Informe de lectura. Michel Foucault, fue un reconocido pensador, Psicólogo y filósofo francés del S.XX
Enviado por Rebecca • 6 de Marzo de 2018 • 1.779 Palabras (8 Páginas) • 499 Visitas
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A medida que nos vamos acercando al Siglo XIX, la “desaparición del espectáculo punitivo” se va haciendo presente. Esto precisamente se refiere a que ya es considerado una vergüenza para las autoridades el hecho de tener que castigar a alguien de manera agresiva para poder “corregir a la sociedad”, esto crea fuertes cambios, “Es feo ser digno de castigo, pero poco glorioso castigar”[3], con lo que se aborda la idea de que en lugar de castigar al cuerpo, se castigaría la libertad, una idea que da tanto a las autoridades como a las personas que cometen faltas, una luz de esperanza que proyecta los ojos en la corrección y desarrollo una vez condenados a prisión, una oportunidad de desarrollarse, pagar por lo cometido para quizás algún día reinsertase.
”El relajamiento de la acción sobre el cuerpo del delincuente” es la segunda gran idea que expone este filósofo francés, un punto que se relaciona directamente con el hecho de juzgar a la persona como un “alma errónea” que está sucia por el hecho de cometer un delito, lo que lleva a la privación de su libertad.
Entre todos los avances en la historia de los castigos penales que suceden en Europa, Foucault destaca la invención de la conocida “Guillotina”, que pese a su objetivo de muerte como castigo representa un cambio notable. Esta máquina para matar significa más que nada una igualdad en la pena capital, en la que todo condenado a muerte sería acecinado de la misma manera que los demás, además de caracterizarse por una muerte instantánea y mucho menos sufrida que por ejemplo la de Damiens en el S.XVIII. Sin embargo, pese a este rotundo cambio, la guillotina en Francia no dejó de ser un espectáculo por un buen tiempo, lo que fue cambiando de manera paulatina, cada vez de manera más oculta para el pueblo, lo que sin duda le da una muerte un tanto más digna a la persona bajo pena capital.
Michel Foucault da a conocer una especie de descontento con ciertas partes de este fenómeno que se está dando, específicamente por el hecho de que no se debería quizás suavizar por completo los castigos físicos, de hecho para él los condenados debiesen sufrir físicamente más que los que se comportan como corresponde. También se nombra la idea de que ya no se penalizan ciertas faltas que anteriormente si eran consideradas un delito grave, específicamente en temas religiosos. La sensibilidad está llegando a un extremo que para el pensador podría ser riesgoso.
Este filósofo rescata la idea de que el cuerpo humano tiende a varios puntos fundamentales, sin embargo destaca que “el cuerpo, en una buena parte, está imbuido de relaciones de poder y de dominación, como fuerza de producción; pero en cambio, su constitución como fuerza de trabajo solo es posible si se halla prendido en un sistema de sujeción”. Con esto, deja en claro que definitivamente Foucault demuestra un acuerdo con la pena punitiva como algo sumamente positivo,
El hecho de que Foucault comparta la idea de que la pena punitiva puede ser provechosa y constructiva se puede interpretar como una importante influencia por parte de Nietzsche, quien comparte esta idea claramente, “El derecho penal se vuelve así, en un aparato inhibidor de los instintos, para ser constantemente recordados en su negación. Como tal, el derecho penal para Nietzsche sirve para hacer más vívida la conciencia de la culpa”[4].
Michel Foucault nos entrega una clara visión sobre cada punto tratado en su interesante obra, dejándonos ver que su propuesta acerca de cómo debe funcionar la manera de penalizar se encuentra bien fundada, tanto en datos históricos como simplemente en sus reflexiones sobre lo que significa la idea del cuerpo físico, el castigo punitivo y varios conceptos e ideas que giran en torno al manejo para el funcionamiento correcto de la sociedad. Llama bastante la atención cómo un filósofo mucho más antiguo puede influir en uno que falleció hace poco tiempo, y la manera en que comparten una idea en común da a conocer que en realidad el marco de la ley eventualmente necesita de penas punitivas para lograr un buen manejo. Sin embargo, el autor da a conocer una idea que va más allá incluso de lo recién nombrado, el hecho de que las personas que se equivocan pueden de alguna manera lograr en la cárcel una rutina, el hecho de cumplir con ciertas horas de trabajo y aprender que se pueden lograr cosas honestamente, para que si algún día la vida les otorga una segunda oportunidad, puedan pensar que hay una lección aprendida y se puede aplicar lo aprendido para actuar amablemente con la sociedad.
Bibliografía:
- Carrasco Jiménez, Edison, “Nietzsche y su visión del derecho penal”, Editorial de la universidad bolivariana de Chile, 2008.
- Foucault Michel, “Vigilar y castigar “, S.XXI editores S.A., Buenos Aires, año 2006.
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