Currículum por Competencias en la Educación Superior: ¿Apariencia de efectividad?
Enviado por Sandra75 • 23 de Marzo de 2018 • 3.178 Palabras (13 Páginas) • 453 Visitas
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Por tanto, lo que establece (HAWES, 2007) ,al hablar de currículum innovador que requiere los delineamientos de un proceso de formación profesional, además de establecer qué debe enseñarse y aprenderse, cómo y cuándo, así como cuánto.
Imaginar el currículum del futuro implica tomar en consideración las características propias de una sociedad que tendrá el entorno inmediato, ya que el currículum deberá formar a profesionales que puedan ser agentes productivos, desarrolladores y generadores del cambio y la innovación.
Ningún currículo debería ponerse en marcha si no busca aportar una mejora en la persona y en la sociedad; sin embargo, el currículum implementado tiene la particularidad que algunos jóvenes, después de estudiar una carrera universitaria, no encuentran posibilidades de desarrollo en el mercado laboral; algunos otros descubren que lo que estudiaron no era lo que deseaban; y otros más deciden seguir estudiando, mientras encuentran un proyecto laboral real que les resulte atractivo produciéndose un desfasaje entre lo que se quiere para la formación de ciudadanos y lo que verdaderamente es.; y esto se debe a que no produce la renovación y contextualización de ese currículum.
Se debe tener en cuenta que hoy la educación Superior se desarrolla en el contexto de globalización y que el currículo tiene como desafío responder a esta realidad y con la llegada de la globalización también aparecieron los intereses de competencias internacionales en cuanto al valor que se le brinda al conocimiento “Algunos consideran que el conocimiento en sí mismo es el motor más potente del progreso social y económico en el mundo actual”. (MUNDIAL, 2002)
Frente a la globalización, sin embargo, algunos críticos como (OLSEN, 2000) han afirmado que la relación entre las universidades y la sociedad se está deteriorando, y han identificado a la educación superior con una empresa de servicios que tiene su mercado en la sociedad.
Ante ambas posturas las dos tienen sus ventajas ya que no podemos estar fuera de la globalización sin embargo no debería tener ser a la universidad como una compañía que solo busca que sus egresados sean “máquina de producir dinero”.
Entonces debemos preguntarnos que tipo de currículum debería implementarse para dar respuesta los requerimientos del siglo XXI .y ahí aparece la niña mimada de la Educación Superior: El currículum basado en Competencias.
Se plantea un currículo por competencias el cual tuvo su cuna con el Proyecto Tuning tanto de Europa y de América Latina.
Diversos organismos de orden nacional e internacional han divulgado documentos como la Declaración de Bolonia (1999), El Proyecto Tuning para América Latina (2004- 2007), La Declaración de la Conferencia Regional de la educación superior en América Latina y el Caribe, Cres (2008), Lineamientos para la Acreditación de Alta Calidad de programas de Maestría y Doctorado en Colombia (2008). Estos documentos de manera reiterada hacen un llamado a los actores de la educación superior, sobre la importancia de mantener la independencia y autonomía de las universidades y asegurar que los sistemas de este nivel educativo se adapten continuamente a las situaciones cambiantes, a las demandas de la sociedad y a los avances del conocimiento científico y tecnológico.
El currículum se puede definir como: “una construcción social” (GRUNDY., 1991)“Es una tentativa para comunicar los principios y rasgos esenciales de un propósito educativo, de tal forma que permanezca abierto a discusión crítica y pueda ser trasladado efectivamente a la práctica (STENHOUSE., 1988)“Es un eslabón que se sitúa entre la declaración de principios generales y su traducción operacional, entre la teoría educativa y la práctica pedagógica, entre la planificación y la acción, entre lo se prescribe y lo que realmente sucede en las aulas” (COLL, 2006)
La educación basada en competencias es una orientación educativa que pretende dar respuestas a la sociedad del conocimiento o de la información. Se origina en los requerimientos laborales, por lo que demanda a las instituciones educativas un acercamiento al mundo del trabajo. El modelo de competencias involucra ejecuciones como procesos cognitivos y afectivos, centrándose en los resultados de aprendizajes. El “saber hacer” es el núcleo central de una competencia, en torno al cual se relacionan los otros saberes: conocer, pensar, ser, convivir, sentir, compartir, etc.
En la sociedad actual, la educación y especialmente la educación superior, posee la tarea de desarrollar en los estudiantes las habilidades que les permitan operar de manera adecuada, pertinente y eficaz en esta sociedad. La incorporación de las competencias en el currículum universitario implica una serie de planteamientos, toma de decisiones y cambios en la formación universitaria. Estos cambios tienen como objetivo desarrollar y diseñar la formación universitaria como un proyecto formativo integrado, es decir, un plan de actuación pensado y diseñado en su totalidad; que tiene la finalidad de “obtener mejoras en la formación de las personas que participan en él”, y que como proyecto es una unidad con manifiesta coherencia interna (ZABALZA, 2003)
En el contexto señalado surge la importancia del currículo basado en competencias, que permite a la universidad dar fe de los aprendizajes logrados y facilita la incorporación temprana de los egresados al mercado laboral.
Desde otra perspectiva, se señalan las complejidades, las dificultades y las tensiones que debe enfrentar el mundo universitario entre los requerimientos académicos y las demandas de la sociedad y del sector productivo. Se pueden mencionar sobre el particular cuatro aspectos relevantes: El contexto, el enfoque de competencias, las ideas formativas versus las necesidades del mundo laboral.
En cuanto al modelo curricular; que se asume está inspirado en los fines, principios y misión de la Universidad, fundamentándose en una concepción orientada a una educación superior de calidad. En tal sentido, persigue la formación integral del ser humano: de profesionales con valores éticos y morales.
Esta concepción asume al ser humano como sujeto principal del proceso educativo, y al currículo como estrategia de cambio y desarrollo académico de la institución; como proyecto educativo que articula el deber ser y la realidad del quehacer y corno plan de acción que concretiza los principios y valores institucionales.
Los contenidos curriculares han sido entendidos como fundamentales para la integración de las actitudes, competencias cognitivas y procesos
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