El niño como sujeto social

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Es importante mencionar que se comienza a transformar la visión de que el desarrollo del niño se produce exclusivamente ligado a la sociedad en la que vive. Pues en la teoría sociocultural, se ven ligado el individuo y los procesos sociales que da comienzo a ver al infante como parte de una sociedad.

Es como llegamos al paradigma sociológico donde encontramos las teorías sociológicas clásicas y contemporáneas. Retomando las teorías clásicas, podemos decir que se comienza a ver al niño como parte de la sociedad, se habla de socialización, que de acuerdo a Parsons, 1959 citado en el texto de sociología de la infancia: las niñas y los niños como actores sociales de Pavez, debe producirse dentro de la familia, con la complementariedad de otras agencias como la escuela y el grupo de iguales. Es decir, este nuevo enfoque de la infancia propone que los niños deben ser vistos como sujetos sociales desde que nacen, con derechos propios y con capacidades y habilidades para pensar, aprender, actuar, participar y decidir, dónde se les tome en cuenta dentro de una sociedad. Aunque las teorías sociológicas clásicas y contemporáneas tratan de ver al niño como sujeto social, aún en las clásicas son vistos dentro de una sociedad pero no teniendo un papel protagónico dentro de las mismas, pues apenas comienza este reconocimiento de que los niños y las niñas tienen derechos.

En el enfoque sociológico contemporáneo, se intenta dar un papel más autónomo a la infancia dentro de la sociedad. Considerando al niño como sujeto activo, capaz de construir por sí mismo el conocimiento, no es el adulto el que tiene que proporcionarlo.

Finalmente es preciso decir que las teorías psicológicas, ven a los niños como sujetos pasivos a la familia como la responsable del proceso de transmisión cultural y como su papel principal introducir a sus miembros a todas las situaciones que lo llevaran a ser parte de una sociedad, siendo ésta el lugar de aprendizaje. Por otro lado, las teorías psicologías ven al niño en un papel más activo, donde ellos sean los precursores de su propio aprendizaje.

De manera particular puedo decir que analizar estos dos paradigmas me permitió ver que no es posible inclinarnos a uno de ellos exclusivamente, pues a lo largo de los años las teorías han ido evolucionando en sus posturas, tienen aspectos que ayudarán a atender lo que como docente se debe favorecer en los niños preescolares, ya que poder llegar a considerar a un niño como sujeto social primero se debe entender el proceso de adaptación que tienen, su forma de ser y de pensar, patrones y conductas que ellos manifiestan, y de qué manera el docente debe actuar para poder lograr alumnos que logran ser actores sociales que participen dentro de una sociedad.

El verdadero reto, considero es que como docente seas capaz de proporcionarle a tus alumnos las herramientas necesarias para que mientras sean constructores de su propio conocimiento, sean participantes activos dentro de una sociedad.

Referencias:

- Pavez, S. I., 2012. Sociología de la Infancia: las niñas y los niños como actores sociales. Revista de sociología.

- Secretaria de Educación Pública, 2011. Programa de Educación Preescolar, 2011; Guía para la Educadora. México.

- Hernández, R. G. 1998. Paradigmas en psicología de la educación. Paidós.

- Gaitán, M. L. 2006, La nueva sociología de la infancia. Aportaciones de una mirada distinta. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. UCM.