ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS PARA MEJORAR EL TRASTORNO DE DISFEMIA EN EL APRENDIZAJE DE LOS NIÑOS..

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Existen varios tipos de tratamientos que podría curar o mejorar la disfemia entre ellos están la de tipo farmacológico, terapéutico y las tecnológico, que han sido utilizadas por terapeutas y especialistas durante casos importantes y crónicos del trastorno del habla, especialmente el tecnológico que en la actualidad ha tenido mayor aceptación por sus buenos resultados en pacientes disfémicos, pero también es “necesario la vinculación de la familia, desde la detección del trastorno oral del niño, con las vías y modos de actuación para propiciar un adecuado ambiente comunicativo” (Cepero Maria, 2016).

A pesar que el niño o adolecente este pasando por un tratamiento guiado por el terapeuta, es fundamental la intervención de la familia para que sean participe de los cambios favorables que tenga el niño durante el periodo que dure el tratamiento, por eso es necesario que adquieran conocimiento del problema a tratar para entender y brindar apoyo durante su proceso de mejoramiento.

Según (Castillo, 2011) , los tratamientos no solo favorecen al mejoramiento del habla sino también “trata de un proceso evaluador de gran complejidad, que consideran aspectos como variedad de los síntomas y situaciones que presentan los niños, determinando si se trata de una disfemia de evolución o de una disfemia que puede hacerse crónico.” (pág. 38).

De acuerdo a lo que señala el autor, los tratamientos permiten mejorar y evaluar el trastorno, distinguiendo los síntomas principales para determinar el nivel de cronicidad que presenta el niño y según los resultados se da inicio al tratamiento individualizado.

La Terapia Preventiva tiene como función principal proteger y defender al niño que padece este trastorno de toda la gente que intenta corregirlo, ya que ejercen presiones sobre su habla, tratando de que se exprese normalmente sin repeticiones de palabras, pero esto no ayuda a corregir el problema sino hacerlo más crónico, poniéndolo al niño nervioso, deprimido y angustioso afectando su personalidad.

Por un lado (Hernandez Janeth, 2014) manifiesta que “la terapia de la tartamudez es un hecho controversial, debido a los escasos estudios que documenten la eficacia de las intervenciones”. Es decir que estos tratamientos pueden mejorar el trastorno, pero no lo elimina y especialmente en la edad adulta, donde es más difícil tratar la disfemia, debido a su nivel de cronicidad por la razón que las terapias no ayuden a su trastorno.

En cuanto a las tipos o clases de disfemia se puede explicar de 3 maneras según establece (Castillo, 2011).

De tipo genético que considera la incidencia de la tartamudez en familias de quienes presentan este trastorno o también pude ser durante el proceso de formación del feto en el embarazo. Es decir, que este trastorno se puede generar por la incidencia familiar o por el embarazo la madre ha pasado por diferentes problemas como maltrato o sufrimientos, que afecta al feto en su estado neurológico.

De tipo Psicológico que puede ser el resultado de un trastorno de personalidad y de causas emocionales como la inseguridad y la ansiedad. Esto conlleva a una serie de problemas adquiridas durante el desarrollo tanto en la niñez o adolescencia, que afecta la personalidad del individuo y se manifiesta en varios trastornos como la Disfemia.

De tipo lingüístico: Es el insuficiente desarrollo de las habilidades verbales que afecta la fluidez del habla. En la cual este tipo es fundamental, para poder comunicar lo que sentimos o pensamos de manera espontánea, y la presencia de este problema dificulta establecer concordancia y fluidez en lo expresado.

Cada una de estas clases o tipos inciden al desarrollo de la disfemia, afectando la normal comunicación del individuo, además están acompañadas por una serie de síntomas físicos emocionales y motores que incide a la personalidad a la integración y socialización de la persona hacia los demás, al presentar conducta de evitación y temor al rechazo al no poder expresar lo que siente o quiero comunicar, afectando la parte emocional y psicológica de la persona que padece de este trastorno.

Esto nos hace reflexionar que, en la actualidad, existe mayor índice de problemas y factores sociales como el consumo de drogas, embarazos adolescentes, consumo de bebidas alcohólicas y violencia intrafamiliar, puede que incremente el porcentaje de disfemia en los niños. Pero no se ha realizado un análisis más profundo para obtener si estos factores están afectando en la actualidad a los niños.

La expresión verbal del disfémico “manifiesta una evidente dificultad expresiva, por ausencia de control en la emisión de palabras que conforman el lenguaje”. (Castillo, 2011, pág. 29). Permitiendo identificar los síntomas principales de este trastorno como:

La repetición de palabras y silabas durante un dialogo, la interrupción espasmódica de la fluidez verbal, dificultad para comunicarse o expresar algo, angustia por no hablar en público, tensión en la lengua durante los fonemas oclusivos, tensión corporal, alteración en la capacidad intelectual, alteraciones prosódicas y conducta de evitación. (pág. 29)

Estos síntomas son evidentes y detectables durante las actividades que realiza el individuo como participar en debates, hablar por teléfono, ir de compras o entablar una conversación donde se utiliza el lenguaje como medio para comunicarse, además de perjudicar a su expresión verbal y fluidez de palabras, manifestándose en el habla del niño los sonidos se obstaculizan y las palabras se cortan ósea no las repite completamente, afectando el entendimiento por parte del oyente.

Es fundamental tomar en cuenta la parte psicológica del individuo especialmente en la etapa escolar, donde se están formando los rasgos de personalidad del niño como timidez, introversión, por lo cual “las personas con tartamudez presentan dificultades para comunicarse de manera afectiva con los demás, influyendo negativamente en el desempeño social, ocupacional y emocional” (Hernandez Janeth, 2014).

El autor hace referencia la tartamudez como un problema que no solo afecta la comunicación, sino influye en la personalidad afectando principalmente a niños que durante el proceso de este trastorno que marca su etapa escolar y social.

2. La Disfemia como necesidad educativa.

Es importante destacar la responsabilidad que el sistema escolar tiene al tratar con estos trastornos de comunicación como la disfemia en los niños, que afecta el rendimiento y participación del estudiante en clase, por tal razón deben desarrollar actividades