Sala de rayos x

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Respecto del revelado concretamente debemos saber que todo proceso de revelado consta de diferentes etapas como ser: el revelado, el fijado, el lavado y el secado.

Aclaremos también que este proceso de revelado se aplica a aquellas tipos de películas que por su origen se las denominan húmedas, esto es, porque existen películas radiográficas que se deben revelar en ciertas máquinas las cuales no necesitan de ningún tipo de líquido ya que muchas de ellas son termosensibles impactadas por rayo electrónico y otras impactadas por rayo laser. Más adelante hablaremos sobre los distintos tipos de películas radiográficas.

Volviendo al tema del revelado de la película dijimos que las etapas son el revelado, el fijado, el lavado y el secado. Básicamente el proceso manual y el automático tienen la misma finalidad que es la de revelar la película, sin embargo existen ciertas ventajas y desventajas de cada uno de estos métodos que analizaremos.

Cuando hablamos del revelado manual debemos decir que este proceso se realiza en bateas que son como piletas rectangulares de unos 20 cm de ancho por unos 50 cm de fondo y unos 60 a 70 cm de alto

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R F A

Dentro de estas bateas se agregan los líquidos que son: en la primera batea el Revelador, en la segunda el Fijador y en la tercera agua.

Debemos saber que los líquidos reveladores producen sus mejores efectos cuando se encuentran a ciertas temperaturas como ser dentro de los 25 a 30° grados. Esto hace que el proceso de revelado sea mejor. Existen unos calentadores que se colocan dentro de las bateas de revelado y fijado y dan la temperatura necesaria para el proceso de revelado. Conviene que cuando el técnico llega al servicio por la mañana, en caso de tener revelado manual, lo primero que realice es encender los calentadores de los líquidos para llevarlos a la temperatura correcta. De allí que conviene llegar unos minutos antes de tener que tomar las radiografías a los primeros pacientes de tal manera que cuando tengamos que atender al primer paciente ya los líquidos se encuentren con la temperatura apropiada.

Por otro lado existe lo que se llama marco porta-película que son los dispositivos para que podamos llevar a cabo el revelado ya que no podemos realizarlos directamente con las manos.

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En este caso lo que hicimos fue un esbozo de lo que es un marco porta-película donde lo negro es la película radiográfica colocada allí luego de tomada la exposición y el resto es el marco que se va a sumergir en el líquido sosteniéndose por el mango largo.

El proceso de revelado manual lo que tiene de favorable es que ante un error de técnica radiológica, esto es, si le damos al paciente mas técnica o menos técnica de la que necesita lo veremos reflejado en la película radiográfica cuando la revelemos. Si nos pasamos de técnica cuando revelemos la radiografía se verá más oscura, negra, “pasada”, “dura”, y si le damos menos técnica veremos la radiografía más blanca, “blanda”.

Y es aquí donde el revelado manual nos permite “salvar” la radiografía ya que cuando la vamos revelando, es decir cuando la sumergimos en el revelador a los pocos segundos ya comenzamos a ver la imagen que comienza a aparecer y esto es porque la miramos por el reflejo que produce la luz roja de seguridad. Tengamos en cuenta que si no hay luz roja de seguridad resultaría muy difícil o acaso imposible revelar las placas. Decíamos que a medida que sumergimos la placa en el revelador la vamos mirando contra la luz roja y de esta manera determinamos por la velocidad del revelado y el color oscuro que comienza a tomar la película que ya es tiempo de pasarla al fijador.

Es por lo tanto comprensible que cuando un revelado “viene rápido” es porque hemos, por algún desperfecto, o error de técnica, errado la potencia para tomar la placa. Así que si nos ocurre esto podemos “salvar la placa” retirando antes del revelador la película. Lo mismo ocurre en el caso contrario, es decir, cuando nos “quedamos cortos” de técnica. En este caso se deja más la placa en el revelador “la esperamos” para que los líquidos actúen más sobre la radiografía para poder obtener la mejor imagen radiológica. Esta es una ventaja que nos ofrece el revelado manual. La desventaja es la velocidad que existe, de revelado, entre una procesadora automática y un revelado manual.

Luego de sumergir la película en el revelador y suponiendo que las condiciones de revelado son buenas, es decir, temperatura de líquidos, técnica radiológica y una vez que comenzamos a ver que la imagen “viene bien” el paso siguiente es el de sumergir la película en el fijador para que haga caer de la película todo el excedente de material que no fue activado por el revelador.

Esto es lo siguiente: las películas radiográficas vienen recubiertas de ambos lados por una capa de bromuro de plata. La película se compone por una hoja de film de acetato cuyas caras están recubiertas por unos productos químicos uno de los cuales es el bromuro de plata. Este bromuro de plata tiene la característica de reaccionar con el líquido revelador una vez que ha sido impactado por los rayos x o la placa ha sido velada por efecto de la luz.

Como veremos más adelante, cuando impactamos la película con los rayos x queda allí una imagen a la cual se la denomina “imagen latente”, es decir la imagen allí impactada pero aún no revelada. También más adelante veremos algo más respecto de las películas en cuanto a sus medidas y clasificación y cómo se produce la imagen latente.

Siguiendo con el tema del revelado una vez que comenzamos a visualizar que la imagen sale correctamente en el proceso de revelado (mirando la imagen a través de la luz roja y siempre hablando del revelado de forma manual) pasamos el marco con la película (luego de dejar escurrir la película en el revelador unos segundos) al fijador. En esta etapa de fijado es donde, por la acción del químico que contiene el fijador, barre con los restos del bromuro de plata de la película que no ha sido impactado por los rayos x y por lo tanto no reaccionaron con el revelador. De esta manera el bromuro de plata remanente cae al fondo de la batea de revelado y se producen en la película esa gama de grises entre contrastes que producen la imagen radiológica.

Luego del proceso de y fijado, nos queda el último proceso que es el de lavado. Se realiza este lavado para arrastrar con todos los químicos restantes