TEORÍAS DEL APRENDIZAJE Y BASES METODOLÓGICAS DE LAS FORMACIÓN

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- Contexto de la formación

Es entonces que el contexto hace del profesor un ente diferente, metodológicamente, su visión de enseñanza deja de ser técnica y se torna más humanista basada en principios éticos y pedagógicos (Imbernón, 2001). Más allá de la taxonomía de la profesión docente, debe participar en el grupo de profesionales de la educación con capacidad reflexiva. Más allá de analizar el conocimiento pedagógico del docente se ha de establecer una comparación con su desenvolvimiento en el tiempo y experiencia adquirida. Se plantean nuevas interrogantes de la actuación del docente relacionadas a sus capacidades, destrezas, el conocimiento que tiene y si este es vulgar o especializado, considerando que la experiencia hace que el profesional docente sea práctico.

Hay que tener en cuenta para quién se diseña este modelo educativo, creándose inmediatamente un perfil estudiantil de quien lo cursa, transformándose a la vez en competencias a futuro. Y también el en dónde se gesta este proceso, es decir qué tipo de aula o espacios de intercambio pedagógicos se van a acordar para lleva a cabo el plan de estudios.

- Objetivos de la acción formativa, han de orientarse a:

- Aprendizaje permanente y colaborativo de identificación y análisis, autoevaluación y coevaluación, aprovechando que algunos profesionales del centro que se ejemplifica si tienen formación en didáctica. La interacción social y colaboración, el compartir problemas, éxitos y fracasos con sus colegas será una buena fuente de aprendizaje (Roeser, 2010); cómo un diagnóstico escolar.

- La reflexión individual y colectiva para la solución de problemas deberá ser la fuente de aprendizajes para su profesionalización docente, con una actitud dialéctica (Imbernón, 2001).

- Elaborar a través de tácticas de investigación-acción, proyectos de vinculación con la comunidad educativa.

- Tipo de actividades formativas

Para alcanzar los objetivos anteriores en la formación del profesional docente ha de seguir procesos en los que se deje el individualismo y celularismo escolar, debe haber una revisión crítica de su diaria práctica a través de la reflexión y el análisis crítico, primero de forma individual y después colectivamente. Esta formación ha de definir principios que faciliten la elaboración de un proyecto educativo conjunto apegado a la realidad del contexto. Responsabilizarse y concientizarse de los resultados obtenidos hasta el momento, y cómo se lograron (Vailant, 2006) para entender que habilidades y competencias necesitan esos docentes para mejorar su tarea pedagógica; para que haya un conocimiento profesional activo no dependiente a un conocimiento externo o solamente cuantitativo. Se incluirán procesos de profesionalización docente propios, autónomos, de intervención. Todo esto como resultado del análisis de la situación del contexto, necesidades, expectativas, problemas, demandas; han de analizarse los problemas profesionales con la participación del alumnado, ellos el motivo por el cual se busca la actualización en formación. La investigación acción sería muy nutritiva.

- Perfil de los formadores.

Encontramos en la literatura pertinente un llamativo número de figuras profesionales, atendiendo principalmente a dos líneas: la primera establece un perfil de formadores de formación según las relaciones laborales y/o funciones a desempeñar y la segunda, se centra en estudiar el perfil basándose en el concepto de competencias y capacidades, como una necesidad inminente en la elaboración de diseños curriculares y planes e itinerarios de formación para formadores en la nueva era de la formación permanente. El término formador por extensión se refiere a toda persona que de alguna manera tiene relación con la formación desde la óptica de la responsabilidad, de la idea o de elaboración de la misma; comprende un grupo heterogéneo de personas con profesiones muy distintas, difícil de conceptualizar y establecer responsabilidades, y asignación de funciones.

- Duración de la acción de la formativa.

La importancia de la acción formativa y profesional del docente esta deberá ser permanente, en la medida de la necesidad que plantee el docente de conformidad con sus requerimientos de especialización, la factibilidad institucional y la participación de la comunidad como elementos sustanciales para mejorar la profesión docente ante los desafíos del presente y futuro. Pero podría ser posible que se busque la especialización a partir de pequeños tópicos de trabajo, por lo que la formación podría durar un semestre o un año lectivo; lo que no hace extenuante la tarea del docente que busca continuar su formación en educación.

Referencias bibliográficas:

- Ferry, G. (1990). El trayecto de la formación. El enseñante entre la teoría y la práctica. Buenos Aires: Argentina. Paidós.

- Imbernón, F. (2001). La profesión docente ante los desafíos del presente y del futuro. Barcelona: España. Universidad de Barcelona. Pp: 1-18

- Vailant, D. (2006) Atraer y retener buenos profesionales en la profesión docente: políticas en Latinoamérica. Revista de Educación. Pp: 117-140

- La revolución educativa: Roeser, R. (rtve.es). (2010) Redes [http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-revolucion-educativa/805869/] España.