LENGUA Y GÉNERO EN DOS MUESTRAS DE LA CARICATURA LATINOAMERICANA

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En cuanto a Mafalda, ha sido objeto de estudio en muchas partes del mundo, inclusive por autores de renombre como Umberto Eco. En Mafalda: El humor gráfico según Quino se caracteriza el género de la caricatura y se exalta tratando de eliminar prejuicios frente a esta como fuente de conocimiento, también presenta una descripción de la tira cómica Mafalda, resaltando su valor pedagógico y dice que “a la tradicional familia nuclear, se fueron sumando las amigas y amigos de la benjamina, que integran un microcosmo representativo de caracteres reconocibles en una sociedad, particularmente en dos de sus ámbitos, la infancia y la vida de una familia de clase media.”(Barale, 2010) Es importante en esta caricatura resaltar el valor de Susanita, la mejor amiga de Mafalda, pues es necesaria para resaltar el punto de vista de la segunda con respecto al papel de las mujeres en la sociedad.

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Lengua y género en dos muestras de la caricatura latinoamericana

La caricatura puede entenderse como una sátira de la realidad social, económica o política de los sucesos del mundo, no se trata de un fiel reflejo de ella sino más bien de una interpretación. Una de sus funciones es dar cuenta de los acontecimientos de la sociedad y presentar una percepción específica del autor o de un grupo social.

En Mafalda, por ejemplo, se ven reflejados los problemas por los que pasaba Argentina y el resto del mundo alrededor de los años sesenta, ella presenta una denuncia a la injusticia social, las violaciones de los derechos humanos, las guerras, etc. Es una pequeña niña provista de un discurso inteligente y feminista, aunque con un toque de ingenuidad característica de los niños, esto se ve reflejado a lo largo de la tira cómica, pues muchos de sus críticas se expresan a través de preguntas a sus padres.

[pic 1]

Quino, logra exponer su pensamiento mediante un alto contenido gráfico en sus tiras cómicas, a veces elimina el contenido verbal, otras veces lo hace mediante el empleo de recursos estilísticos como la ironía, la violación de máximas conversacionales, juegos de palabras, metáforas, etc.

Es importante resaltar el contraste lingüístico entre los personajes mujeres de la tira cómica. Primeramente el de los personajes de Susanita y la mamá de Mafalda que personifican el estereotipo de mujer reprimida y subordinada, son estereotipos de género, en ellas se presenta un modelo fijo de mujer tradicional, para ellas lo más importante es su capacidad de ser madres, de mantener un matrimonio, de hacer las labores del hogar, y su preocupación por su imagen personal. En el caso de Susanita, sus charlas rutinarias con Mafalda giran en torno a su aspiración de tener “hijitos” pues este es su mayor deseo y, al encarnar los valores más tradicionales de la sociedad, es indiferente ante los problemas sociales. En su discurso, habla con desdén de los pobres afirmando, incluso, que deberían esconderlos. A continuación se puede observar un ejemplo de su indiferencia.

[pic 2]

El caso de la mamá de Mafalda es diferente al anterior, pues ella no muestra desprecio hacia las otras personas, su ego no es tan grande como el de Susanita, ella nació en una época anterior a la de la revolución por la libertad femenina, por lo que está acostumbrada a una vida de ama de casa tradicional y se muestra sorprendida ante los razonamientos feministas de su hija.

Otro caso es el de Mafalda y Libertad que tienen una ideología feminista, siendo la segunda más radical. El discurso de Mafalda está cargado de una fuerte ideología feminista, es inteligente y coherente, se preocupa por la paz mundial y otros problemas sociales, políticos y económicos de su tiempo. Es una soñadora, quiere hacer muchas cosas con su vida y, constantemente, reprocha a su madre por ser una ama de casa sin más aspiraciones, llamándola mediocre, asimismo señala las charlas entre señoras de estupideces. Constantemente critica a las mujeres con pensamientos tradicionales cuyas aspiraciones son ser amas de casa, Mafalda dice “Pensar que eso es todo lo que ven las mujeres que miran la vida a través de un rulero”. Para ella, es importante que las mujeres sean cultas para lograr una liberación femenina.

[pic 3]

El otro caso es el de la caricatura Aleida que representa un estereotipo de mujer independiente de finales del siglo XX y del siglo XXI, con cierto resentimiento al sexo masculino del que se siente víctima. Un reflejo de esto es el constante uso de la palabra “tipo” en sus monólogos para referirse al sexo masculino de forma despectiva, por medio de esta palabra generaliza las acciones de los hombres y pone a todos al mismo nivel. En una de sus viñetas dice “los tipos si pueden cambiar pero vuelven a quedar iguales”.

En el discurso de Aleida, se puede observar que para ella los hombres son una especie de estorbo en la vida de una mujer, la mujer es perfectamente capaz de valerse por sí misma a tal punto de no necesitar a los hombres o de usarlos simplemente como objeto de placer, pues las relaciones amorosas son innecesarias. Refleja una asimilación de los valores promovidos por la liberación femenina al punto de que su aparente autonomía la vuelve cándidamente cínica, en lo que se aprecia una actitud cargada de determinación - aunque dudosamente encaminada -, casi refractaria, y no generalizada en la mujer.

[pic 4]

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Conclusión

Tanto Mafalda como Aleida presentan un pensamiento feminista, pero este se hace evidente de distintas formas. Mientras Mafalda busca una igualdad de géneros mediante la culturalización e inclusión de la mujer en la vida política, Aleida señala, más que todo, una superioridad femenina, y muestra una insignificante importancia de los hombres en la sociedad.

Esta búsqueda por la liberación femenina en las caricaturas es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad, pues en la vida diaria se pueden encontrar “Susanitas, Aleidas y Mafaldas”. Cuando las primeras, por medio de sus discursos afianzan estereotipos de mujer reprimida e incapaz de triunfar o de hablar de temas importantes que no sean simplemente el aseo o la moda, favorecen la desigualdad de género, las segundas con su feminismo llevado al extremo no dejan igualmente de favorecer dicha desigualdad, pues proclaman la superioridad de