SINDROME DE MÜNCHHAUSEN POR PODER

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El autor (Pichot, 1995, p.483) refiere que el descubridor del síndrome llamado Münchhausen fue el doctor Asher fue el pionero en designar esta entidad patológica como síndrome de Münchhausen n en 1951. Esta enfermedad epónima toma su nombre no de un investigador que lo haya descubierto, sino del excéntrico Karl Friedrich Hieronymus, varón de Münchhausen (1720-1797), quien contaba historias fantásticas, por ejemplo “Viajando en la luna”, como haber bailado en el estómago de una ballena. El varón Münchhausen dona su nombre a dicha enfermedad rara. Esta problemática se distingue a través de diversos síntomas, se las provoca ingiriendo medicamentos o autolesionándose para así seguir recibiendo la atención y simpatía de los demás.

1.2 Síndrome de Münchhausen por poderes

El Síndrome de Münchhausen por poderes (SMP) constituye una forma de Maltrato Infantil de alto riesgo, de difícil diagnóstico, que a menudo pasa desapercibido durante semanas, meses e incluso años. Graves complicaciones e incluso la muerte pueden derivarse del mismo. Constituye una forma peculiar de maltrato en el que uno de los padres -generalmente la madre- simula la existencia o provoca síntomas o signos en el niño con el objeto de buscar asistencia médica y maniobras diagnosticas o terapéuticas costosas o de riesgo. (2006, parr.1).

Los profesionales de la salud hacen mención que es un trastorno muy raro, no está determinado a la realidad, suele pasar inadvertido por su desconocimiento y un dificultoso diagnóstico. Muerte es errónea, dado que algunos especialistas de la salud den un veredicto preciso.

1.2.1 Características del Perpetrador

El perpetrador del SMPP es a menudo la madre. Algunas de ellas con cierto entrenamiento médico, paramédico o de enfermería, sin concluir. Puede ser casada, soltera o divorciada, pero en caso de estar casada, la relación con su marido es con frecuencia superficial, a pesar de tener una apariencia satisfactoria. A pesar de que su personalidad parece amable con el personal médico y las enfermeras, encubre en realidad su actitud hostil, difícil y demandante. Algunas, en su rol de triunfadoras de sus hijos enfermos, han gozado de una gran fascinación en su comunidad, y en lograr contactos útiles, valerosos y lucrativos. También han obtenido privilegios a causa de la enfermedad de su hijo, como por ejemplo viajes.

Estas madres tienen un historial de vida familiar involucrada en violencia sexual, la farmacodependencia que es impuesta en ellas o la ingesta de fármacos que se convierten en pacientes de miembros de familias personales médicos. Según Rosenberg, D. expresa un postulado contundente “El diagnóstico de la madre ha sido variable, desde normal, depresiva, hasta trastorno no determinado de la personalidad, trastorno histérico de personalidad, trastorno narcisista de la personalidad o trastorno no específico de la personalidad”.

Con estos diagnósticos no son los precisos, para la detección de la madre que produce la enfermedad en su hijo, es una noción para que los profesionales de la salud usen su accionar inmediatamente. Un punto de mayor magnitud, es la presentación de alegatos, falsos de mala praxis al colegio profesional de médicos, así como demandar al médico o al hospital sobre la base de los siguientes pretextos: difamación, informe malicioso, mala praxis, detención ilícita del niño, homicidio culposo.

Forma de actuar

El padre o cuidador debe admitir el abuso y buscar ayuda psicológica.

Si se descubre la simulación y la actitud del padre se mantiene, se puede tener en cuenta denunciar la situación.

Es necesario tener en cuenta que si el padre es denunciado puede aumentar los síntomas del niño para intentar demostrar que si tiene una enfermedad.

En algunos casos, el padre o cuidador puede negar los cargos y trasladarse a otra ciudad para continuar el comportamiento.

1.2.2 Consecuencias

Las consecuencias que deja el Síndrome de Münchhausen por Poderes, es a nivel emocional, psicológico, físico y social. En el nivel físico genera en la sociedad infantil, una destrucción en su organismo, que requieren una intervención quirúrgica y hasta dejarlo sin vida en plena cirugía. Karlin (1995) menciona lo siguiente en el aspecto emocional:

Explica que el menor puede aprender a ver el amor de la madre como dependiente del comienzo de su enfermedad; de este modo, el niño entra a cooperar en el engaño o incluso recurre al auto abuso, con el propósito de protegerse a sí mismo del miedo al abandono. Una vez el niño ha aprendido a identificarse con la enfermedad y a usarla como medio de expresión y comunicación con la madre, tiene la capacidad de convertirse en paciente del SM: pasa de ser víctima a ser perpetrador sobre sí mismo.

El terror irreversible en la sociedad infantil, crea un estado de aislamiento interpersonal, es decir, una pobre interacción con sus pares de su misma edad. Añadiendo a esto el surgimiento de una ansiedad intensa, un comportamiento de hiperactividad severo y una sensación de debilidad.

2 FORMAS PRIMARIAS DE PRESENTACIÓN: „

- enfermedad inducida o producida: la madre realiza esfuerzos activos para crear síntomas de enfermedades, a veces serias (sofocación, envenenamiento intencional) „

- enfermedad simulada: la madre puede desde suministrar información falsa en relación a síntomas inexistentes, hasta contaminar muestras de laboratorio.

La “madre” del SMPP: Se describieron, cuatro tipos de madres que ejercen este tipo de maltrato:

- Maltrato como búsqueda de ayuda: son madres que buscan atención médica para sus hijos, en orden de comunicar sus propias ansiedades, cansancio, depresión o inhabilidad para hacerse cargo de su hijo. En muchos casos coinciden con un contexto de conflicto familiar, violencia doméstica, desavenencias en la pareja, hijos no buscados. En general estas madres aceptan ayuda psicoterapéutica.

- Las médico- adictivas: estas madres están obsesionadas en obtener tratamiento médico para enfermedades inexistentes en sus hijos. Se dedican a detallar síntomas e historias médicas falsas sobre sus hijos. Piensan que sus hijos están efectivamente enfermos, se niegan a aceptar la evidencia médica que dice lo contrario, y realizan sus propios tratamientos hacia sus hijos. Suelen mostrarse perspicaces