Cuento: ¿Y papá?.

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Hoy a mis veinticuatro años de edad, comprendo que mi papá lucho por mí. Suelo pensar en todas aquellas cartas que le mande, insultándolo. Pero era joven, era mi mamá ¿Cómo mi mama me va a mentir? O ¿Decirme algo para perjudicar a mi papá? Todos esos comentarios que hacía Claudia, eran mentiras.

Ellos se separaron al año de mi nacimiento, mi mamá golpeaba a mi papá. Mi papá se dirigió al Centro de Violencia Doméstica, cuando, llenando la denuncia una mujer se le acercó y le dije que lo informaron mal, que si hay una caso de violencia, y hay un menor de por medio era él quien debía que desalojar la vivienda. Y así fue, ya no era una convivencia, él trataba de sobrevivir. Entonces se fue.

Fue a la comisaria y no le quisieron tomar la denuncia. Fue a fiscalía y el fiscal no estaba. A lo largo de los años su expediente fue creciendo. Pero el de mi mamá también, ella fue quien le impido por medio de una denuncia no acercarse a mi casa. No, a una tenencia compartida.

Hoy podemos ver como el sistema falla: No hay sanciones para denuncias falsas, no consideran que estas acciones sean declaradas como delito más allá que este en la ley. Los casos no se resuelven en diez días como está escrito en el artículo tres.

Prácticamente se lo desaparece al padre con el amparo del sistema judicial. Se lo deja huérfano al niño cuando en realidad el padre vive. Hay detrás una violencia psicológica, porque mi madre me inculco la posibilidad de transgredir normas, de hacerme creer una realidad distinta.

Impidió el contacto con mi padre, tratando de perjudicarlo. Paralelamente, perjudicando a su hijo.

Si el denunciante es hombre, se lo trata a este como el culpable. Cuando toda persona es inocente, hasta que se demuestre lo contrario. Se lo acusa de mentiroso, se lo aleja del hijo porque es políticamente incorrecto sacarle la tenencia a una madre.

El artículo seis de los derechos del niño, abala, que todo niño tiene derecho a convivir con ambos padres. Históricamente, no es solo a mí a quien me sacaron mis derechos, son muchos donde “Una justicia fabrica huérfanos”.

Actualmente, apoyo a la Asociación de Familiares separados de sus Hijos. Y afirmo que nadie debe estar separado de sus padres, a menos, que sea por voluntad propia. Y que nadie debe pasar por arriba los derechos de cada uno.

“El sistema funciona con un mayor grado de aceptación a la credibilidad del discurso dado por una mujer, que por un hombre y no basado en la fuerza del discurso, en las pruebas que los sustentan, sino en el género y esto es grave” . Juan Carlos Dietze, abogado penalista especialista en familia.