ROL DEL DOCENTE UNIVERSITARIO Y LA ACCION

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Esta concepción lleva implícita ciertas condiciones y contradicciones, ya que esta práctica resume un cumulo de saberes, tradiciones, métodos, didácticas y enfoques teóricos que el docente universitario desarrolla en su trabajo diario, casi sin darse cuenta y por otra parte trata de formar estudiantes críticos y creativos, dando los lineamientos emanados del nivel central, tal como lo expresa el ministerio del poder popular para la educación (1993)

Asimismo los profesores formadores de docentes sienten la necesidad, de formar a sus estudiantes, no solo en el dominio y el mejoramiento de técnicas y métodos para la trasmisión de conocimientos, sino ofrecer como lo establece el plan de estudio, una postura teórico metodológica, analítica y critica para que los futuros profesionales tengan bases sólidas y resuelvan problemas que preocupan a la sociedad, con ello se pretende promover la acción comunitaria a través del rol promotor social, fortalecer los lazos cooperativos y el desarrollo de espacios de aprendizaje colectivo.

Frente a este marco referencial, se precisa sustentar que la carrera de educación surge como una respuesta educativa a las necesidades contextualizadas en la sociedad, influenciada por múltiples variables que se generan de la globalización.

La profesionalización del docente debe responder a las demandas diarias de su labor, sustentada en una reflexión profunda y permanente de la problemática que aqueja al país, requiriendo por lo tanto de todos aquellos docentes que se involucren en la formación del profesional docente como promotor social a fines de un trabajo mancomunado, que fomente el valor de la vocación docente y reconocerse como un profesional que se merece calidad de vida óptima para sí y para los que forma, con un alto sentido de pertinencia de la labor educativa que realiza a nivel comunitario.

Por lo anteriormente expuesto, se concibe según Poleo (1995), a la acción comunitaria como un medio por el cual se debe dar respuesta a los criterios de pertinencia social y cultural de la comunidad sustentados en los documentos legales aportados por las leyes respectivas.

De ahí que el ministerio de educación (1998), plantea la función del docente como promotor social, este interviene en la estimulación de la organización, coordinado, administrando los recursos humanos, materiales dentro y fuera del ámbito educativo, a fin de lograr objetivos educacionales, para lo cual debe ser conocedor de técnicas del trabajo comunitario, para facilitar la participación en el mejor logro de las metas propuestas.

Es por esto que el docente promotor social, tiene como función, mejorar su participación como elemento principal del proceso de aprendizaje en el quehacer comunitario.

Flores (1999), considera que es por ello que el docente promotor social tal como lo expresa el ministerio del poder popular para la educación, va a permitir lograr una efectiva integración escuela-comunidad, al propiciar la participación en conjugación de esfuerzos para contribuir a satisfacer necesidades socio cultural y educativa de la comunidad.

El Docente Universitario

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, plantea la necesidad de que los ciudadanos identifiquen los derechos, los deberes y las corresponsabilidades que competen con el estado y la sociedad para ejercer la democracia participativa, es decir, lograr el protagonismo que garantice el completo desarrollo tanto individual como colectivo de ese nuevo hombre que se requiere para la transformación del país.

Por eso dentro del marco de realizaciones específicas que debe orientar la acción de la universidad venezolana, se plantea colocar el saber al servicio de todos, además de establecer una academia que logre formar a sus participantes a partir de su interacción con el contexto y en repuesta al rescate de los sectores más necesitados.

De allí, que el papel que desempeña la universidad como eje del proceso educativo es de vital importancia. Dentro de su estructura organizativa se incluye al docente, quien tiene en sus manos elementos indispensables para realizar las transformaciones: el grupo de estudiantes que se le ha confiado, el liderazgo que la profesión docente en si misma incluye, un espacio físico constituido por la universidad como expresión concreta y tangible de la política educativa de un país.

La academia está inmersa en un espacio geográfico donde conviven sectores poblacionales con necesidades e intereses, así los diferentes actores o miembros de las comunidades pueden recibir sus beneficios y organizarse para lograr mejoras en las mismas y participar por una óptima calidad de educación y de vida.

La función primordial de la educación es la de sostener y consolidar un patrón de vida valorado por una sociedad. De ésta manera se comprende que es una institución social de primera magnitud que provee las fundamentaciones sobre las que descansa la identidad de un pueblo, es entonces uno de los elementos coadyuvantes al establecimiento de la sociedad moderna. El fortalecimiento de un aparato escolar que sirve a las demandas de un proceso social cada vez más complejo se ve reflejado el crecimiento y diversidad de las opciones educativas.

Considerando estas ideas, según la Ley Orgánica de Educación (2009) reza en el artículo 15…

La educación, conforme a los principios y valores de la Constitución de la República y de la presente Ley, tiene como fines:… “Desarrollar una nueva cultura política fundamentada en la participación protagónica y el fortalecimiento del poder popular, en la democratización del saber y en la promoción de la escuela como espacio de formación de ciudadanía y de participación comunitaria, para la reconstrucción del espíritu público en los nuevos republicanos y en las nuevas republicanas con profunda conciencia del deber social.”

En efecto, el rol del docente universitario en este contexto ha sido trascendental si bien la universidad puede ser entendida cómo el ámbito donde se produce la interacción entre educadores y educandos, ésta puede ser observada como una organización que se ha ido transformando gracias a las innovaciones introducidas por todos sus actores con amplias perspectivas. Heller (1998), asevera que “Es nuestra responsabilidad rescatar el significado y trascendencia de la labor educadora dentro de un mundo informatizado, en el cual el real ejercicio de valores universales, libertad, derechos humanos, solidaridad, sentido lúdico de la existencia, sensibilidad ética y estética, dependerá en gran parte de la comunicación armónica con los