ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
Enviado por Jerry • 11 de Diciembre de 2018 • 3.514 Palabras (15 Páginas) • 320 Visitas
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En tal sentido, consideramos que al ser una organización con alto grado de heteronomía (a pesar de decirse autónoma) recibe tensiones y normas de diferentes fuerzas, como hemos notado en la jerarquización que delimita el rol de sus actores. En este sentido entran también en puja intereses como aquello que le pide la sociedad a la escuela, las universidades a esta y la familia a ambas. Por ello podríamos decir que la escuela presenta una crisis de formación, dada las presiones de los distintos miembros de la sociedad sobre su funcionamiento, aunque tengan cierta autonomía para organizar su trabajo, y la incapacidad de resolverlo en el circuito comunicacional.
Todo ello tensiona los resultados del funcionamiento de la organización escolar, ante lo cual la escuela tiene poco margen de maniobra dada su forma jerárquica de organizar el trabajo. Esto nos presenta una paradoja, ya que esta organización debería educar para la participación y la democracia y presenta en su forma un aspecto vertical, sostenido desde arriba y no construido desde las bases.
Estas problemáticas, entre otras tantas, nos conducen a considerar la escuela como una singularidad, no comparable a una fábrica, aunque también ofrezca sus “resultados”, ya que estos productos no pueden ser asimilados a un proceso industrial ni a una empresa, pues la escuela debe hacer a cada sujeto autónomo y creativo.
Otra cuestión importante que se debe tener en cuenta en la gestión de la organización y la gestión escolar es la adaptación de los distintos enfoques teóricos al contexto, e implementarlos primeramente en el componente vital de las escuelas: el currículum. A modo de ejemplo, ya no es lo mismo el aprendizaje de las matemáticas ayer que el de hoy día, con los avances técnicos y la globalización expandida, por lo cual habría que revisar esas formas. Debemos evitar intentan cambiar la realidad en base a esquemas que van perdiendo vigencia. ¿Cómo? Problematizándolos en un nuevo contexto. Entonces, ¿qué tipo de oferta curricular podría sostenerse para hacerle frente a los obstáculos que hoy enfrenta la escuela en medio de una crisis de legitimidad como la que estamos viviendo?
Consigna 2: (a y b)
En la cita notamos cómo los autores sustentan la organización escolar orientando su acción hacia el cumplimiento sistemático de objetivos, lo cual nos recuerda al modelo por objetivos aplicado en la didáctica. Así, estaríamos definiendo el desarrollo curricular en base a ciertas conductas que se deben internalizar al finalizar el proceso formativo, mediante la consecuente obtención de resultados, todos ellos guiados por un orden mecánico que deviene del modelo antes citado, teoría ambiciosa que intentará organizar y relacionar una serie de variables, problemas y actividades para confluir en una panacea educativa. Desde ya, evitando todo posible error sobre los sujetos en cuestión, es decir, los alumnos.
Dicho de otro modo, en este proceso de hacer pasar un saber a otro, el modelo normativo hace hincapié en la eficacia del docente en este tipo de transmisión.
Inferimos, entonces, que el saber está acabado y sólo es necesaria una “buena” transmisión del mismo para que el receptor pueda aprehenderlo, “paso a paso y acabadamente”, sin retrasar en su marcha a los demás. En este sentido, las técnicas aplicadas por el enseñante deberán ser efectivas para lograr una respuesta correcta y esperada por parte de los alumnos, de manera que todos puedan seguir el mismo ritmo de aprendizaje y llegar hacia ese objetivo certero y único que se concibe en el currículum.
Sin embargo, este aspecto normativo se aliena del funcionamiento de la institución educativa, ya que son altamente especulativas sus propuestas cuando son puestas en acción, a su vez jerárquicas y muy poco flexibles al contexto. De ahí el ideal por “el verdadero” pedagogo. Es un modelo más “conceptual” que práctico y tiene una noción muy verticalista del sistema educativo, partiendo del supuesto que el futuro es certero y pronosticable, apelando a la “buena voluntad” del docente, quien sabrá guiar a sus alumnos hacia las conductas pretendidas.
Finalmente, concluimos que la cita nos refiere un sistema educativo centralizado, con un fuerte control del Estado sobre el currículum y el rol del docente, así como su formación. De este modo, observamos un proceso educativo que define el rol docente como un dispensador de conocimientos en un espacio de enseñanza. Así como también la perspectiva lineal, que “olvida” aquellos aprendizajes que se dan fuera de la escuela y lo que acontece fuera.
Consigna 2: (c)
Hoy la educación debe ser más abierta y participativa, erigiéndose los docentes como constructores de estas nuevas realidades sociales que devienen junto con los avances científicos y tecnológicos, gestores de incertidumbre. Así, uno de los nuevos liderazgos que debe asumir la escuela es abrir sus fronteras buscando nuevas estrategias educativas, por ejemplo, integrando en las aulas el mundo cibernético, compartiendo los alumnos con otros de otras ciudades y países, lo cual tiene un carácter democratizador como herramienta, al igual que comunitario, pues nos permitimos construir un proyecto común desde las diferencias. De esta manera intentaríamos reducir el riesgo e incertidumbre en torno a la gobernabilidad, apoyándonos en un escenario construido en base al análisis de la realidad presente, pasada y abriendo múltiples escenarios futuros.
Este relato nos invita a realizar una prospectiva para una gobernanza democrática, acorde al nuevo contexto de los procesos de decisión pública y privada, marcado por el intercambio de múltiples polos de poder en la sociedad. Por lo tanto, la prospectiva interactiva, ejercida continuadamente y capaz de lograr este diálogo nos invita a prepararnos para un tiempo nuevo en construcción. De este modo, el futuro visible es reconstruido y enriquecido en escenarios que tienen en cuenta estas múltiples variables de la realidad en su constante evolución. Este marco instrumental que caracteriza a esta visión lo distingue del marco normativo al ser más flexible, proyectando en estos escenarios trayectorias, actores y estrategias alternativas que reflejen el contexto presente en las aulas. En este sentido, el desarrollo tecnológico y el científico tienden a generar nuevas herramientas de inserción laboral que la escuela debe promover.
Consigna 2: (d)
Casassus nos despliega en siete marcos conceptuales o modelos de gestión el proceso por el cual ha transitado latinoamérica en la gestión educativa. En
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