UN NUEVO DIRECTOR PARA UNA VIEJA ESCUELA

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en diversas responsabilidades, por ejemplo, en la vigilancia a la salida de los alumnos.

Y mientras cumplían con tan respetable comisión, aprovechaban para hacer una pequeña venta de golosinas que, ahora con la campaña en contra de los alimentos chatarra, qué mejor que ofrecerles a los alumnos, sus hijos, productos caseros de indudable buena calidad alimenticia. Otro padre de familia se presentó y le dijo que prestaba diversos servicios –uso de camión para diversos traslados de los alumnos, paseos, y hasta venta de artículos escolares cuando se lo pedían--. También comentó que había trabajado muy armoniosamente con los directores anteriores los cuales habían quedado muy agradecidos con él. Todo esto se hizo sin más interés que formar parte de una comunidad escolar armónica y participativa y necesitada --sobre todo necesitada--. Esta escuela no era como otras en donde los padres de familia, por cualquier detalle suspenden las clases y amenazan a los maestros. No, esta comunidad había manifestado en los años anteriores que eran muy unidos y los directores muy atentos con los ofrecimientos de los miembros de la comunidad...

Habiendo escuchado a sus dispuestos padres de familia, les comentó que más adelante, en una reunión les informaría cómo quedaría la organización escolar de la escuela para ese ciclo escolar. No bien su hubieron ido, se acercó el conserje como no queriendo y le comentó en forma no tan velada que los directores anteriores “hacían algunos negocitos” que les generaban “leves” ganancias. Desde su punto de vista, opinaba que no le hacían daño a nadie, al contrario, beneficiaban a los padres de familia y a la misma escuela. Es más, algunos maestros también participaban en algunos de estos “servicios” y todos en armonía y santa paz. El director Juan le preguntó qué clase de negocios tenían los maestros, a lo que el conserje le contestó que eran negocios que se dan en todos lados, como la venta de ropa, joyas –baratas, claro-- y algunos productos domésticos. Juan volvía a tomar nota.

Ese fin de semana fue complicado. Al regresar el lunes a clases, notaron de inmediato que alguien había entrado en la escuela y había destrozado el cableado de una instalación de aires acondicionados y a estos les faltaban piezas que fácilmente era removibles. Una de las puertas estaba francamente forzada e inservible y había basura en esa área. Juan respiró profundo. Por lo pronto mandó por el conserje para iniciar la averiguaciones. Ya tenía fila de maestros que le pedían soluciones inmediatas porque los afectaba la falta de aire y querían saber dónde trabajarían ese día junto con sus alumnos. También le informaron que ya estaba un grupo de padres de familia afuera de la escuela pues se habían enterado --no se sabe como--, de lo sucedido y pedían hablar con él.

Juan se sentó en su oficina, cerró la puerta y tomó una hoja en la cual escribió: PROBLEMAS ESCOLARES. Y más abajo: ¿Qué debo hacer? Y se quedó mirando la hoja.

¿QUÉ DEBE HACER JUAN?

¿CUÁLES SON SUS PRIORIDADES?

¿CÓMO DEBE ACTUAR CON CADA UNA DE ELLAS?

¿CUÁL SERÁ LA DECISIÓN ÉTICA CORRECTA