Taller Didáctica Estrátegica.
Enviado por Jillian • 29 de Marzo de 2018 • 1.873 Palabras (8 Páginas) • 255 Visitas
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Creo que es importante establecer una diferenciación entre dos conceptos que en el mundo educativo son esenciales. Estos conceptos son educar y aprender. Mientras que aprende significa adquirir conocimiento de algo mediante el estudio o la experiencia, estudiar se concibe como el desarrollo de las facultades intelectuales y morales de las personas, en nuestro caso como docentes, de nuestros alumnos. Tengo muy claro que las Nuevas Tecnologías son una herramienta tremendamente válida para aprender, pero los que realmente educamos en cualquier centro educativo somos las personas, los docentes tenemos la acidad de transmitir aquellos aspectos que resultarán claves para el desarrollo de nuestros estudiantes: conocimientos, valores, reforzar conductas, etc. En una sociedad como la actual creo que el docente cada vez se hace más indispensable, porque ya no es sólo un mero transmisor de conocimientos, sino que se ha convertido en un canalizador de la problemática que envuelve la infancia y la adolescencia, en un gestor de emociones. Las Nuevas Tecnologías nos facilitan e incluso quiero pensar que mejoran algunos aspectos de nuestros aprendizajes, pero somos los docentes los catalizadores de estos aprendizajes y los utilizamos para desarrollar el mayor número de capacidades y habilidades de nuestros estudiantes.
Cuando queremos determinar una diferencia entre una máquina y una persona, debemos considerar que la máquina responde, mientras que la persona interpreta aquello que se responde. Estimo que es un matiz muy importante y más aún si lo aplicamos al campo de la educación. Las nuevas tecnologías en la educación se conciben como herramientas para dar solución a determinadas preguntas, pero esta solución en muchas ocasiones está exenta de interpretación. La figura del docente resulta nuevamente necesaria e insustituible. Las nuevas tecnologías nos ayudan a entender el mundo que nos rodea, pero somos los docentes los que en la escuela nos encargamos de dar una lectura, una interpretación a tales respuestas. La educación va mucho más allá de responder sí o no. La Educación debe basarse en el libre pensamiento, en la crítica constructiva, en la reflexión y el cuestionamiento, en el aprendizaje cooperativo. Y en todos estos aprendizajes el docente se hace tan necesario como insustituible.
CONCLUSIONES
El dominio y manejo de lo que llamamos Nuevas Tecnologías ha permitido un enorme cambio a la hora de enseñar a los estudiantes y abrir las puertas a un nuevo mundo educativo, han llegado al campo de la Educación como una herramienta y no como un elemento sustitutivo de la labor del docente. En determinados ámbitos existe la creencia de que la tecnología será capaz de sustituir en un futuro no muy lejano la labor que los docentes ejercen en el aula y a mí, personalmente, este enfoque me parece erróneo.
El docente tiene la gran oportunidad de poder interactuar libremente con sus alumnos. ¿Qué significa esto? Pues que tiene la oportunidad de convertir un mensaje unidireccional, en un mensaje bidireccional. Las nuevas tecnologías sirven para facilitarnos el aprendizaje y resolver muchas dudas. Éstas son una fuente de información inagotable, una fuente de recursos extraordinaria, aunque les queda un largo camino que recorrer en lo que a interactuación se refiere. El docente cada vez cobra menos importancia si nos referimos a él como un medio de transmisión.
Cuando los docentes interactuamos con nuestros estudiantes no necesariamente interactuamos para dar respuestas o aportar algún tipo de información. Cuando los docentes interactuamos, trabajamos y fomentamos la reciprocidad, trasformamos la unidirecionalidad de las máquinas en la bidireccionalidad basada en la pluralidad de las respuestas. Cuando interactuamos con nuestros alumnos lo que estamos haciendo es influir sobre ellos, producir un efecto, transformando una respuesta en otras pregunta y formulando preguntas con muchas respuestas.
Las máquinas tienen su principal base en su funcionalidad. Satisfacen nuestras necesidades y lo hacen en un tiempo relativamente corto en el tiempo. Pero las máquinas no nos transmiten sentimientos, sino que son precisamente una forma en la que canalizamos algunas emociones y sentimientos. En este sentido los docentes en sus respectivas aulas tenemos la misión de enseñar y educar desde la interacción, pero los grandes docentes tienen la oportunidad de convertir esa interacción en inspiración. El gran docente es aquel que es capaz de emocionar, de mover y conmover el espíritu de sus estudiantes, de llegar a lo más hondo de sus sentimientos, de causar admiración. Por el contrario, nos han querido vender las nuevas tecnologías como aparatos que producen los sentimientos a los que acabo de aludir y desde mi punto de vista es falso. Cuando vemos algún aparato tecnológico que nos produce cierta emoción, la emoción no nos la causa el aparato en sí, sino que, lo que nos emociona, es lo que transmite ese aparato: un mensaje de texto, una canción, una fotografía. Estas máquinas no producen, sino que reproducen. La tecnología es un instrumento para la transmisión de emociones, pero las emociones, aquello que es capaz de inspirarnos, aquello que nace de nuestro interior, lo que nos mueve el espíritu, sólo serán capaz de transmitirlo las personas y, entre ellas, los docentes.
BIBLIOGRAFIA
- Facultad de Educación-Toledo, REVISTA DIGITAL "EL RECREO"
- Máquina de enseriar y docente * NURIA BORRELL FELIP Profesor Adjunto de la Universidad Técnico de Educación del Ayuntamiento de Barcelona
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