Análisis del cuento Luvina
Enviado por Stella • 1 de Abril de 2018 • 1.396 Palabras (6 Páginas) • 875 Visitas
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Podemos describir aquí otro fenómeno: la “desterritorialización”, esto es, en palabras de Jean Franco (1997), un desarraigo físico de la gente del lugar que le es propio, pero es también una “liberación” de la raigambre cultural y la filiación. Esto está claramente manifestado en el texto de Rulfo. Los habitantes de Luvina se encuentran en un lugar que no sólo le es indiferente al Gobierno en tanto espacio físico, sino que también le son indiferentes sus habitantes. El abandono genera en ellos la desterritorialización, pues los pobladores sienten un enajenamiento por su propio lugar: sus hábitos, valores, costumbres y creencias les han sido quitadas de raíz por ese Gobierno. En cuanto a la “liberación” de la filiación, el narrador expresa: “los niños que han nacido allí se han ido…Apenas les clarea el alba y ya son hombres […] pegan el brinco del pecho de la madre al azadón y desaparecen de Luvina […] un marido que anda donde sólo Dios sabe dónde… Vienen de vez en cuando como las tormentas […] Mientras tanto, los viejos aguardan por ellos (sus hijos).”[5] Con ello queda claro que el fenómeno de la desterritorialización también provoca una ruptura filial, pues a los pobladores también les son arrebatados los vínculos familiares. En relación con el mencionado fenómeno podemos agregar que éste provoca cierta extrañeza del pueblo, otorgándole las particulares características que posee.
Pero el discurso del narrador cambia luego de haber vivido en Luvina, adoptando un discurso contrahegemónico: “Allá dejé la vida…Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado […] cuántos años estuve en Luvina […] la verdad no lo sé […] debió haber sido una eternidad […][6] en esa época estaba cargado de ideas…usted sabe que a todos nosotros nos infunden ideas.”[7] Cuando el narrador expresa estas palabras revela la manera en que el Estado produce y reproduce la ideología a través de las distintas instituciones, en este caso, mediante la escuela, que es un AIE (Aparato Ideológico de Estado)[8]. La hegemonía pretende consensuar con un discurso armado y organizado, pero ello no es más que una apariencia, pues mediante él somete a aquellos que quiere dominar. Este reconocimiento, que le permite al narrador distanciarse del poder hegemónico, sólo puede lograrlo luego haber permanecido en el tiempo-espacio del pueblo y busca, de alguna manera, advertir al narratario sobre esas cuestiones. En este sentido, sabemos que los personajes no se mueven en espacios neutrales, sino que lo hacen dentro de las relaciones de poder. El discurso hegemónico construye la imagen de los sujetos, pero además los posiciona en un espacio específico[9] que puede adquirir sentido si ellos se comportan siguiendo ese discurso. En “Luvina” los personajes son posicionados en un espacio no solamente geográfico y temporal, sino también, en un espacio social: el del sometimiento.
Para finalizar, según lo analizado, podemos decir que es factible enlazar las dimensiones espacio-temporales del cronotopo, la dimensión social, pues hemos podido ver cómo determinados aspectos sociales son considerados en la literatura para correr el velo y evidenciar el funcionamiento del sistema hegemónico.
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BIBLIOGRAFÍA
Bajtin, Mijael (1989). “Formas del tiempo y del cronotopo en la novela. Ensayos sobre poética histórica” en Teoría y estética de la novela. Madrid. Taurus
Franco, Jean (1997). La globalizaciòn y la crisis de lo popular.
Rivas Rojas, Raquel. Consenso, hegemonía e identidad: Sujetos y espacios de un imaginario fracturado.
Rulfo, Juan (2009). “Luvina” en Pedro Páramo. El llano en llamas. -6ª ed.- Buenos Aires. Booket.
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/aguas/html/sec_73.html [Consultado 02-11-2015]
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