Los Orígenes de la Escuela Nueva

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Sin embargo, y aunque un poco tardíamente, el movimiento de la Escuela Nueva llegó a los centros oficiales, y se distinguieron 4 tipos de instituciones adscritas:

- Las Escuelas Nuevas propiamente dichas, de carácter privado, inspiradas en las experiencias inglesas de Abbotsholme.

- Las escuelas experimentales, de carácter científico y ligadas generalmente a una Universidad, a la que servían de centro de prácticas pedagógicas. La principal influencia era la Escuela-Laboratorio fundada por Dewey en Chicago.

- Las escuelas activas, tanto públicas como privadas, e inspiradas por los creadores de nuevos métodos educativos, y que servían como centro de experimentación de esos procedimientos didácticos.

- Las escuelas de ensayo y reforma, que básicamente eran escuelas públicas en las cuales, por el entusiasmo de alguna autoridad educativa, se llevaba a cabo alguna experiencia renovadora, y que posteriormente pretendía generalizarse al resto de instituciones oficiales.

Casi todas las experiencias innovadoras en escuelas públicas se vieron acotadas por la legislación general respecto de los desarrollos curriculares y de seguir ciertas normas organizativas, lo que limitó en parte el alcance de los ensayos.

No obstante existió una experiencia particular, en Alemania y luego del final de la primera guerra mundial, en la cual participaron cientos de profesores. Se denominaban “comunidades escolares” y su modelo era precisamente el no tener un modelo a priori. Los niños se agrupaban espontaneamente en torno al docente y hacían con él determinados trabajos elegidos libremente, lo que hacía que el maestro fuera percibido casi como un compañero. El lema fundamental era que cada alumno sienta él mismo la obligación de sujetarse a un orden.

INTERNACIONALISMO

El movimiento surgió con una importante vocación internacionalista, y sus pedagogos más conocidos viajaron por el mundo para dar a conocer sus métodos. Métodos como los de María Montesori y Decroly fueron muy divulgados en Europa y América, y se aplicaron en muchas escuelas públicas y privadas. Y por supuesto, el propio Ferriere viajó y mantuvo contactos con representantes de la Escuela Nueva de todo el mundo.

En 1920 se creo la Liga Internacional de Educación Nueva, con la pretensión de ser un foro mundial para la discusión de ideas pedagógicas, la divulgación de experiencias y sobre todo para la consolidación de una fraternidad educativa. Se celebraron varios congresos, y ya para 1938 estaban afiliados unos 3 millones de educadores. Los congresos siguen hasta hoy, aunque en 1958 la liga cambió de nombre por el de Liga de la Educación Mundial.

Y respecto de la actualidad, si bien ya no se encuentran experiencias de la Escuela Nueva tal y como fueron en sus principios, de forma pura, sí están presentes en diversas aplicaciones didácticas las ideas básicas del movimiento que, aunque su lenguaje cambió, los planteamientos siguen siendo los mismos, sin demasiadas variaciones.

Tan es así que, en los últimos años se ha manifestado un gran interés por reinterpretar y recuperar el movimiento, y por ejemplo, Dewey, que había sido bastante criticado en los años sesenta, se ha convertido en los noventa en una fuerte inspiración de los planteamientos pedagógicos actuales. Y también con muchos aspectos de la Escuela Nueva. Incluso, sus propias contradicciones siguen siendo motivo de reflexión porque al fin de cuenta, detrás de todo siguen estando muchos de los interrogantes no resueltos de la educación contemporanea.