La escuela como creación de la modernidad, se ha encargado de que los sujetos adquieran una especial forma de comprender
Enviado por Albert • 5 de Marzo de 2018 • 3.904 Palabras (16 Páginas) • 443 Visitas
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El niño y la relación con la madre y el padre
La madre es la que tiene el primer contacto con el cachorro humano. Contacto que instaura la sexualidad , no desde el punto de vista genital sino como tensiones que se producen y que no son de orden biológico. En este primer contacto la madre es la nutre, asiste, atiende las necesidades que el niño no pude satisfacer por sus propios medios. La madre no solo atiende lo biológico, sino que también es el motor de la construcción psíquica.
La sexualidad, que se instaura desde el momento del nacimiento, en actos tan simples como amamantar, es el motor de conformación y complejización psíquica y produce una exigencia de trabajo para la psiquis del niño.
El aparato psíquico actúa como un mecanismo regulatorio que intenta evitar el displacer , incremento de las tensiones, y tiende al placer que implica la disminución de la tensión. Cuando se hace mención del placer, se piensa en las acciones que liberan tensiones internas y produce satisfacción.
La función materna no solo libidiniza al niño, sino también le ofrece recursos que le permiten ligar estas tensiones para que el sujeto no quede librado únicamente al embate pulsional, en el sentido de liberarse de algo.
La madre en contacto con el niño exige la apertura de la psiquis al ofrecer una imagen identificatoria aportando sentidos y significados como así también una imagen de ese niño como propio anhelo.
La función paterna al igual que la materna es una función simbólica y no biológica. Es la encargada de efectivizar la separación entre la madre y el bebé. Representa la ley en su carácter estructurante, ordenador y constitutivo. Aporta los primeros objetos externos a la relación originaria, que anticipan al mundo exogámico.
Infancia y Educación. Niño y educador.
La etapa de la niñez, que transitan los niños de hoy requiere de un nueva mirada pedagógica que permita una redefinición de la posición que ocupa el educador, acorde a los tiempos actuales y a los recursos con los cuales se pueden trabajar.
Educar en la sociedad contemporánea requiere en buena medida volver a considerar al niño como un sujeto en crecimiento, como un sujeto que se está constituyendo, influenciado por la presencia de adultos que tienen su propia identidad y esta debe ser contextuadas.
El problema de la transmisión en educación cobra importancia a raíz del deterioro de los vínculos entre las generaciones. La relación actual entre padres e hijos ha ido modificándose a lo largo del tiempo. Aparecen nuevas figuras sociales por las que el niño atraviesa y de las cuales, a veces, es víctima.
Los cambios culturales y sociales que ha experimentado la sociedad han favorecido la importancia y el significado que ha tomado la infancia a partir de la concepción de la niñez como punto de partida de la sociedad política y civil del futuro, sabiendo que la escolarización garantiza cambio social y genera el progreso.
La historia de la infancia está atravesada por las luchas políticas, las ideológicas y los cambios económicos.
En 1884 se sanciona la ley 1420 que establece la obligatoriedad escolar y refleja los debates acerca de la concepción de la familia y el lugar que ocupa el niño en la etapa de fundación del sistema educativo.
La creación de la escuela y la obligatoriedad escolar provoca la necesidad de definir un estatuto, de buscar un espacio para la educación de los niños, de formar especialistas de la infancia; y reemplaza otros modos de educación.
Se Presentan dos tesis que tienen como centro el comportamiento del niño. La primera surge a partir de la inocencia del niño, que toma la Escuela Nueva, donde la bondad del infantil permite cuestionar el excesivo autoritarismo del docente y reclama una renovación de la educación. (Rousseau)
La segunda parte de la maldad del niño, en la que se piensa que el niño tiene una inclinación hacia la maldad y plantea que la escuela tiene que llevar adelante un régimen de libertad controlada. (Freud, C. Lambroso, Victor Mercante)
En la escuela nueva se da mayor protagonismo al niño permitiendo la participación en asambleas, y siendo parte de formas de autogobierno escolar.
El docente, genera en la constitución del niño, tensiones que surgen a partir de saber que el maestro es parte de la sociedad de los niños y de la sociedad de los adultos, también lo es, entre los lazos familiares y los lazos políticos, tiene la privacidad doméstica y convive en la esfera pública y es parte del pasado y del futuro.
En la escuela, una institución fundamental, transita la vida de los niños que da cuenta del pasaje de la vida privada al de la vida pública. Es la escuela la que debe cumplir una función específica posibilitando el tránsito de un mundo endogámico a uno exogámico.
Los docentes debemos hacer un ofrecimiento de sentidos, que no debe estar dado por la cantidad de palabras que emitimos sino por la significación que le otorgamos, buscando y observando la significación que les otorgan los niños.
En la relación con la escuela el sujeto recibe una oferta de objetos sustitutivos. La escuela no debe ser un lugar en el que se reproduzca lo primario, debe ofrecer otra cosa. Ni la escuela es un segundo hogar ni la maestra es una segunda madre. Tiene una tarea específica que debe cumplir.
El conocimiento como vértice del triángulo que se compone junto al alumno y al docente, evita el vínculo primario que se da en seno del hogar y recupera el sentido que existe entre el sujeto que enseña y el sujeto que aprende.
La institución escolar debe lograr el equilibrio entre la recuperación de lo singular y la transmisión de lo universal, entre los viejo y lo nuevo, entre lo conocido y los desconocido.
El alumno Adolescente
La niñez, fue en la vida del hombre, una etapa que se investigó y teorizó durante muchos años hasta que más tarde apareció en la escena el adolescente. El adolescente es el que vive una etapa de transición entre la niñez y la adultez, el cual, hasta después de la segunda guerra mundial, no parecía ser un grupo humano demasiado interesante para los investigadores.
Los niños de edad intermedia, podríamos decir los que viven la etapa de pre adolescencia ansían ser adolescentes y los adolescentes parecen creer (durante gran parte del tiempo) que han hallado el modo de vida definitivo.
Por su parte Françoise
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