“El oficio del sociólogo” de Pierre Bourdieu (1975)

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Esta es una de los principales puntos rojos de las ciencias del área social y humanidades, que están permeadas de juicios de valor, sin embargo, se debe hacer hincapié en que, el objeto de estudio de dichas ciencias son las personas, y las redes que estos crean en base a la interacción, por lo tanto no se pueden hacer leyes o principios estrictos de estas como en las ciencias naturales, que es donde surge el método científico.

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Lo anterior lo plantea Bourdieu al afirmar que no se puede reproducir una realidad no basta con multiplicarla, y para construir un objeto se debe partir de las divisiones reales (Bourdieu, 1975), como lo que se comentaba al inicio del texto, en el que se delimitaba el espacio de estudio, sin embargo podría fragmentarse aún más, si se toma en cuenta el tiempo, ya que cada generación es diferente, por lo cual no es el mismo consumo cultural de la generación 2010-2016 a la de 1995-2001. Las brechas generacionales también forman parte del objeto de estudio y deben ser tomadas en cuenta.

Sin embargo Bourdieu también manifiesta el que todas las investigaciones deben estar sustentadas por una teoría previa, de lo contrario la investigación y por ende el investigador, caerían en algo denominado hiperempirísmo, un poco ligado a este argumento epistemológico realista y naturalista que comentábamos en clases anteriores, en los cuales la realidad era tal cual se percibía, y que trataba de dar explicaciones naturales al comportamiento del ser humano.

El párrafo anterior me hace cuestionarme respecto a la labor de investigación, en la cual observo todo como un “gran plagio” constante, donde solo repetimos lo que se ha escrito anteriormente y se va modificando de acuerdo a la época, entonces ¿Cómo encontrar la objetividad a nuestro trabajo? He escuchado constantes comentarios respecto a la labor sociológica, como “son los futuros científicos sociales”.

Considero que es un punto de vista positivista y algo reduccionista de las ciencias sociales, lo cual ha generado estigmas a las investigaciones, donde se le resta validez y se sigue dando mayor importancia a los trabajos derivados del área de las ciencias exactas.

Es nuestro deber, como nueva generación de “científicos sociales”, replantear el valor de las ciencias sociales y de su importancia para la sociedad, donde no se nos puede seguir viendo como simples objetos de estudio, de los cuales derivan programas de gobierno o slogans para consumo o propaganda política populista.

La labor científico social va más allá que el solo contrastar teorías, es ir y buscar las problemáticas de primera fuente, investigarlas y hasta cierto punto vivirlas, empatizar con ellas y generar trabajos de calidad que sean un parteaguas de cambio, y no sólo un libro de pasta bella en una repisa de madera. Fomentemos el espíritu científico.

Bibliografía.

Bourdieu, P. (1975). El oficio del sociólogo. La construcción del objeto. Buenos Aires: Siglo XXI, pp. 51-81.

Carretero, M. (1997). Constructivismo y educación. ¿Qué es el constructivismo? México: Progreso. Pp. 37-40.

Erazo M. (2011). Rigor científico en las prácticas de investigación cualitativa. Ciencia, docencia y tecnología, (42), pp.107-136. Recuperado en 27 de mayo de 2016, de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-17162011000100004&lng=es&tlng=es.

Silva, C. (s/f). El modelo constructivista en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Rasgos y desafíos en la educación superior en Ciudad Juárez, 1, 163- 196. 24 de mayo del 2016, De http://www.uacj.mx/CSB/BIVIR/Documents/Acervos/libros/LibroCuerpoacademico.pdf Base de datos.