Descripción personal del ambiente educativo ideal en el modelo de educación basada en competencias.

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Es decir, el profesor tiene que ser responsable de que los alumnos:

Aprendan a aprender: que puedan regular sus propios procesos de aprendizaje, que sean conscientes de lo que van aprendiendo, pero principalmente de cómo es que lo están logrando.

Aprendan a hacer: que desarrollen habilidades y técnicas para aplicar y poner en práctica lo que saben para poder resolver problemas dentro de su contexto global.

Aprendan a convivir: que logren trabajar en equipo de una manera eficiente, respetando a sus compañeros, propiciando el bien común y fomentando la legalidad y la justicia.

Aprendan a ser: que se visualicen como un ser particular capaz de adaptarse a su contexto universal, que logren ser autónomos, responsables y competitivos comprometidos tanto en su formación profesional como en su desempeño laboral y social.

Sin embargo es de suma importancia recalcar que para que un profesor pueda planear, desarrollar, implementar y evaluar los aspectos anteriores, es insdispensable que posea ciertas competencias docentes como: organizar y llevar a cabo su formación continua a lo largo de su trayectoria profesional, dominar y estructurar los saberes para lograr aprendizajes significativos, planificar los procesos de enseñanza – aprendizaje en base al enfoque por competencias y adaptarlos al contexto necesario, llevar a la práctica estos procesos de una manera creativa e innovadora, evaluar estos procesos en base a un enfoque formativo, mantenerse actualizado en el uso de las TICS, adoptar un algún idioma como segunda lengua, pero sobretodo mantener una postura accesible y abierta a para poder adaptarse a todos los cambios que van surgiendo en el mundo globalizado en el que vivimos y que obviamente afecta al ámbito educativo.

La evaluación: Los procesos utilizados en la evaluación siempre han sido tema de análisis y críticas debido a que los criterios utilizados por los docentes no siempre terminan siendo los más convenientes para los objetivos propuestos en los planes y programas.

La evaluación de un programa basado en competencia debe de tener una metodología concreta, que permita dar nos evidencias de que el proceso educativo es no sólo correcto sino eficaz.

Así, la evaluación de un programa de este tipo no es un mero acto puntual, sino que sirve para una mejora continuada del programa, la hemos de entender como un proceso. Este proceso de evaluación se encuentra íntimamente relacionado con la programación y planeación del programa, pudiendo de este modo efectuar una constante retroalimentación, Cepeda (2013).

Para ello la evaluación debe ser en base a un enfoque formativo, es decir, se deben establecer criterios y métodos de evaluación con base en el enfoque de competencias los cuales deben ser revisados y consensados junto con los estudiantes, para que ellos estén conscientes de lo que se les va a evaluar y por qué. Además la evaluación debe de ser integral, es decir, debe de tomar en cuenta los procesos de aprendizaje, el desarrollo académico de los estudiantes, los logros alcanzados, las habilidades y competencias desarrolladas, la capacidad de los estudiantes para resolver problemas utilizando los conocimientos adquiridos, la evaluación y la autoevaluación.

Los enfoques integrales de evaluación del desempeño combinan conocimiento, entendimiento, solución de problemas habilidades técnicas, actitudes y ética de la evaluación. Una evaluación integrada u holistíca se caracteriza por estar orientada a problemas, ser interdisciplinaria, cubrir grupos de competencias, exigir habilidades analíticas y combinar la teoría con la práctica, Macdonald (2000).

Después de describir el ideal de los elementos anteriores queda bastante claro que debido a que todos y cada uno de ellos se interrelacionan, se deben planear, integrar y desarrollar paralelamente, siempre girando en torno al enfoque por competencias, ya que si no se realizan de esta manera entonces dicho enfoque no será global ni cumplirá con sus principios y objetivos. Es decir, de nada sirve diseñar un currículo basado en competencias si se va a desarrollar mediante un proceso de enseñanza - aprendizaje basado en un modelo de educación tradicional y en el cual el único objetivo de la evaluación sería la cuantificación de los conocimientos adquiridos.

Considero que para que un modelo educativo basado en competencias funcione eficazmente, lo ideal es que desde la educación inicial y preescolar se fomente dicho modelo, así como también sea un requisito indispensable en el proceso de formación y actualización de todos y cada uno de los docentes, ya que somos una pieza central para que los alumnos realmente puedan ser competentes en los sentidos principales en los cuales se enmarca una competencia, saber, saber hacer, saber ser.

Bibliografía

Cepeda, J. (2013) Metodología de la enseñanza basada en competencias. Universidad Autónoma del Noreste de México.

Gonczi, A. (1997). Problemas asociados con la implementación de la educación basada en la competencia: de lo atomístico a lo Holístico.

Macdonal, R. (2000). Nuevas perspectivas sobre la evaluación. UNESCO, París, 1995. En: Formación superior basada en competencias, Interdisciplinariedad y trabajo autónomo del estudiante. Revista iberoamericana de educación.

Posada, R. (2004). Formación superior basada en competencias, interdisciplinariedad y trabajo autónomo del estudiante. Revista Iberoamericana de Educación.

Segura, M. (2005). Competencias personales del docente en: [enhttp://www.urosario.edu.co/CGTIC/Documentos/competencias_personales_docentes.pdf].