COMO ES EL EL ORIENTADOR COMO AGENTE DE CAMBIO EN LAS ORGANIZACIONES.

...

En este sentido, el agente de cambio se considera una persona capaz ejercer el don de la gerencia por medio de sus competencias obtenidas a través de sus experiencias de aprendizaje, al gestionar procesos que se encuentren en la organización, los cuales limiten su buen funcionamiento.

Un agente de cambio se define según García López (2010), como aquel que es capaz de desarrollar en la organización, acciones, actitudes y procesos que permitan realizar mejoras proactivamente en los diversos aspectos internos y externos. Es aquella persona responsable de iniciar o materializar cambios a escala grupal, departamental u organizacional.

El orientador, por su parte cumple su rol de agente de cambio, concebido por Santana (1998), como el papel activo del orientador para garantizar el cambio en las organizaciones y contextos donde presta sus servicios. Así mismo, al ejecutar este rol, debe realizar su trabajo de dinamizador de estructuras, al ser un experto en el conocimiento, evaluación y profesional proactivo en entidades institucionales, para ser capaz de proponer acciones innovadoras que permitan un cambio favorable en la organización.

De igual manera, como agente de cambio, es necesario ejercer su función de liderazgo, centrado en la acción de ejercer cierto grado de domino a través de sus destrezas y habilidades, para influir sobre decisiones o acciones que conlleven a la organización a contemplar una serie de opciones, que le permitan tomar decisiones que garanticen un propicio desarrollo organizacional.

Por ende, el orientador por medio de sus competencias en el campo ocupacional, forma parte inseparable de la gestión de cambio organizacional, al ser un profesional capacitado en diversas disciplinas que coadyuvan al cambio del ser, entre las cuales podemos mencionar la educación, la sociología, y psicología, tomando como referencias teorías y conocimientos base para proporcionar alternativas favorables que revitalicen el desempeño de las personas que componen las organizaciones.

Así mismo, al ejercer su rol como agente de cambio es primordial reconocer la importancia que existe en el trabajo del orientador, al colocar en práctica sus otros roles como pilares que rigen su conducta ante las situaciones que se presenten en la organización. Cada rol cumple un papel fundamental para cristalizar una transformación basada en la utilización de los recursos humanos propios del hombre, para incrementar el desempeño y la pertenencia a la institución gubernamental.

Aunado a esto, cada rol por su parte, ejerce unas funciones y tareas como parte indispensable del educador especializado en la orientación, al establecer parámetros, que rigen sus servicios en la organización, cada una de sus actividades están lineadas bajo la concepción de atender las diversas área del hombre como un ser holístico, lo que permite su autonomía en sus atribuciones personales, laborales, educativas, y recreativas.

A su vez, tomando en consideración la reglamentación de la institución organizacional, para posicionar un cambio representativo que signifique el avance propicio hacia la emancipación del capital humano, que conforma la entidad social. Esto, facilita un acorde manejo de los procesos empresariales, como la comunicación, el liderazgo, el domino del poder, la toma de decisiones, entre otros.

El código de ética de la orientación (2002), establece una serie de roles, que conforman la praxis general del orientador en los diversos contextos donde puede laborar como agente de cambio. Entre los cuales se puede mencionar, sus roles de: mediador, asesor, promotor e interventor, consultor, planificador, e investigador.

El orientador al trabajar en una organización, debe colocar en práctica sus roles para responder eficientemente ante los requerimientos del medio, entregando informaciones útiles que permitan el desarrollo de las potencialidades de los individuos. A través, de su rol mediador gerencia procesos al intervenir satisfactoriamente en situaciones específicas que permitan producir un cambio en las áreas que lo requieran.

De igual forma, el educador como profesional de la orientación al ejecutar su rol de asesor brinda asesoría a los comités y grupos que conforman la organización para establecer vínculos positivos que garanticen el rendimiento pleno de cada miembro, así participa como experto para intervenir en la solución de conflictos, mostrando vías fiables para mejorar la cooperación grupal.

Así mismo, el orientador está capacitado con competencias que le permiten ejercer como promotor e interventor, al ofrecer servicios desarrollados óptimamente para formar al equipo organizacional, otorgando herramientas elementales que permitan un cambio favorable al intervenir en los procesos que soliciten una reorientación, mejoría, o fortalecimiento. Es por ello, que el profesional de la orientación trabaja proactivamente para gestionar una transformación positiva para la entidad social, y sus miembros.

Durante el proceso de transformación organizacional, el orientador mantiene el control durante todo el procedimiento, pautas y delimitantes para evaluar el alcance del servicio realizado en los participantes, por lo cual su evaluación consiste en determinar la adquisión de competencias para manejar conflictos y situaciones de forma óptima, propiciando un trabajo productivo en la organización. Esto lo realiza a través de su rol como consultor.

Al ser un agente de cambio, el orientador permanece en constante preparación para ofrecer recursos que permitan a las personas conocerse a través de asesorías individuales o grupales, ligada a la acción de planificar diseños a la medida de los requerimientos de la población, de esta manera ejerce su rol de planificador, al facilitar servicios que permitan desarrollar habilidades y destrezas a los miembros del equipo organizacional para solventar favorablemente cualquier situación.

En cambio, el rol como investigador, es practicado durante toda su trayectoria profesional, porque es mediante la utilización de informaciones útiles a través de teóricos en la materia, métodos, estrategias o técnicas, que se puede trabajar favorablemente en un grupo determinado.

Por ende, se puede visualizar que cada rol ejercido por el orientador es imprescindible para que se pueda construir un cambio organizacional, debido a que es un profesional ampliamente especializado en el potencial humano, por lo cual puede ejercer sistemáticamente sus roles en cualquier contexto, ofreciendo oportunidades de innovación y renovación en estructuras complejas.

A su vez, las funciones y tareas que cumple el orientador, poseen un lugar representativo