La alteridad en un ambiente escolar

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En sí, la alteridad no es permitir que el alumno haga lo que él quiere, es permitir que el alumno elija los mecanismos a través de la persuasión del docente, para que el proceso de adquisición de conocimientos se lo más acorde a las necesidades del alumno y se desarrolle una sinergia positiva dentro de ese ambiente de aprendizaje.

A manera de conclusión, quiero hacer mención que en la actualidad mi práctica docente ha sido practicando la alteridad como herramienta constante en la gestión del conocimiento en mis ambientes de aprendizajes, me he dado cuenta que cada grupo es diferente y tienen personalidad propia, hay grupos relajo, en donde batallas más para trabajar con ellos, tienes que echar mano de todos los recursos pedagógicos con los que uno cuenta para poder lograr un enganche con la práctica docente productiva, pero existen grupos reconocidos por su quietud y gran disponibilidad para el trabajo y práctica docente, estos grupos siempre están dispuestos a participar en cualquier actividad académica que se les encomienda, trabajan con el mismo dinamismo en forma colaborativa que en forma individual, extrañamente, pensarían algunos, pero si existen, con este tipo de individuos la alteridad se da de forma natural aunque cada individuo cuente con su propia personalidad, los buenos ganan, la gestión del conocimiento se vuelve sumamente fácil; pero si comparáramos a ambas personalidades, yo agradezco a la vida haberme permitido tener la experiencia de trabajar con esta diversidad, ello me ha permitido ser un mejor ser humano y un mejor padre.