Necesidades Educativas Especiales (NEE): “DISCAPACIDAD INTELECTUAL”

...

• Problemas de la salud. Algunas enfermedades tales como tos convulsiva, varicela, o meningitis pueden causar una discapacidad intelectual. La discapacidad intelectual puede también ser causada por malnutrición extrema (por no comer bien), no recibir suficiente cuidado médico, o por ser expuesto a venenos como plomo o mercurio. (NICHCY, 2010)

Las causas mencionadas anteriormente, influyen directamente en la formación, desarrollo y funcionamiento del cerebro y de su sistema nervioso central. Sin embargo, la discapacidad intelectual no es considerada ni clasificada como una enfermedad mental, ya que esta no tiene cura alguna, al contrario de una depresión, la cual puede ser solucionada con un tratamiento médico, obteniendo resultados positivos de mejora (NICHCY, 2010). A pesar de ser irreversible, hay una gama de procesos, aportes y acciones que contribuyen y facilitan el desarrollo integral del individuo.

¿Cómo se relaciona con el ámbito educativo?

En cuanto al contexto educativo de los niños y niñas con discapacidades intelectuales, es importante destacar que deben hacerse modificaciones para la integración de éstos al sistema escolar. Estas adecuaciones deben tener como principal objetivo otorgar a todos los estudiantes las mismas oportunidades de aprender y demostrar dichos aprendizajes, sin privilegiar a un grupo por sobre el otro, considerando siempre como una premisa fundamental que todos somos diferentes.

Entonces, ¿Qué cambios significativos deberían ser planteados en el sistema escolar para generar un ambiente en el que todos los niños aprendan en igualdad de condiciones?

Para empezar debemos comprender que todos los niños aprenden de distintas formas y por lo tanto, los apoyos pedagógicos que un niño necesita, no necesariamente son los mismos que precise otro niño, aunque esté situado en el mismo contexto educativo. Considerando lo anterior, en la cotidianidad escolar, se recoge información del estado de avance de los alumnos y se calcula un promedio, desde el cual se trabaja para aportar ayudas pedagógicas generales y comunes para todo un grupo curso o nivel escolar. Sin embargo, los alumnos que presentan discapacidad intelectual en cualquiera de sus formas, necesitan ayudas pedagógicas aún más específicas y aterrizadas a su propio estilo de aprendizaje, considerando las limitaciones internas que puedan generar y las barreras externas que coarten su desarrollo académico en el establecimiento, específicamente en el aula.

Para ello, se presentan a continuación una serie de aspectos relacionados a los alumnos con discapacidad intelectual, propuestos por el Ministerio de Educación de Chile, que se deben considerar a la hora de planificar, y que facilitarán el proceso de enseñanza-aprendizaje tanto al alumno como al docente:

- Necesitan atención directa e individualizada tanto para trabajar solos como para seguir instrucciones dadas al grupo en general.

- Requieren que se les enseñen cosas que otros niños y niñas aprenden espontáneamente.

- Para aprender algo requieren más ejemplos, más ejercicios y actividades, más ensayos y repeticiones, para alcanzar los mismos resultados.

- Aprenden con un ritmo más lento y tienen poca iniciativa para emprender tareas nuevas o probar actividades diferentes, por lo que se debe reforzar cualquier iniciativa que parta de ellos/as y ofrecer gran variedad de experiencias distintas. Probablemente necesitarán más tiempo de escolaridad.

- Necesitan una mayor descomposición en pasos intermedios, una secuenciación más detallada de objetivos y contenidos.

- Se cansan con mayor facilidad, por lo que se deben planear tiempos cortos de trabajo con cambios frecuentes de actividad.

- No aceptan bien los imprevistos ni los cambios bruscos de tarea, tampoco comprenden que haya que dejar una tarea inconclusa, por lo que habrá que anticipárselo.

- Tienen dificultades de abstracción. Para facilitar su comprensión, los aprendizajes deben estar muy ligados a elementos y situaciones concretas de su realidad inmediata.

- Les cuesta transferir y generalizar, de tal modo que lo que aprenden en un determinado contexto no se puede dar por supuesto que lo realizarán en otro diferente.

- Necesitan que se les ayude a hacer esa generalización. Muchos de sus comportamientos son realizados por imitación de los otros niños/as o adultos, más que por comprensión.

- Sus procesos de atención y mecanismos de memoria a corto y largo plazo necesitan ser entrenados específicamente.

- No se les debe dar varias órdenes seguidas, sino una cada vez, asegurándose que las han entendido, ya que no tienen buena memoria secuencial.

- El aprendizaje de los cálculos más elementales es costoso para ellos y ellas. Necesitan un trabajo sistemático y adaptado y que se les proporcionen estrategias para adquirir los conceptos matemáticos básicos.

- El lenguaje es un área en la que muchas veces tienen dificultades y que requiere de un trabajo específico e individualizado.

- A menudo no captan bien los sonidos, por lo que la información que se les entregue requiere ser reforzada a través de la visión. Es importante hablarles con frases cortas y expresadas con claridad y darles tiempo para que se expresen.

- Suelen presentar dificultades en la motricidad fina y gruesa, por lo que hay que facilitarles las tareas en las que se precise destreza manual. También tardarán más en establecer la dominancia lateral.

- No suelen expresar verbalmente sus demandas de ayuda o planificar estrategias para atender a varios estímulos simultáneos, la tensión que esto les genera puede llevarlos a aislarse, o bien, a presentar conductas inapropiadas, por lo que hay que prever estas circunstancias.

- Respecto a la lectura, la mayoría puede llegar a leer, siendo recomendable el inicio temprano de este aprendizaje (4-5 años). Necesitan que se les introduzca en la lectura lo más pronto posible, utilizando programas adaptados a sus peculiaridades (por ejemplo: métodos visuales). (MINEDUC, 2007)

Otro factor importante a considerar es que para generar un ambiente inclusivo en el establecimiento educativo, el primer paso es formular un proyecto de integración que facilite:

- El proceso de sensibilización de la comunidad

- Los ajustes curriculares (planes, programas, actividades, etc)

- El