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VINCULACIÓN PADRES-ESCUELA COMO ESTRATEGIA PARA GARANTIZAR EL ÉXITO EN LA ATENCIÓN EDUCATIVA INTEGRAL

Enviado por   •  26 de Diciembre de 2018  •  2.820 Palabras (12 Páginas)  •  351 Visitas

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Sin embargo, este tipo de visitas al hogar del estudiante no garantiza que el representante, se sienta comprometido con el éxito escolar del representado, debido a esto se produce el bajo rendimiento escolar y en algunos casos la repetición del año escolar

Se pudo observar algunos factores que afectan la relación entre la escuela y la familia. Entre los más importantes se pueden mencionar:

- El poco compromiso para ayudar y orientar a sus hijos.

- La no integración de los representantes a la escuela.

- La apatía y el desprendimiento de la familia.

- El nulo apoyo que sienten los niños por parte de sus padres

- Esto ocasiona el bajo rendimiento escolar y en algunos casos la repetición del año escolar

Cuando se trata de niños y niñas que tienen necesidades educativas especiales se plantea con más relevancia la necesidad de crear una estrecha relación entre la escuela y la familia que permita una colaboración en las actuaciones específicas de ambas.

En la actualidad, con los padres ocupados y los niños que no cuentan con la atención que requieren de sus padres se descuida el rendimiento escolar. Los hogares que carecen de una motivación positiva hacia el estudio y una adecuada organización en el proceso de orientación al niño, crean estudiantes desorganizados o sin el interés por el estudio. Recuperado de http://www.monografias.com/trabajos46/falta-atencion-padres/falta-atencion-padres.shtml).

La importancia de la incorporación del núcleo familiar en el proceso educativo se asienta en el artículo 17 de la Ley Orgánica de Educación (2009) que dice: “La familia tiene el deber, el derecho y la responsabilidad en la orientación y formación en principios, valores, creencias, actitudes, y hábitos en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, y adultos, para cultivar respeto, amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación, independencia y aceptación. Las familias, la escuela, la sociedad y el estado son corresponsables en el proceso de educación ciudadana y desarrollo integral de sus integrantes”.

Son muchos los autores que han analizado la relación que tiene que existir entre la familia y la escuela en el desarrollo del proceso educativo.

Popkin (1999) en su obra “Como lograr que sus hijos triunfen en la escuela”, dice: “Como maestros, podemos suponer que es seguro que el niño que tiene dificultades en el aprendizaje muestre un bajo rendimiento escolar y al mismo tiempo un conflicto de personalidad que no puede expresarse con palabras. Estudiar, realizar tareas escolares, acreditar un curso, implican trabajo. Eso lo sabemos todos, y que el trabajo es un gasto de energía. Si los niños no invierten cierta cantidad de energía en las labores escolares, sería necesario preguntarnos por qué no lo hacen.” La respuesta podría ser que el niño necesita de la motivación y la atención de sus padres, pues estos factores son el alimento para el deseo y las ganas de aprender, ya que encontrar a un niño apático y sin interés de participar y trabajar en las actividades dentro del aula puede deberse a que no se le ha brindado la atención que el niño requiera para sentirse comprendido, apoyado y sobre todo motivado para sobresalir dentro del ámbito escolar.

Marulanda (2000), en un trabajo titulado “Creciendo con nuestros hijos” expone: “Es necesario que el maestro que observa a un niño apático y sin deseos de aprender, se detengan a pensar en el significado que tiene para el niño vivir dentro de una institución escolar cinco o seis horas diarias de su vida; la cantidad de cosas que pasan dentro de ella y en el salón de clases, así como la variedad de relaciones sociales y afectivas que sostiene con quienes lo rodean…” Pasar este gran intrincado proceso sin la ayuda, motivación y atención de los padres y/o representantes, quienes deben ser el motor que impulse a los niños en el deseo de aprender, es sin duda difícil; de ahí la importancia de que el maestro también involucre a los padres y/o representantes de los niños, para que estos sean capaces de descubrir lo importante que es su participación dentro de la formación académica del estudiante.

Bernal (2005), en su trabajo La Familia como Ámbito Educativo, expresa; “Muchos padres de familia, en especial las madres, se preocupan porque su hijo ha mostrado un bajo rendimiento escolar y está a punto de repetir el año. Su preocupación esencial es el mal desempeño en la escuela. La duda es ¿por qué mi hijo no tiene éxito en la escuela?, mientras que la petición hacia los maestros es: haga usted lo posible para que mi hijo mejore en la escuela. Tanto la duda como la petición representan un punto de partida para iniciar un trabajo de reconocimiento, de búsqueda colectiva en que se incluye el padre, la madre y, por supuesto, el propio niño, lo importante en ese momento es la indagación conjunta”.

Muchos padres o representantes no se plantean la pregunta de ¿Por qué se debió el bajo rendimiento?, esa interrogante que podrían llevarlos por el camino de la reflexión. El camino elegido para responderlas es la culpa: culpamos al niño que obtuvo malas notas, a las maestras, puede también culparse al amiguito del niño por distraerlo de sus actividades académicas. Aquí se pone de manifiesto la creencia de los padres de que la educación de sus hijos solo debe ser atribuida a los maestros en las escuelas, y culpan a estos y a sus propios hijos, ante una mala calificación o bajo rendimiento escolar. No existe si quiera la más mínima reflexión de que ellos (los padres y/o representantes) son posiblemente los primeros culpables de que sus hijos muestren un rendimiento escolar bajo, al no ofrecerle la atención necesaria que estos necesitan.

Los niños que asisten a la escuela primaria, necesitan sentirse motivados por aprender, y esto se lograra únicamente si los padres y/o representantes prestan la atención a sus hijos, ellos deben apoyar y orientar al niño en el desarrollo de sus actividades para forjar una actitud positiva hacia la escuela.

Actualmente en una escuela regular podemos encontrar alumnos con NEE, debido a esto la familia es parte fundamental en el apoyo que puedan blindar a los docentes ya que los alumnos que presentan NEE muchas veces no lo pasan bien en el colegio, pues a pesar de que quieren aprender como el resto de sus pares, no logran hacerlo, son objeto de burlas y se pueden sentir fracasados, esto claramente repercute en la autoestima y el rendimiento escolar.

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