Ensayo el viaje como sinonimo de aprendizaje
Enviado por monto2435 • 25 de Abril de 2018 • 3.068 Palabras (13 Páginas) • 576 Visitas
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En países en vías de desarrollo, como el nuestro, el sólo hecho de pensar en un año sabático constituye una excentricidad, privilegio de las clases altas de nuestra sociedad. Para nosotros como estudiantes de clase media, parece casi imposible pensar en esto, pues son tan altas las expectativas de nuestros padres y las ansias de que estos cinco años pasen lo más rápido posible, que el tema del viaje pasa por unas vacaciones donde el presupuesto lo permita. Así, nuestras ansias por conocer y saber se ven supeditadas al sueldo de nuestros padres. Por tanto, esta opción queda absolutamente fuera de nuestras posibilidades.
El viaje de aprendizaje, está absolutamente relacionado con lo que en educación se denomina “currículum oculto”. Algunos centros educacionales a lo largo de todo el mundo han visto que el aprendizaje puede y debe ocurrir en cualquier lugar. La educación moderna incide cada vez más en el aprendizaje fuera del aula y refleja la necesidad de potenciar el aprendizaje en movilidad. Por ello, cada vez es más oído aquello del viaje como “motor y catalizador” necesario de aprendizaje.
La prestigiosa Universidad de Princeton ha creado un programa donde los alumnos deben vivir durante meses en diversos países desarrollando proyectos sociales. Recientemente la Universidad de Mondragón ha sido pionera en este sentido, y en donde los estudiantes durante la licenciatura tienen experiencias internacionales en terreno, en lugares tan dispares como Finlandia, Silicón Valley, China e India.
El famoso Programa Erasmus fue, hace años, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias como reconocimiento a su labor por el desarrollo de Europa. En aquel premio, el Programa Erasmus se le consideró uno de los proyectos de cooperación internacional más importantes de la historia de la humanidad.
Tras la Segunda Guerra Mundial el mundo cambió notablemente. Países como Japón tuvieron que pensar cómo desarrollarse de nuevo. La estrategia japonesa fue clara, debían viajar y salir al mundo a buscar conocimiento. Con esa premisa básica de ir fuera para aprender, se produjo una absorción de ideas, productos y servicios que posteriormente fueron mejorados con técnicas de creatividad japonesa. Gracias a aquellos viajes, Japón se convirtió en un par de décadas en una potencia mundial con empresas punteras tremendamente internacionalizadas.
Aquella estrategia japonesa es vista por muchos como un ejemplo básico para entender la importancia de la inteligencia competitiva y sus conexiones con el viaje.
Otro de los referentes fundamentales en la relación entre el viaje y la inteligencia competitiva es Israel. La propia complejidad y estructura del país hace que los jóvenes realicen el servicio militar, y detrás de ello hay una constante: viajar por el mundo durante al menos un año.
Las innovaciones de Israel conectan a esos viajeros con los Centros Tecnológicos, las Universidades y las empresas. Desde el inicio se parte de una dimensión global para la futura internacionalización de productos, servicios y empresas.
Los casos de China e India pueden ser bastante representativos para explicar algunos de los cambios que el mundo está viviendo en la actualidad. Los chinos salieron hace décadas al mundo a buscar conocimiento y copiar casi todo, los resultados los conocemos bien en nuestras propias vidas.
En India por ejemplo, se produjo un fenómeno curioso: muchos de los emprendedores que estaban en Silicón Valley apostaron por volver a sus países e invertir en ideas de estudiantes.
En Chile, aún los programas de intercambio u otros semejantes están determinados por el nivel social al que pertenezcan los estudiantes y es impensable que uno pueda acceder a éstos si no se tiene un dominio absoluto del inglés. Esto demuestra que la Educación en nuestro país se queda cada día más estancada, pues no permite que estudiantes en forma masiva accedan a esta forma de aprendizaje, favorecida por el viaje.
No es raro escuchar en nuestra vida cotidiana a gente que ha ido a un lugar y ha visto formas de hacer diferentes a las que hay en su entorno. Muchos han sido también los que han desarrollado productos y negocios gracias al propio viaje.
Durante muchos años las empresas se han centrado en estudios de mercado hechos desde la oficina, bien fuera de consultoras internacionales de mucho prestigio o en los organismos internacionales regulados desde las instituciones. Otras empresas, en cambio, han descartado esas opciones para optar por el trabajo real a través del viaje en terreno.
A estas alturas, estamos convencidos de la importancia del viaje en el aprendizaje y la diferencia que se marca entre realizar proyectos desde una oficina o sobre el terreno. Asimismo, nos resulta evidente y determinante para reconocer los beneficios del viaje en los proyectos de innovación y competitividad de las empresas.
La realidad de ver con tus propios ojos se complementa con la observación antropológica de observar en terreno cómo se comportan los consumidores ante un determinado producto, servicio o negocio.
El prestigioso creativo Stefan Sagmeister es un firme defensor de los años sabáticos como semilla básica en los procesos de creatividad e innovación. De hecho, en una de sus charlas se pueden encontrar muchos razonamientos basados en su propia experiencia y que beneficia directamente el aprendizaje e innovación de las empresas.
En cuanto a las empresas que nosotros como estudiantes y futuros profesionales crearemos o dirigiremos en un tiempo cercano, se nos hace imperiosa la necesidad de entender de primera mano que los mercados dependen directamente de conocer la realidad del país, tanto a nivel empresarial como social y cultural. El viaje es de nuevo aquí el motor fundamental que nos permitirá adquirir una serie de habilidades que no se obtienen ni estudiando ni permaneciendo exclusivamente en la oficina.
Las visiones globales y las miradas locales cada vez tienen más vigencia en un mundo donde las distancias parece que se han acortado debido al avance de la tecnología. En este sentido pareciera ser más que evidente que el viaje como fortalecedor de grupos interculturales va a adaptarse de mejor forma a la nueva realidad del mundo en el que vivimos, lo que derivará en una alta competitividad de sus trabajadores y en un alto prestigio de la empresa a la que presten sus servicios.
Por todo lo comentado anteriormente, seguimos observando cómo el viaje sigue siendo un factor indispensable y necesario, tanto a nivel personal como a nivel educativo y profesional.
Este es un desafío o reto que tienen los centros educativos como
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