GENEALOGÍA EPISTEMOLÓGICA DEL SER ENFERMERO
Enviado por Sandra75 • 26 de Marzo de 2018 • 2.427 Palabras (10 Páginas) • 602 Visitas
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4. Aprendizaje Basado en Competencias (ABC), mediante la articulación de contenidos conceptuales (conceptos), actitudinales (actitudes) y procedimentales (habilidades).
5. El autor opone dos cuestiones sustanciales a esta definición: la primera es que la salud se presenta como un estado utópico, ya que ningún sujeto está en condiciones de lograr un estado de completo bienestar, si no que es proceso relativo y continuo. La segunda cuestión es la confrontación del concepto de enfermedad como opuesto a la salud, haciendo entender que la presencia de enfermedad hace imposible la coexistencia de la salud
6. nadie posee un estado de completo bienestar, la enfermedad es un factor que disminuye el grado de bienestar de las personas ya que existen muchísimos otros elementos que influyen en la elevación o disminución de dicho grado de bienestar, la actividad física, el trabajo, la vivienda, la alimentación, el reposo, la recreación entre otros, desde el punto de vista holístico la salud es toda experiencia vivida por el sujeto durante su crecimiento y desarrollo incluyendo la enfermedad.
7.
CONOCIMIENTO VULGAR
CONOCIENTO CIENTIFICO
No da justificación a sus hallazgos
Sus afirmaciones tienen fundamentación
Sus resultados son declarados dogmáticamente verdaderos
Busca sistemáticamente la verdad
Se trasmiten de persona a persona
Es riguroso
No son exactos
Sus resultados son verificables
- La salud actual está orientada hacia los cuidados de la persona en forma integral e integrada en su habitad, y su cultura. El cuidado va dirigido al bienestar y a dar respuestas a sus necesidades; desde una perspectiva holística; basando el ejercicio profesional en el cuidado humano y cultural.
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En el de categorización; la enfermería se limitaba sólo a los cuidados de una forma empírica; luego con las escuelas hospitalarias; adquirieron una base científica en sus atenciones; pero dejan de lado el cuidado del sujeto y se orientan a asistir al médico.
- La relación entre persona cuidada y el enfermero es recíproca, es decir se benefician ambos en la interacción.
14. En el de transformación se trata de humanizar el cuidado y se tiene en cuenta el cuidado cultural y la dedicación. Hay una interacción con el paciente.
15.
Mayeroff describe ocho componentes del cuidado, que no deben faltar en este artículo, pues es necesario que toda persona que pretende brindar cuidados, las conozca y aplique para que realmente el paciente se sienta satisfecho del cuidado recibido así como ella misma.
Los principales componentes del cuidado según este autor son: conocimiento, ritmos alternados, paciencia, sinceridad, confianza, humildad, esperanza y coraje. El autor hace una descripción de cada uno, los cuales se resumirán de la siguiente manera:
Conocimiento: Para cuidar de alguien, debo conocer muchas cosas. Necesito conocer, por ejemplo, quién es el otro, cuáles son sus poderes y limitaciones, cuáles sus necesidades, y lo que conduce a su crecimiento; preciso saber cómo responder a sus necesidades, y cuáles son mis propios poderes y limitaciones.
Ritmos Alternados: No puedo cuidar apenas por hábito; debo ser capaz de aprender a partir de mi pasado. Veo cuantos comprenden mis acciones, si ayudé o no, y a la luz de los resultados, mantengo o modifico mi comportamiento de modo de poder ayudar mejor al otro.
Paciencia: La paciencia es un componente importante del cuidado: yo dejo al otro crecer en su propio tiempo y de su propia manera. Con paciencia, yo doy tiempo y por lo tanto posibilito al otro encontrarse a sí mismo en su propio tiempo. La paciencia incluye la tolerancia. La tolerancia expresa mi respeto por el crecimiento del otro.
Sinceridad: En el cuidado soy sincero al intentar ser verdadero. Al cuidar de otro, debo ver al otro como él es y no como a mí me gustaría que fuese, o como siento que debe ser. Si voy a ayudar a otro a crecer, debo corresponder a sus necesidades de cambio. Pero además de ver al otro como él es, debo también verme a mí como yo soy. Soy sincero al cuidar, no por conveniencia, sino porque la sinceridad es parte integrante del cuidado.
Confianza: El cuidado implica confiar en el crecimiento del otro en su propio tiempo y de su propia manera. Al cuidar de otra persona confío en que él va a errar y a aprender de sus errores. Confiar en el otro es dejarlo en libertad; esto incluye un elemento de riesgo y un salto a lo desconocido, y ambos exigen coraje.
Humildad: El hombre que cuida es sinceramente humilde cuando se dispone a aprender más sobre el otro y sobre sí mismo, y sobre aquello que el cuidado comprende. Una actitud de no tener nada más que aprender es incompatible con el cuidado. La humildad también está presente al tomar conciencia de que mi cuidado específico no es de forma algún privilegiado. Lo que es significativo en última instancia no es si mi cuidado es más importante que su cuidado, pero sí que el hombre es capaz de cuidar y que tenga algo de que cuidar. La preocupación en saber cuál es el cuidado más valioso me desvía del cuidado.
Esperanza: Existe la esperanza de que el otro crezca a través de mi cuidado. No debe ser confundido con la esperanza irrealizable ni con las expectativas infundadas. Tal esperanza es una expresión de plenitud del presente, un presente vivo con una sensación de posibilidades. Al contrario, donde no hay posibilidades de nuevo crecimiento habrá desespero.
Coraje: Confiar en el crecimiento del otro y en mi propia capacidad de cuidar me da coraje para lanzarme a lo desconocido, pero también es verdad que sin el coraje de lanzarme a lo desconocido tal confianza sería imposible. Es claro que cuanto mayor sea la sensación de lanzarse a lo desconocido, mayor será el coraje exigido para cuidar.
La enfermera y el enfermero para impartir cuidado humano debe poseer actitudes, aptitudes, cualidades y habilidades personales que le permitan aplicar todos los componentes del cuidado humano descritos por Mayeroff, durante su vida personal y profesional, en sus diferentes roles
16.
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