Ensayo sobre las políticas para luchar contra discrminación laboral por género en el Perú.

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Políticas de mejora

1- Necesitamos ayudar a cambiar la tradición empresarial en nuestro país. Esto puede darse a través de la exhibición de resultados por parte de líderes mujeres en el medio. Dejar de seguir utilizando los medios de comunicación que, lamentablemente, siguen denigrando a la mujer, en lugar de dignificarla. Los logros académicos, científicos, empresariales que la mujer obtiene debe ser elogiados de forma que se genere una nueva "tendencia", en base a resultados. Las organizaciones del futuro necesitan no sólo contar con "presencia femenina" sólo para callar las bocas, sino porque en realidad mujeres o hombres, son capaces y lo suficientemente calificados para trabajar ser líderes.

2- El trabajo de la mujer está sobrecargado y para que pueda desarrollarse totalmente necesita que sea apoyada desde casa. Una mujer profesional también trabaja en casa, es decir realiza lo que se llama: "trabajo no remunerado", con los hijos, la familia, el esposo, etc. A diferencia del hombre que por lo general no realiza trabajo casero, y puede dedicar mayor tiempo de horas al mes para producir mayores resultados, y por ende ampliar sus oportunidades de crecimiento. Por ello resulta fundamental que la mujer profesional pueda tener un apoyo dentro de su entorno y confianza para que pueda ser capaz de trabajar y rendir lo mismo que un hombre puede, así convertirse en un prospecto de líder de igual magnitud que un hombre.

3- Impulsar la educación sin distinción de género. En algunas familias con recursos limitados, se puede ver, claramente, que a la hora de dar oportunidades de crecimiento laboral o académico, se sigue eligiendo al varón frente a la mujer. Tenemos arraigado, sobretodo en las zonas rurales, esa tradición machista donde es el hombre quien debe de estar mejor preparado que la mujer porque es su responsabilidad. Necesitamos trabajar a fondo para que estas ideas retrógradas dejen de hacer daño. La educación es pieza fundamental tanto para hombres y mujeres y puerta al éxito en cuanto a desarrollo profesional. Por ello, necesitamos que las políticas de inclusión abarquen todos los niveles, que las oportunidades sean iguales.

El cambio en nuestro país debe de iniciar en casa, y contagiando las buenas ideas. Evidenciando, sin temores, que la mujer es capaz de ser líder y de desarrollarse igual o mejor que un hombre. Las empresas del mañana necesitarán de gerentes que no discriminen hombres ni mujeres, sino más bien que potencie sus habilidades y les de la oportunidad de liderar. No podemos darnos el lujo de perder oportunidades de crecimiento por pensamientos retrógadas, anticuados, tradicionalistas. El mundo necesita más mentes brillantes y si estas están en las mujeres, necesitamos que ellas ahora guien. Los resultados serán suficientes para evidenciar que la mujer es capaz y ya no existe paredes de cristal.