La Reforma Educativa en Guatemala.

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B. Establecer una estrecha relación entre la escuela y la vida cotidiana en sus ámbitos local, regional y nacional.

C. Generar contenidos de aprendizaje y vivencias propias del ambiente escolar, proyectándose desde éste al ambiente familiar, comunitario, regional y nacional.

El maestro como eje de la reforma educativa.

Su esfuerzo está encaminado a desarrollar los procesos más elevados del razonamiento y a orientar en la interiorización de los valores que permitan la convivencia armoniosa en una sociedad pluricultural, debido a esto se considera al maestro como uno de los ejes centrales en el proceso de educación y en el desarrollo de la reforma educativa.

No importa cuáles sean las denominaciones con las que se ha definido esta práctica: maestro, profesor, enseñante o docente; existe una amplia evidencia del interés por analizar dicha práctica aun antes de que se conformara el sistema educativo del estado nacional.

Tengamos presente que la actividad docente, tal como la conocemos, sólo se conformó en cuanto se fue estructurando el sistema educativo.

El alumno y alumna como eje de la reforma educativa.

Constituyen el centro del proceso educativo. Se les percibe como sujetos y agentes activos en su propia formación, además de verlos como personas humanas que se despliegan como tales en todas las actividades.

Educación para el trabajo.

Las interrogantes planteadas cuestionan al ministerio de educación, ciencia y tecnología. Desde aquí se inicia esta línea de acción con la convicción de que invertir el tiempo en Educación y Formación para el trabajo, supone generar las condiciones para fortalecer los procesos de inclusión social a partir de la construcción de un proyecto de vida, en una apuesta a la configuración de la identidad del sujeto. Como señala Castel en el 97, en el mismo siglo en que se construye la condición salarial del trabajador, se destruye dicha condición en la medida en que se precariza el empleo, se modifica el significado mismo del concepto de trabajo como consecuencia del proceso de flexibilización laboral, y se vulneran las condiciones de inclusión al mundo laboral.

Educación para la política.

La educación para la política y vida en democracia es gran desafío de todas las sociedades, trasciende fronteras locales, nacionales e internacionales y desdibuja asimismo las fronteras entre el aula y el mundo. Inculcar a la vez el ideal y la práctica de la democracia, representa un desafío tanto para el sistema político, como para el sistema educativo nacional. La consolidación y el desarrollo de la democracia dependen no sólo del conocimiento de los valores democráticos, sino también y de manera decisiva, del aprendizaje y puesta en práctica de los mismos.

Educación para la paz.

Es preciso extender la convicción de que la educación para la paz es una necesidad, no un lujo superfluo o una moda coyuntural y que mejor que haciendo éste trabajo de sensebilización a través de personas que son a su vez agentes sociales y que puedan transmitir éstos valores al resto de la población.

Educación para el desarrollo.

Busca incrementar la atención y el entendimiento de cómo los asuntos globales afectan el día a día de los individuos, comunidades y sociedades, y como todos podemos influir de manera global.

La educación para el desarrollo es un proceso que busca contribuir al desarrollo humano, social y económico de los países.

Educación ambiental.

Es un proceso dinámico y participativo que busca despertar en la población una conciencia que le permita identificarse con la problemática ambiental, tanto a nivel general (mundial), como a nivel específico (medio donde vive), busca identificar las relaciones de interacción e independencia que se dan entre el entorno o medio ambiente, y el hombre, así como busca promover una relación armoniosa entre el medio natural y las actividades humanas a través del desarrollo sostenible.