La neuva Formación Inicial y permanente de los docentes de Educación Física

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Siguiendo las ideas de Marcelo, “La formación de base debe aspirar a permanecer en un mundo donde todo cambia, a dotar a las personas de autonomía personal, capacidad de comunicación, conocimiento de los procesos de resolución de problemas, manejo de información, etc.” (2002:4).

No obstante, y aunque parece generalizada la idea de la necesidad una formación inicial que sea flexible y amoldable a los cambios, comprobamos que la realidad es bien diferente, ya que son muchos los autores los que caracterizan la formación de base del docente como “insuficiente” o “incompleta”. Imbernón (1989) destaca el tiempo insuficiente dedicado a la formación inicial y la escasa presencia del componente práctico como claves de esta insuficiencia. Por otro lado, Marcelo (2002) caracteriza a la formación de base de desequilibrada, yuxtapuesta, marginada y con falta de identidad profesional entre otros calificativos no del todo alentadores.

Desde la reflexión personal y tras la lectura de numerosos artículos, se concluye que la formación inicial es insuficiente para responder adecuadamente todas las necesidades y otorgar al docente todos los recursos necesarios para hacer frente a los problemas que se va a encontrar en el desempeño de su labor profesional. No obstante ha de plantearse (como su propio nombre indica) como el principio de un continuo que se extiende a lo largo de toda la trayectoria profesional.

Al respecto, León et al (2011) realizan una pequeña revisión citando a algunos autores que proponen una serie de estrategias a seguir en los planes de formación inicial del profesorado. Ovejero (1944) propone la inclusión de tres áreas psicosociales en los planes de estudio de formación del profesorado: interacción y relaciones interpersonales (comunicación profesor alumno, comunicación alumno-alumno expectativas del profesor y del alumno), grupos y conducta grupal (formación y estructura del grupo, resolución de conflictos, aprendizaje cooperativo) y técnicas psicosociales de trabajo educativo (técnicas de diagnóstico grupal, técnica de intervención). Por otro lado, Esteve (1997) propone la adecuación de los contenidos de la formación inicial a la realidad de la enseñanza actual y futura, permitiendo al futuro docente comprender y manejar los cambiantes factores sociales que determinan las relaciones entre los integrantes del proceso E-A.

Si analizamos los cursos que conducen a la obtención de los títulos oficiales de habilitación pedagógica, imprescindibles para llevar la profesión docente en Enseñanza Secundaria, en necesario hablar del Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) que se instauró en el año 1970 y se mantuvo vigente hasta 2010, el curso para la obtención de este certificado constaba de dos partes diferenciadas, una teórica y otra práctica. La parte teórica se articulaba en módulos generales en los que se suele estudiar «Teoría de la Educación», «Didáctica General» y «Psicología de la Educación». La parte práctica del CAP está integrada por un módulo de «Didáctica Específica» donde se abordan materias más relacionadas con el área formativa del futuro profesor. (León et al, 2011).

En el curso académico 2009-2010, se sustituye el CAP por el Máster Universitario de Formación del Profesorado de Educación Secundaria, regulado por la orden ECI/3858/2007. Al ser de tan reciente aplicación, no son muchos los estudios que analizan este título oficial.

- Formacion Inicial del docente de Educación Física en Educación Secundaria.

A pesar de no ser la única vía de acceso al puesto de docente de educación física en educación secundaria (ver tabla 1.), centraremos nuestro análisis en la formación inicial más directamente relacionada con este puesto: la licenciatura de ciencias de la actividad física y el deporte (actualmente grado).

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TABLA 1: FORMACION INICIAL DEL DOCENTE DE E.F. EN EDUCACION SECUNDARIA FUENTE: CAMPOS IZQUIERDO, 2012

La docencia no es el único campo profesional al que se orienta el grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que también se puede enfocar al entrenamiento deportivo, la gestión deportiva y las actividades recreativas y de tiempo libre. Durante la duración del grado, se facilita la adquisición de conceptos teóricos, la experimentación práctica, la vivencia de experiencias relacionadas con el contexto educativo (prácticas), las técnicas para evaluar y mejorar el rendimiento deportivo, la actividad física relacionada con la salud, los modelos de gestión deportiva, etc. Todos estos y muchos más conceptos relacionados con las diferentes ramas de la actividad física. (Romero, 2002).

Es realmente una formación multidisciplinar que sienta unas pequeñas bases para el desempeño profesional en diferentes ámbitos de actuación, no obstante, es de justicia decir que no se da al alumno la formación específica necesaria para ninguno de ellos, por tanto, podemos afirmar que la realización de la licenciatura o el reciente grado no garantiza una preparación amplia para la docencia, y que debe ser el propio alumno el que se vaya especializando, primero, a través de la elección de un itinerario (materias obligatorias, optativas y de libre configuración) y segundo, realizando el master en formación del profesorado y educación con especialidad en educación física.

Estos factores llevan a diversos autores a pensar en una falta de capacitación didáctica de los graduados, ya que en los planes de estudios existe una mermada carga educativa (Arráez y Romero, 2000 en Romero, 2002).

Continuando con el análisis, debemos situarnos en un marco explicativo que nos oriente sobre cómo debe ser la formación del profesorado de E.F., para ello, es importante diferenciar entre las competencias generales y las específicas. Las generales se refieren a las funciones que tiene todo docente, que ha de poseer una serie de conocimientos relacionados con las teorías de la educación, el currículo y dominio de las materias pedagógicas, psicológicas y sociológicas. Las competencias específicas hacen referencia a la propia materia que se enseña y a como esta se debe enseñar, por tanto, se deben tener una serie de conocimientos epistemológicos propios de la E.F. (biológicos, aprendizaje motor, didácticos específicos). (Romero, 2002).

Para finalizar con el análisis de la formación inicial del docente de E.F. destacamos que históricamente han existido tres discursos diferenciados: la perspectiva del discurso técnico, donde se dotaba a los docentes de una serie de recursos teóricos para afrontar la profesión;