el ámbito laboral. El trabajo que realizamos cada día lo hacemos para nosotros nuestra familia y sociedad. Luego la sociedad nos remunera con servicios como: hospitales, transporte, alimentos, etc.

La cultura y la sociedad permite la realización del individuo e interacciones con otros individuos de esta manera se mantiene y se transfiere la cultura.

Apartado II

La evolución del ser humano inicio con la aparición de los primates hace unos 65 millones de años. A través de múltiples excavaciones y descubrimientos los expertos han podido clasificar las especies pertenecientes a la misma familia. Por esa razón los monos y simios guardan semejanzas con el ser humano. Dentro de esa clasificación se encuentran el Australopitecus, Homo Habilis, Homo Erectus, Homo Neandertal, y el Homo Sapiens Cromagnon.

Los estudios del origen del hombre se han podido revelar gracias a los descubrimientos de homínidos fósiles. Desde el primer Neandertal hasta Sapiens, han tenido lugar muchos descubrimientos y se han abierto nuevas líneas de investigación que han permitido precisar más las preguntas de quién, cómo, cuándo, dónde, y por qué de la evolución humana.

Con la teoría evolucionista de Darwin, nace la necesidad de encontrar el origen y la evolución del hombre. Estudios serios sobre el tema señalan que tanto los monos como el hombre evolucionaron de ancestros comunes.

El hombre es un primate porque tiene extremidades largas con cinco dedos en cada una, cuanta con uñas en vez de garras en los dedos de las manos y los pies, pulgar oponible en las manos, dispone de cuatro incisivos en cada mandíbula, su cerebro es grande y posee un sistema nervioso muy desarrollado, sus ojos ven hacia adelante, situación que le permite calcular distancias entre otras características más.

Una de las grandes características de esta evolución es la del cerebro y su evolución, se podría remontar en la tendencia creciente de la masa cerebral, creada por la necesidad de satisfacer las necesidades de los individuos

Los primeros fósiles de un animal con cerebro son de unos 500 millones de años. Son de un pez sin mandíbulas, con un patrón en su construcción que va a seguir como modelo a lo largo de toda la evolución, desde los vertebrados inferiores (peces, anfibios y reptiles), siguiendo por los vertebrados superiores (aves y mamíferos), hasta llegar al hombre. Este

modelo está constituido por la medula espinal seguida del tronco del encéfalo y eventualmente la corteza cerebral.

Este cerebro primitivo se ha seguido como modelo a lo largo de toda la escala evolutiva, tanto en la diversidad anatómica de cerebros encontrados como en lo cerebros de los peces actuales. Esta diversidad de cerebros parece deberse a que partiendo de este patrón básico y fundamental que hemos señalado, se han derivado “especializaciones” del mismo adaptada a nichos ecológicos diferentes.

Desde hace mucho tiempo se ha distinguido los conceptos de adaptación y adaptabilidad como inversamente proporcionales. Es decir, a mayor adaptación de un animal en su medio ambiente, menor es la capacidad evolutiva