Hambre cero “La experiencia Brasileña” Por: Jorge Arturo Santamaría Colula

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- Instrumentos de Desarrollo y sus Políticas

Anteriormente revisamos cuales son las características generales e instrumento de política económica que se utiliza para abordar la problemática, sin embargo, en la aplicación contextual hay un gran diferencial, por ejemplo; en las problemáticas sociales de Brasil se muestran altos índices de delincuencia y corrupción, esto también afecta de manera directa al programa, se comienza a denunciar extorciones y tráfico de influencias, varias denuncias giran alrededor de los presidentes municipales que estaban otorgando los apoyos a familiares, precisamente por esto es importante identificar cuáles son las características que determinan al programa; al comienzo del Gobierno de Lula se basó en la integración de tres grupos de políticas:

a) Políticas estructurales, dirigidas a las causas más profundas de la inseguridad alimentaria, que debían ser adoptadas por el Gobierno federal de forma articulada con los estados y los municipios. En este grupo se encuentran las políticas agrarias, las políticas de abastecimiento, las políticas de comercialización y distribución de los alimentos, las políticas de generación de empleo y renta, y las políticas de educación y salud.

b) Políticas específicas, destinadas a crear en el corto plazo las condiciones para que las familias que padecen hambre puedan alimentarse adecuadamente. Entre estas iniciativas se pueden destacar las políticas de transferencia de renta para familias en situación de pobreza, las políticas de distribución de alimentos, y las políticas de seguridad y calidad de los alimentos.

c) Políticas locales, que tienen como objetivo movilizar a los gestores estatales y municipales para la promoción de la seguridad alimentaria y nutricional de sus poblaciones. En este grupo se encuentran la creación de restaurantes populares y bancos de alimentos, la promoción de ferias de productores, y los programas de asistencia técnica a los agricultores familiares.

Los agricultores representan más del 80 % de los establecimientos agropecuarios del país. En el período que va de 2003 a 2009 se asentaron “… 574 532 familias en más de 47,7 millones de hectáreas, a partir de 3 386 proyectos, lo que corresponde aproximadamente al 62 % del total de los asentamientos llevados adelante en los últimos 39 años. Para alcanzar estos resultados, en los últimos 7 años se invirtieron 7 000 millones de reales solamente en obtenciones de tierras. Esas familias reciben mensualmente un promedio de 94 reales brasileños (aproximadamente 56 dólares estadounidenses). Entre 2003 y 2008 el presupuesto del programa fue ampliado significativamente, pasando de 3 200 millones de reales (1 900 millones de dólares) a 10 500 millones de reales (6 100 millones de dólares)” (Belik, 2012). Otras medidas que se implementaron se estructuro equipamientos públicos de alimentación y nutrición, tales como restaurantes populares, bancos de alimentos y cocinas comunitarias.

Por último cavé señalar la importancia que tiene la agricultura familiar como principal responsable en la seguridad alimentaria de la gran mayoría de los brasileños, concentra gran parte de la producción nacional “…se puede afirmar que la agricultura familiar es la principal responsable de garantizar la el 70 % de la de frijol, el 46 % de la de maíz, el 38 % de la de café, el 34 % de la de arroz, el 58 % de la de leche, mantiene el 59 % de la cabaña de porcinos, el 50 % de la producción ave y el 30 % de la cabaña de bovinos, y cosecha también el 21 % del trigo.” (Takagi, 2012). Precisamente por lo anterior la producción al colocarla en el mercado nacional hacía una duplicidad estratégica, el gobierno compraba la producción individual a precios de mercado, esto hacia que los pequeños productores así como los grandes no tuvieran una perdida y después repartía la producción haciendo que el gasto que se tenía para el consumo se destinará a otras actividades o a mejorar los hábitos alimenticios, se comenzó a fortalecer el ahorro en las familias y no solo estímulo el mercado de producción agrícola, comenzó un nuevo ciclo de expansión productiva, al realizarse las mercancías y tener asegurado gran parte de la alimentación el salario se mantuvo estable y esto creo que las ganancias empresariales comenzaran a crecer, en esta medida se entiende el crecimiento del PIB en la economía Brasileña.

- Evaluación

De 2004 a 2009 la Red de Educación Ciudadana consiguió, a partir del esfuerzo del trabajo voluntario, llegar a más de 1 500 municipios brasileños e involucrar a cerca de 300 000 personas en procesos de formación y capacitación en seguridad alimentaria y nutricional y derechos sociales y humanos

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(Ibidem, 2009)

El crecimiento de la economía brasileña ha beneficiado a todos, pero principalmente a los más pobres. Entre 2005 y 2006 la renta de los brasileños subió en promedio un 9,16 %. Para el 40 % más pobre, el incremento fue del 12 %, mientras que para el 10 % más rico, fue del 7,85 %.

Conclusiones:

Por lo tanto, la lucha contra la pobreza en el Brasil se inserta en una visión integral del desarrollo, donde la inclusión social es el camino para un crecimiento sostenible y para aprovechar el potencial de las personas.

“En la agricultura familiar, más de 4 millones de personas salieron de la pobreza. Entre los asalariados rurales, 624 000 familias dejaron de ser pobres, pero aún el 17 % de las familias asalariadas del campo se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Aún es necesario enfrentar muchos desafíos, el mayor de los cuales es la existencia de 29,5 millones de personas en condición de pobreza en el Brasil.” (Bittencourt, 2012

Bibliografía

Graziano da Silva José, Del Grossi Mauro Eduardo y Caio Galvão de França, “Fome Zero (Programa Hambre Cero) la experiencia Brasileña, Ministerio de Desarrollo Agrario del Brasil, Brasilia 2012.