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Tribunal federal de conciliación y arbitraje. Portafolio de Evidencias

Enviado por   •  13 de Diciembre de 2018  •  8.937 Palabras (36 Páginas)  •  335 Visitas

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La Asociación de Trabajadores de Londres en 1838 redacto la carta del pueblo, donde exigían el voto masculino universal además de que el voto fuese secreto entre otras cosas, esto vino acompañada de huelgas, revueltas y manifestación, las cuales no tuvieron mucho éxito, pues no lograron ver realizadas gran parte de sus peticiones, en cambio lograron reducir las jornadas de trabajo.

Con el inicio del “ludismo” en el siglo XIX encabezados por artesanos ingleses, movimiento que básicamente estuvo en contra de la utilización de las maquinas que le quitaban el trabajo a los obreros, provocó el incendio de fábricas o la destrucción maquinas. Este movimiento tuvo como consecuencia un alto grado de organización y disciplina, lo que abrió la pauta para se iniciara una lucha por una legislación que limitara el abuso de los patrones hacia los obreros, pues era cada vez más evidente la cadencia de calidad de vida en la que se encontraban los trabajadores, lo cual tendría como consecuencia el movimiento obrero surgido en el siglo XIX, esto servirá como antecedente para muchos de los sectores de trabajadores alrededor del mundo quienes encontraron inspiración en este movimiento, para exigir derechos que se consideraba justo.

MARCO TEORICO

Articulo 123

Antecedentes

Convirtiéndose México en un país independiente al liberándose del yugo de España, se presentó junto con ello la caída de la minería, base económica del país. La nueva nación que surgió a partir de la independencia (México) necesitaba pues definirse respecto a la soberanía en todos los aspectos, tanto en el exterior como en el interior. -

No es difícil imaginar que con la llegada de la libertad, después de tanto tiempo de encontrarse dependientes de España el joven país necesitara de un enorme esfuerzo para adquirir un perfil definido como nueva nación, entre tanto trabajo por hacer se encontraba la posición del pueblo dentro del territorio mexicano, pues incluso a principios del inicio de la lucha para conseguir la independencia, ya se previa la situación del ciudadano pues, “en el capítulo V de la constitución la Constitución de 1814, jurada y promulgada en la población de Apatzingán, se establece la felicidad del pueblo y de cada uno de los ciudadanos consiste en el goce de la igualdad, seguridad propiedad y libertad” Felipe Remolina (2000)[2].

En la constitución de 1824 quedo fijada la base de la democracia, pues fue basada en la idea que la voluntad del pueblo es la que debe determinar su forma de gobierno.

Entre otras tantas cosas pretendidas por la independencia se encontraba la libertad para poder trabajar, aunque el país se encontraba en crisis respecto a las fuentes de producción, a pesar de ello se abría paso a la revolución del trabajo en México.

Remolina (2000: 28- 29)[3] con la llegada de las leyes de octubre de 1830, las cuales se realizaron por la llegada de Banco de Avío el cual tenía como objetivo el impulsar la industria del país, la situación de los trabajadores se encontraba donde mismo, sin embargo personajes como Lucas Alemán y Esteban Antuñano se encontraban entusiasmados con la nueva época que se vivía en México respecto a las industrias, que juntos con la mayoría no descartaba la mejoría de dicha situación, conforme al avance que tuviese el país en el desarrollo económico industrial.

A pesar de los buenos augurios que se pronosticaban respecto a las condiciones de trabajo, todo cambio de manera trágicamente repentina pues en el siglo XlX, México pasó del federalismo al centralismo época realmente desafortunada para los trabajadores, donde no importando los preceptos constitucionales ya establecidos, los derechos de los individuos se vieron sobajados y en donde los trabajadores no contaban con trato digno, “los derechos públicos individuales cayeron en desuso y una disimulada esclavitud se estableció entre los peones acasillados de las haciendas y los obreros de una industria naciente” Felipe Remolina (2000)[4].

En el último lapso del periodo de gobierno de Juárez y de Lerdo de tejada surge la creación del Gran Círculos de Obreros y el Congreso de obreros en 1872 y 1876 respectivamente, provocando que lo subsecuente se mencione de manera casi imperceptible el trabajo de los obreros en distintos informes hechos por presidente Díaz.

En la época porfirista se realizaban grandes inversiones a la industria, pues se abrieron notablemente las puertas al capital extranjero, teniendo éste gran influencia dentro del pais, provocando grandes cambio, “la dictadura porfirista fincó fuertes raíces en los latifundios recién surgidos y vinculo su suerte al capital extranjero” Edelmiro Maldonado (1981)[5]. Tal fue la influencia de lo exterior en el país que durante la época de Porfirio Díaz se logró que se abrieran más 100 compañías de luz con capital extranjero.

A pesar del innegable avance económico en el país en donde la situación de la gran mayoría de la población que no pertenecía a la clase privilegiada se tornaba cada vez dura, un ejemplo de ello era la clase obrera donde las personas que se dedicaban a ello “… no tenían ningún derecho: no podían sindicalizarse, organizar huelgas o exigir seguridad, medicinas, indemnización por accidente o seguro de vida” Edelmiro Maldonado (1981)[6].

Con el estallido la revolución en contra de la dictadura y de la injusticia social impuesta por el presidente Díaz “…se dieron diversas disposiciones legales en materia de trabajo, que serían posteriormente a analizadas” Felipe Remolina (2000)[7], es así que en revuelta iniciada en 1910 se le da prioridad a las relaciones laborales, es por ello que al dejar Porfirio la presidencia y al tomarla León de la Barra los trabajadores comenzaba a realizar manifestaciones con el fin de luchar de reivindicar los derechos que la dictadura les había negado.

El 22 de septiembre de 1911 León de Barra envió en proyecto de Decreto que establecía el Departamento de Trabajo. La exposición de motivos hacía referencia a la precaria condición económica de los trabajadores en las industrias y en las haciendas; la falta de garantías en el trabajo para mujeres y menores; la insalubridad y peligro en los labores; el problema de los braceros que emigraban a Estados Unidos de Norteamérica (Maldonado 2000)[8].

El proyecto de ley presentado por León y después de la salida de éste, se había comenzado a discutir a partir del 30 de octubre del 1911, siendo aprobado por mayoría de votos en la Cámara de Diputados; pasando al Senado y finalmente el Ejecutivo

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