: Espacio de la practica docente II..
Enviado por Stella • 16 de Marzo de 2018 • 1.464 Palabras (6 Páginas) • 546 Visitas
...
b. Se trata de una postura que malversa el cuerpo vivido como un referente material para la construcción de formas subjetivas de oposición, prácticas materiales, y formaciones culturales, llamada zonas de emancipación.
c. La resistencia como forma de encarnamiento aún se puede tener en cuenta, en este caso, no por la aleatoriedad del significante o por el excedente del significado implicada en todo símbolo, sino denomina “el cuerpo y la imposibilidad de que se agote en sus representaciones…el posicionamiento específico del cuerpo en las prácticas económicas, políticas e ideológicas.”
d. vemos la importancia de conceptualizar el cuerpo no como un lugar para la reconciliación de las luchas conscientes e inconscientes, sino como una serie de técnicas y montajes históricamente específicos que el cuerpo es “el instrumento y el objeto de su propia elaboración…de su propio manufacturado”
El problema de las escuelas no radica en que ignoren los cuerpos, sus placeres, ni el sufrimiento de la carne, sino en que infravaloran el lenguaje y la representación como factores constitutivos en la formación del cuerpo/sujeto como el creador del significado, la historia, la raza y el género. Nosotros no existimos simplemente como cuerpos; tenemos cuerpos -no sólo porque hayamos nacido dentro de ellos sino porque aprendemos nuestros cuerpos, es decir, porque somos enseñados a pensar sobre ellos y a experimentarlos. No somos sólo cuerpos femeninos o cuerpos masculinos, sino también cuerpos afroamericanos, cuerpos blancos, cuerpos chicanos, cuerpos judíos, cuerpos mexicanos, etc.
6. Una pedagogía del cuerpo/sujeto posmoderno puede ayudar a los educadores a comprender mejor cómo el cuerpo resiste e intenta reconstruir significados más allá de la normativa y de los sistemas de significación disponibles, retando y rompiendo los discursos que limitan el espacio de la subjetividad, Por otra parte, las escuelas, donde estas nuevas maestras ejercerán su profesión, no son lugares neutrales sino más bien espacios políticos construidos históricamente y determinados socialmente, espacios de conflictos, confrontación y relaciones de poder.
Los educadores quienes tenemos la responsabilidad de invitar a docentes y alumnos/as en formación, a analizar ciertos significados que pretenden homogenizar la experiencia de cada uno. Cada uno en formación es un cuerpo/sujeto singular que se transforma en ese devenir de los discursos educativos y de las relaciones de poder para abrirse a las posibilidades de construir otros significados, desde la reflexión, el conocimiento y la experiencia y, como sostiene Mc Laren, contribuir a la superación de la formación como una suma de destrezas técnicas.
...