La importancia del juego en preescolar.

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En el juego los niños actúan conforme a ideas interiores, más que conforme a la realidad exterior: El niño ve una cosa, pero no actúa en relación con lo que ve. Así, se alcanza una condición en la que el niño comienza a actuar con independencia de lo que ve.

Desarrollo de la autorregulación

Como el juego de representación exige que los niños inhiban y contengan su conducta de acuerdo con los papeles y las reglas del tema de la representación, ésta ayuda a practicar la autorregulación. El juego de representación exige mucho más control y deliberación que otros contextos, por lo que crea.

Elkonin fue quien abordó particularmente el juego. Hizo investigaciones y probó intervenciones para mostrar la conexión entre el juego y el desarrollo de las actividades de aprendizajes e identificó las propiedades que hacen del juego una actividad conductora.

El juego de representación en los niños de uno a tres años.

De acuerdo con Elkonin, las raíces del juego se encuentran en esta edad, los niños exploran las propiedades de los objetos y aprenden a usarlos convencionalmente, hay juego cuando comienzan a usar los objetos cotidianos en situaciones imaginarias.

El juego en los niños preescolares y del jardín de niños.

Para Elkonin la dramatización en los años preescolares comienza orientada hacia el objeto. En la dramatización de orientación social, los papeles se negocian y actúan durante un buen rato, el niño se convierte en el personaje que representa. La dramatización de orientación social no tiene que darse con otros niños, puede ser con personajes imaginarios. Los niños de diez y once años siguen haciendo juegos sociales, pero su importancia como actividad conductora desaparece.

Los juegos de competencia

Son de otro tipo de dramatización que aparece alrededor de los cinco años, los juegos se distinguen de la dramatización imaginaria por el hecho de que en éstos la situación imaginaria está oculta y las reglas son explícitas y detalladas, (el ajedrez, el futbol, etc.)

No toda dramatización puede considerarse actividad conductora porque no todas las conductas de la representación propician el desarrollo. Las siguientes son las principales características de la dramatización que preparan al niño para la ulterior actividad de aprendizaje:

-Representaciones y acciones simbólicas, temas complejos entrelazados, papeles complejos entrelazados y marco de tiempo extendido (durante varios días).

Para asistir la dramatización, los maestros pueden hacer lo siguiente: cerciorarse de que los niños tengan el tiempo suficiente para la representación, ayudar a los niños a planear su representación, revisar el desarrollo de la representación, elegir el apoyo y los juguetes apropiados, proporcionar temas que puedan prolongarse de un día para otro, asesorar a los niños que necesiten ayuda, sugerir entrelazar los temas o hacer una demostración de cómo hacerlo y mostrar formas apropiadas para resolver las discusiones.