LA CALIDAD COMO MODELO DE GESTION GERENCIAL

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Pero para que exista control total de la calidad debe haber una participación de todas las funciones, por ejemplo empleados, proveedores, contratistas, vendedores, distribuidores publicistas y clientes. Si se logra la calidad, además de lograr el desarrollo de la empresa, se está brindando un mejor nivel de vida a los ciudadanos.

Para la aplicación del control de calidad total, se debe estructurar un sistema global de control de calidad total, donde exista compromiso y cooperación entre la empresa y gobierno, también capacitar en control de calidad total, para así establecerlo en las empresas, estructurándolo adecuadamente y que además participen todas las funciones.

La calidad está inmersa en cualquier actividad que realice el ser humano, ya que nace como respuesta a una satisfacción de una necesidad personal o de la aspiración de un producto a utilizar. Por lo tanto la calidad se encuentra en el ambiente, en los bienes y servicios, en la gerencia de las compañías y en la misma esencia del hombre.

A partir del estudio y análisis de los diferentes tipos de calidad que podemos encontrar en nuestro entorno, y teniendo en cuenta el cumplimiento de las metas y objetivos empresariales, ¿Es necesario establecer el sistema de calidad como un modelo de gestión gerencial en las compañías y de qué forma hacerlo?

“las empresas modernas y especialmente las denominadas excelentes en los países desarrollados, han demostrado que la causa principal del éxito consiste en haber colocado a la calidad como uno de los fundamentos esenciales y sustantivos de actividades como. Proveedores, insumos, procesos, productos, comercialización, servicios y clientela.” Gómez (1996).

Lo anterior se ve reflejado en las diferentes compañías que producen con unos altos niveles de calidad, y por lo tanto, las personas que compran sus productos se vuelven fieles clientes debido a que sus necesidades se han visto mayormente satisfechas, ya que ese producto de calidad ha cumplido con unos requisitos necesario para tal fin. Ese éxito es consecuencia de una buena calidad representada en buenos estudios de mercado, compra de materiales directos e indirectos con altos estándares o que hayan cumplido con una serie de reglas legales impuestas por entidades estatales y privadas. Independiente de su valor agregado dichas empresas disfrutan su éxito y sus ventas, por supuesto, aumentan proporcional a la calidad, así como su marca empresarial.

No obstante, hay empresas que se disfrazan de calidad, es decir, venden sus bienes y servicios bajo una calidad “forzada”, más no por emitir una verdadera calidad a sus clientes. Es importante que en las empresas no suceda tal situación, ya que todos y cada uno de los integrantes de ella deben realizar un compromiso fortalecido con la calidad, hasta que llegue el punto en que se convierta en una costumbre empresarial que lidere el mercado competitivo.

Este cambio transcendental, requiere afrontar y superar muchos inconvenientes del entorno, como los relacionados con la política, la economía, el entorno social, educativo y tecnológico, entre otros; es importante confrontar todos estos problemas ya que a partir de este, se iniciará el enfoque hacia el modelo de calidad gerencial.

Principalmente, la gerencia de la compañía debe liderar este nuevo enfoque, para que así, todos los demás integrantes de la empresa se unan a la causa, y juntos intercambien ideas en pro del mejoramiento de la calidad y la construcción de un plan orientado hacia ese mejoramiento.

Con el fin de cumplir el nuevo objetivo empresarial, el gerente, como cabeza de la compañía debe analizar distintas herramientas de implementación, que facilitaran el proceso a todos los demás integrantes, y que además, evalúe las diferentes variables que afectan la toma de decisiones. Una de las herramientas tiene que ver con la normalización en la empresa.

Esta normalización es “la descripción sistemática de los procedimientos de la empresa, los cuales le permiten a los empleados guiar sus actuaciones. La norma es una forma resumida y sencilla de hacer llegar a los operarios la tecnología y su manejo” Gómez (1996).

Por ejemplo, una compañía que se dedique a la purificación y distribución de agua, debe iniciar todas sus operaciones bajo una reglamentación estipulada, donde le especifiquen el proceso que debe seguir y los elementos necesarios a utilizar, con el fin de cumplir con unas especificaciones de acuerdo a las necesidades y expectativas de los clientes y demás interesados, que al final es la misión principal de esta herramienta.

Esta herramienta que contribuye al aseguramiento de la calidad es posible gracias a otras técnicas bases que apoyan el proceso de normalización en la compañía. Estas técnicas tienen que ver con la investigación de las necesidades de los clientes; el diseño del producto o servicio; las especificaciones y tolerancias; el diseño del proceso; la planeación, programación y control de la producción; la documentación, entre otras; que ofrecen además de un apoyo al sistema de normalización, otros beneficios que la compañía va a ver reflejado en sus procesos, como reducción de costos de producción, productividad de los empleados, eficiencia en los procesos, etc.

Después de ya esquematizada la normalización y especificados todos los procesos que debe seguir la compañía, esta no debe quedarse allí, debe poner en aplicación todo aquello requerido y finalizar logrando sus metas y objetivos manteniendo el éxito empresarial en el mercado.

Luego de su aplicación, se debe proceder a realizar evaluaciones periódicas al sistema con el fin de que la calidad mejore mucho más y se llegue a asegurar totalmente el cumplimiento de esta, que es lo que al final debe resultar satisfactorio tanto para el cliente como la empresa.

No se debe olvidar que la normalización va de la mano con el aseguramiento de la calidad y por tanto, se debe en todo el proceso mantener equilibrio entre estas dos.

Muchas empresas en el mercado, tienen el factor calidad en muy bajos niveles de importancia, lo cual debe empezarse a analizar, debido a que en un mundo tan competitivo y globalizado se deben jugar las mejores fichas que se tenga para lograr un éxito empresarial. Al final si el consumidor está totalmente satisfecho y ha superado sus expectativas en cuanto al producto, se puede decir que la compañía que lo provee, ha seguido acertadamente sus sistema de calidad; y si por el contrario no se cumple a tope con las especificaciones del cliente, la empresa muy seguramente ira decayendo hasta llegar a la quiebra, sin tener con que ganar la competencia.