Cuento “Mi mejor Superhéroe”

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Papá de Maite: Y Nico, ¿cómo te ha ido en el colegio?

Nicolás: Más o menos tío… ando bajoneado.

Mamá de Maite: ¿Por qué Nico? ¿qué pasa?

Nicolás: Es que me molestan porque soy orejón y soy malo pa’ la pelota.., ¿cierto Maite?

Maite: Sí y también molestan a otros compañeros. El Nico habló con sus papás pero no le fue muy bien.

Papá de Maite: A ver… ¿qué podemos hacer para ayudarte Nico?

Nicolás: No… si la única solución tío es que viniera Spiderman y que los atrape con su telaraña y se los lleve muy lejos. (Mientras él se lo imagina, aparece spiderman y hace demostraciones de su poder). O… también podría venir HULK y ¡aplastarlos con sus enormes pies o mandarlos a volar con su súper fuerza! (aparece Hulk y también hace demostraciones de su poder) o podría venir…

Maite: ¡La princesa Elsa de Frozen! y podría congelarlos a los tres con su poder (aparece Elsa y baila al ritmo de la película).

Mamá de maite: Niños yo creo que esa no es la solución… tú sabes Maite que existe un Superhéroe mejor que todos ellos y a ti Nicolás también te hemos hablado de él ¿recuerdas?

Nicolás: No tía, ¿Quién es?

Papá de Maite: Jesucristo, Nicolás!

Nicolás: ¿Pero como Jesucristo me va a ayudar? ¿Él tiene super poderes??

Papá de Maite: Jesucristo tiene más poderes que un superhéroe, él es un amigo, nos ayuda en los momentos difíciles y puedes comunicarte con él a través de la oración. ¿Sabes lo que haría Jesucristo en tu lugar? Trataría de acercarse a ellos y ser su amigo.

Nicolás: Ellos no van a querer ser mis amigos.

Maite: ¡Nico se me ocurrió una idea! Como esos tres son tan flojos y les va súper mal en matemáticas, ¿por qué no te ofreces para ayudarles y darles clases?

Mamá de Maite: ¡Bien hija, muy buena idea! ¿Ves cómo Jesucristo y Nuestro Padre Celestial nos ayudan? Te han dado un gran don para que puedas ayudar a esos niños.

Papá de Maite: Nicolás tú preocúpate de enseñar a tus compañeros y mi esposa llamará a tu mamá para contarle lo que está pasando ¿bueno?

A continuación el narrador relata las escenas que sólo deberán ser actuadas sin diálogo.

Narrador: La mamá de Maite se levanta de la mesa y comienza a hablar por teléfono con la madre de Nicolás. Al otro día Nicolás se acerca con un libro de matemáticas a ofrecer ayuda a sus tres compañeros, Agustín, Felipe y Nicolás, ellos titubean pero terminan aceptando la ayuda porque están a punto de repetir, luego de algunos días los niños se acercan a Nicolás felices con su nueva nota y le dan las gracias por su gran ayuda.

En La escena final se ve a todos los niños jugando y a los cuatro padres conversando al fondo.

Narrador: Desde ese momento los niños fueron amigos y entendieron que todos somos diferentes, tenemos distintas capacidades y dones, algunos vienen de otros países, tienen otras religiones, incluso son diferentes físicamente, pero que eso no impide que podamos compartir y amarnos como Jesucristo lo hizo.

Nicolás: ¡Ataja la pelota Nico!

(Nicolás ataja la pelota y todos corren a abrazarlo).