ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS PARA MEJORAR EL DESARROLLO DE LA LECTURA EN LOS ALUMNOS DEL TERCER GRADO
Enviado por Ninoka • 1 de Noviembre de 2018 • 15.319 Palabras (62 Páginas) • 665 Visitas
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CAPITULO I
1.1.- ANTECEDENTES
La calidad de la educación se ha convertido en un tema permanente en la agenda pública mexicana. Los altos índices arrojados por los test de medición, cada año ratifican los graves problemas que presentan nuestros estudiantes, respecto de los estándares mínimos de aprendizajes correspondientes a los niveles sometidos a estas evaluaciones. Por otra parte, constituye uno de los aspectos más preocupantes del estado la calidad de nuestra educación, la importante brecha que no da tregua entre los colegios de sectores más acomodados respecto de los colegios de sectores pobres, lo que se traduce en un factor de relevancia que acentúa la desigualdad presente en nuestra sociedad.
En datos recientes aportados por la UNESCO, el número de analfabetos adultos en América Latina asciende a 40 millones de personas, cifra que no incluye a los analfabetos funcionales, resultado de la ausencia de estrategias didácticas dirigidas a la formación de lectores y personas que sepan realmente escribir, y no sólo reproducir textos escritos[1].
Estos analfabetos son los adultos que egresaron de la escuela sin saber realmente hacer uso de la lengua escrita; aún cuando una de las finalidades de la educación básica es formar lectores e individuos productores de textos escritos, de carácter funcional y artístico.
Esta realidad hace necesario que el proceso de enseñanza de la lectura se desarrolle en un ambiente que propicie la participación activa y crítica de los alumnos.
Este documento busca abordar aspectos teóricos relativos a la importancia del fomento y desarrollo de una práctica escolar que releve el desarrollo de capacidades lectoras comprensivas en los niños y las niñas de educación básica, sustentándose para ello en autores y pedagogos de gran relevancia y que han desarrollado entre sus temas más importantes la valoración de la lectura como espacio de crecimiento.
Uno de los grandes desafíos ante los cuales se encuentran los y las educadores es conseguir que los niños y las niñas, dentro del proceso general de conocer, se adueñen del lenguaje y de sus textos, para que se conviertan en lectores de las palabras que les hagan sentido en la medida en que se van construyendo histórica y socialmente como sujetos.
Es tarea de la didáctica otorgar estrategias e instrumentos para que el aprender cuente con el apoyo necesario para que los niños se dispongan a hacerse socialmente actuantes en la tarea de construir conocimientos. Es decir, le corresponde a la didáctica proponer unas formas de acción, unos instrumentos y unos recursos que ayuden a alcanzar los fines pedagógicos deseables.
Es importante tener en cuenta que para que se produzca el aprendizaje se requiere de la acción. Esto quiere decir que son necesarias tareas y actividades que permitan un procesamiento de la información, una relación de las ideas, aplicación, análisis, una síntesis, un juicio crítico.
La preparación de clases y de las actividades a desarrollar para motivar a sus estudiantes al aprendizaje efectivo exige un largo y cuidadoso trabajo en donde debieran estar incorporados los siguientes enunciados y otros que sean pertinentes según el contexto en donde actúa la escuela, para ello, es necesario incorporar algunas estrategias didácticas que permitan que el niño, tenga la capacidad para aprender a leer, tales como:
- Incorporar el conocimiento previo del niño como parte de la construcción de sus aprendizajes.
- Combinar la lectura con la escritura superando la dicotomía existente entre ambas en los procesos de aprendizaje, la relación entre leer y escribir, entendidos como procesos que no se pueden separar.
- Permitir que los niños y las niñas tengan distintas opciones dentro de un marco establecido con claridad. En este aspecto el maestro guía, orienta, media entre el estudiante y la actividad ha desarrollar.
- Enseñar procedimientos de carácter estratégico para que los estudiantes puedan desarrollar habilidades que les permitan leer en forma autónoma y productiva en donde la lectura sea un recurso para sus aprendizajes y también constituya un canal de abertura al mundo.
De acuerdo con Camilloni las estrategias didácticas son “las formas en que el docente crea una situación que permita al alumno desarrollar la actividad de aprendizaje”[2], es decir, hacer referencia a una acción planeada especialmente para una situación concreta.
Al respecto, Fairstein y Gyssels indican que una estrategia didáctica puede planificarse para una clase o una serie de ellas, especificando la forma de organizar el grupo, el orden de presentación de los contenidos, la preparación del ambiente de aprendizaje, el material didáctico a utilizar las actividades a realizar por los alumnos y el tiempo para cada una de ellas[3].
Existen diversas estrategias y la variedad depende de la creatividad del educador, por tanto, es recomendable combinar y articular diferentes estrategias de enseñanza a lo largo del tratamiento de un contenido, en diferentes clases o dentro de una sola.
Para planificar las estrategias se debe organizar una esquema o mapa del contenido que quiere enseñar a trabajar con los alumnos, por cuanto esto le va a permitir al maestro analizar qué posibles actividades se podrían hacer sobre ese contenido, decidir por qué tema es mejor comenzar, anticipar cuántas clases va a necesitar para los distintos temas y organizarlas, analizar qué partes podrían conectarse con lo que los alumnos ya saben y cuáles con lo que a ellos les interesa.
Asimismo, se debe considerar al momento de planificar las estrategias, utilizar a lo largo del desarrollo de un contenido y en las diferentes sesiones de clase, estrategias didácticas alternativas a la exposición directa en las cuales se planteen actividades como juegos o actividades en los que los niños deban reinventar los conceptos, utilizar formas de expresión no verbal como dramatizar, pintar en relación al tema que se está tratando, realizar trabajos de campo, entre otros.
Para iniciar y finalizar la clase se sugiere al maestro informar a sus alumnos sobre lo que van a trabajar, cómo se va a desarrollar la clase, iniciar la clase con preguntas relacionadas con el tema que se expondrá. Para culminar la clase, se sugiere hacer siempre un resumen o cierre de la clase.
Los alumnos, sobre todo, los que viven en medios urbanos, empiezan a leer y escribir antes de ir a la escuela, pues están rodeados de signos escritos, como los que aparecen en sus juguetes,
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