El educador es una parte fundamental del proceso educativo. Ya que nuestro rol principal es el de formar estudiantes que aprendan a pensar. Propiciar el aprendizaje de la reflexión, siendo el desarrollo pleno del estudiante.

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Esto quiere decir que su modo de realizar las actividades fueron, distintas, ellos fueron mas allá de lo que se les pide, y de la manera en que se les pide.

Demuestran que desarrollan su creatividad, además del significado que ellos le dan a sus trabajos, nosotros como formadores, los guiamos y damos herramientas, les hacemos ver sus habilidades y las explotamos, pero no dejando de lado sus áreas de oportunidad para trabajar con ello, y ayudarlos a favor de ellos y su crecimiento. Haciendo de su aprendizaje algo significativo.

Cuando identificamos nuestras habilidades y/o fortalezas así como las de los niños, nos permiten tener un amplio portafolio personal de destrezas que podemos utilizar en el presente, quizá para encontrar un trabajo, o para un futuro. (Alejandro Hernández, 2013).

El perfil de emprendedor es propio de personas capaces de pensar fuera de caja (salir de su zona de confort), las cuales encuentran soluciones originales y factibles para problemas actuales o de su vida cotidiana, capaces de manejar su propio pensamiento crítico así como reflexivo, ante todo lo que se les presente, no dejando de lado la flexibilidad en todos los enfoques (objetivos específicos).

Es importante mencionar, que debemos despertar en el alumno el interés por querer aprender más, y la motivación puede llevarse a cabo con ayuda de estrategias, principalmente conociendo al niño, y tratándose de sus habilidades, por ese medio, llegar a causar un impacto positivo, para que siempre tengan curiosidad de todo, ese canal perceptivo ayudara a que siempre busque la manera de “aprender”, y lo hará por medio de diversión, y lo más importante por medio de su creatividad.

Además de fomentar la empatía con ellos mismos, con su familia, sus amigos, y la vida en la sociedad, pues sin ello no serviría de nada, no tendría congruencia, con todo lo que se enseña. Esto es una educación también llamada en derechos humanos, que se consigue con la educación integral (conocimientos), los sentimientos y la necesidad de acción (los valores en práctica).