Derecho a la educacion en Lambayeque

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El distrito de Chiclayo se descompone en dos pueblos: Chiclayo y Pimentel y haciendas que son: Calupe, Collud, Calera, Combo, Pomalca y Samán. La provincia de Chiclayo, representaba un 39.8% de la población departamental; mientras que en la provincia de Lambayeque, equivalía a un 60,2% de la población. Los distritos de mayo concentración urbana de la provincia de Lambayeque, eran: Salas y Lambayeque; mientras que la Provincia de Chiclayo, lo eran Chiclayo y Monsefú.

¿Cómo se expresó el hecho educativo en este marco espacial y demográfico?

Al referirse a las características de la educación en este momento de organización, y específicamente de la educación primaria, Basadre nos ha dicho que:

“Los males del régimen de la educación primaria vigente a partir de 1855 había sido en lo fundamental, el escaso desarrollo alcanzado por este nivel de enseñanza en el país, la existencia de presupuestos rígidos empírica o impuramente distribuidos por el Congreso, la falta de fondos especiales destinados a la construcción, el equipamiento de escuelas y el pago de preceptores y, por último, el desconocimiento total de las funciones que podían desempeñar un cargo de inspectores, a pesar del luminoso decreto de José Simeón Tejada que creó estos funcionarios y de las recomendaciones a favor de ellos en la memoria presentada en 1872 por el Ministro Melchor García”

Estos aspectos de la realidad nacional se expresarán en la particular realidad del departamento de Lambayeque pues, existió un abandono de la educación, expresado en la escasa proliferación de escuelas, dificultades financieras en el pago de los preceptores (maestros de esa época) así como en la organización y dirección del proceso educativo local.

Será con posterioridad, cuando el país vivía la experiencia de la municipalización de la educación, durante el régimen de Manuel Pardo, y al darse la Ley especial del 10 de Julio de 1875, la misma que fue promulgada por el Presidente del Congreso en 1877, que se posibilitarán nuevas condiciones para la expansión de la educación en Lambayeque, pues en esta ley se llega a normar las rentas para las escuelas primarias. Estas rentas fueron de tres tipos:

a) Los fondos a ellas dedicadas por ley especial o con ese objeto adquiridos por medios legales.

b) El 10% de los terrenos irrigados o que se irrigaren por cuenta del Estado o las municipalidades.

c) El producto de la contribución personal que se cobraría a todos los vecinos mayores de 21 años; excepto a los mayores de 60, los inválidos, los individuos de tropa y los inmigrantes contratados. “Esta contribución no debía exceder al semestre de dos soles en la costa y de un sol en el interior. El déficit que surgiere en el sostenimiento de los escuelas sería abonado por las cajas rurales”.

Es necesario destacar que lo que corresponde al periodo entre 1850 y 1879, encontraremos los hitos importantes en la instrucción lambayecana: la instalación del “Colegio Nacional de San José” de Chiclayo, el 18 de setiembre de 1859 y la fundación del primer colegio de educación femenina en el departamento de Lambayeque, el Colegio Nuestra Señora de la Concepción, en el año de 1869.

En la Memoria presentada por el Ex Prefecto del Departamento de Lambayeque don Teodorico Terry se señala que en 1890 el Concejo Provincial de Chiclayo “tenía funcionando 19 escuelas con 1938 alumnos matriculados, siendo el promedio de asistencia diaria de 1177; mientras que en el año 1891 las escuelas aumentaron a 24 con 3481matriculados y 2253 asistentes; de tal manera que el año último han concurrido con regularidad a sus escuelas 1076 niñas más que el anterior. La provincia de Lambayeque solo contaba en el año 90 con 12 escuelas, 1882 alumnos matriculados y 535 asistentes; y en el año siguiente, aquellos habían aumentado a 20, con 1585 niños matriculados y 1070 asistentes.

Igualmente, en la memoria del Ex Alcalde del Concejo Provincial de Chiclayo, Dr. Pedro Pablo Chacaltana refiriéndose al estado de la Instrucción Pública de Chiclayo a 1891, refería que:

“La Instrucción Pública, áncora de la salvación de nuestra patria, ha sido atendida preferentemente. Al instalarse el Concejo que ha tenido la honra de presidir, existían esta capital y sus suburbios, tres escuelas de varones y tres de mujeres, con una asistencia media de 600 a 700 alumnos. Estos establecimientos carecían en parte, de mobiliario y de útiles de enseñanza y, en sus exámenes semestrales, era escaso el número de alumnos que se presentaban a estos actos; siendo esto originado, casi siempre, por la asistencia irregular de los niños a sus respectivas escuelas”.

En ese mismo documento se señalan problemas como:

“A pesar de la escasez de fondos municipales para subvenir a los crecidos gastos que demandan las escuelas, fuera de los presupuestados, se ha dotado a estos establecimientos, de mobiliario refaccionado algunos locales y obtenido otros más cómodos y aseados que puedan contener mayor número de alumnos. En los demás distritos de la Provincia, las escuelas funcionan con provecho y regularidad, siendo muy raro el pueblo donde funcionen, cuando menos dos escuelas municipales, sólo en el distrito de Picsi no existía ningún establecimiento de instrucción; pero con las medidas tomadas por la Alcaldía se ha conseguido instalar unas escuelas de varones”.

En resumen, desde inicios de la última década del siglo pasado encontramos un franco proceso de expansión de la educación en el departamento de Lambayeque, la vigencia del modelo de educación por la vía de los municipios y las serias limitaciones presupuestarias que surgían los planteles para atender a la cada vez más creciente población escolar.

La distribución de las Escuelas Municipales en las dos provincias de Lambayeque en 1890 y 1891 muestra una tendencia ascendente. Así en 1890 la provincia de Lambayeque tenía doce escuelas municipales, de las cuales ocho eran de hombres y cuatro de mujeres. Sus preceptores eran en total catorce de los cuales ocho eran intitulados y seis tenían título, y en cuanto a género, nueve eran hombre y cinco mujeres. En lo que corresponde a alumnos, a esa fecha se tenía un total de 882 matriculados de los cuales 649 eran hombres (73,6%) y 233 mujeres (26,4%). Las cifras de por sí muestran la relación desigual en el ejercicio de la enseñanza al predominar los preceptores intitulados así como la relegación de la educación femenina en comparación con el acceso que tenían los hombres. En 1891 se produce un incremento