TEMAS ESPECIALES EN INGENIERÍA QUÍMICA: INNOVACIÓN ANÁLISIS DE GRUPO DE INVESTIGACIÓN
Enviado por monto2435 • 26 de Abril de 2018 • 3.875 Palabras (16 Páginas) • 401 Visitas
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Para ese momento en el tiempo, el ICTA había puesto en marcha un punto de venta en la Universidad, con el fin de adelantar estudios y desarrollos de mercado, poniendo a disposición del público algunos de los productos realizados en las plantas. Uno de los productos de mayor acogida era la leche fresca (se vendían alrededor de 200 litros diarios, y la demanda superaba la oferta), por lo que el director del Instituto decidió comprar leche de los hatos de los asociados a COOMULBOY y tratarla en la planta de lácteos (con capacidad de 5000 l/día), con el fin de comercializarla. Lamentablemente, la demanda de leche se satisfacía con alrededor de 350 l/día, por lo que se empezó a acumular en los tanque de almacenamiento de la planta y se dejó de comprar a los campesinos, lo cual resultó en un deterioro de las relaciones con los asociados que desembocaría en la disolución de la cooperativa. Simultáneamente, el convenio que tenía la planta de cárnicos con Almacenes Carulla se terminó, y la tasa de producción de dicha planta se vio notablemente disminuida.
Contraria a la situación de las plantas de carnes y lácteos, donde los profesores estaban vinculados como ‘docentes’ pero no dictaban clases (sus funciones eran las propias de un administrativo o jefe de producción de planta), la planta de productos vegetales no producía para vender; logró convenios con el SENA, y se hicieron investigaciones primarias en postcosecha de frutales. El resultado de la investigación fue la publicación de Cartillas de Postcosecha para frutas como mango, lulo, etc.
Al ver lo anteriormente descrito, en el año de 1986 el director del Instituto, profesor Alfredo Carrasco, en trabajo con la Junta de Cartagena, propuso el proyecto de investigación ‘INVENTARIO Y DESARROLLO DE LA TECNOLOGÍA DE PRODUCTOS LÁCTEOS CAMPESINOS EN COLOMBIA’. Fue el primer proyecto de ese estilo que se llevaba a cabo en el país. 2 años después de proponerse, se publicaba una serie de documentos en los cuales se caracterizaba la tecnología existente en el país para la elaboración de productos artesanales (queso campesino, suero costeño, panelitas, cortados, etc.), dejando de lado las grandes industrias. Cada cartilla contenía la descripción del producto, la caracterización de las materias primas, la caracterización fisicoquímica del producto, y una serie de recomendaciones sobre cómo elaborar técnicamente los productos (incluyendo diagramas de flujo). Lastimosa e increíblemente las recomendaciones no fueron tomadas en cuenta por los pequeños productores, dado que estaba arraigado en ellos un pensamiento tradicionalista. Las cartillas fueron de mayor utilidad para estudiantes que para las empresas.
Para el final de la década de los 80’s, los resultados de una investigación no se concebían como artículos para publicarse en revistas especializadas, sino como cartillas dirigidas a un público menos especializado.
- Impacto en la industria nacional e internacional
En 1991, un proyecto de investigación dirigido por el zootecnista Ignacio Amador Gómez involucró al Ministerio de Agricultura y a Fedegan; del trabajo, titulado ‘SISTEMA ICTA DE CLASIFICACIÓN DE CANALES Y CORTES DE CARNE’, surgió el sistema utilizado actualmente en las carnicerías y mataderos en el país, que reemplazo el sistema americano (utilizado anteriormente). Para este mismo año, la FAO consideró que el país ya no requería de su apoyo, por lo cual retiró los fondos destinados al Instituto. Se debía retribuir a la región lo que se había invertido inicialmente, y muestra de ello son los numerosos mataderos diseñados y construidos por el zootecnista Guillermo Quiroga Tapias, tanto en Cundinamarca como en países de Centroamérica.
- Cambio de rumbo.
Entre 1991 y 1995 cambios en el Estatuto Universitario propiciaron que otros institutos interfacultades (como Genética o Biotecnología) emergieran como líderes en investigación de la Universidad. Dichos cambios quitaban las funciones de extensión y docencia a los institutos interfacultades, por lo que el ICTA debió cambiar totalmente su perfil. Los profesores que se pensionaran debían ser remplazados con profesionales con doctorado, lo que promovía una cultura de investigación en el instituto. Las directrices ahora dictaban que la misión del ICTA sería investigar, sus productos serían grupos de investigación reconocidos por Colciencias y proyectos de investigación cuyos resultados fuesen publicados en revistas especializadas.
Si se evalúa al Instituto por su producción de artículos, posters, etc., se puede decir que a pesar de 20 años de inactividad en este sentido (dado que sus esfuerzos se enfocaban en extensión y producción), en los últimos 10 años se ha puesto al día con la labor investigativa.
Misión
Generar, aplicar y difundir conocimientos en ciencia y tecnología de alimentos para la comunidad académica, el sector agroalimentario y la sociedad, desarrollando procesos interdisciplinarios de investigación, docencia y extensión con pertinencia y calidad, con el propósito de mejorar el nivel de vida de la población.
Visión
En el 2020 el ICTA será el principal centro de desarrollo tecnológico e investigación en ciencia y tecnología de alimentos de Colombia, reconocido por sus aportes investigativos, por la generación y difusión de conocimiento especializado, por la formación de capital humano altamente calificado, por su participación en redes nacionales e internacionales y por sus aportes al sistema agroalimentario.
Capital Humano
A continuación se presenta el Personal Docente asociado al ICTA (7 docentes)
DIRECTOR
Jairo Humberto López Vargas
Profesor Planta de Carnes
Martha Cecilia Quicazán
Coordinadora del Laboratorio Fisicoquímico
Amanda Consuelo Díaz
Profesora Planta de Vegetales
María Soledad Hernández
Profesora Planta de Vegetales
Héctor Suarez Mahecha
Profesor Planta de Carnes
Carlos Fernando Novoa
Coordinador Planta
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