Tema de Las mejores Estrategias didacticas

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Al respecto Hilú (1967: 56) plantea lo siguiente: “Cualquier persona a quien respeten los jóvenes y le tengan confianza; que pueda ponerse a su altura con franqueza y honestidad, que pueda discutir sus preocupaciones objetivamente y sin juzgarlos, es idónea”.

Sin embargo, la mayoría de los docentes en la actualidad no parecen motivados para afrontar problemas de este tipo o llevar a cabo una conversación con jóvenes sobre una sexualidad a tiempo y sana, sin prejuicios. Esto se debe a que los docentes a lo largo de su formación no cuentan con una preparación donde puedan desarrollar estrategias de enseñanza y aprendizaje sobre sexualidad, sin dejar de lado la participación de los padres, que es fundamental en el proceso de formación sexual, pues incentiva el proceso de corresponsabilidad.

Aunado a esto, muchos docentes piensan que este tema le corresponde únicamente a los docentes de Biología, sin tomar en cuenta que todos son orientadores en cualquier aspecto de la vida y deben estar en la capacidad de presentar sugerencias y posibles soluciones a cualquier problema incluyendo la sexualidad. Más allá de esto, cabe agregar, que en diferentes planteles educativos de la capital de nuestro país se han suscitado hechos referentes a la falta de conocimiento sobre sexualidad, como lo es la “Pornografía Infantil”. Muchos profesionales ligados con las investigaciones de este hecho prefieren llamarlo “Explotación Sexual con fines comerciales”, alegando que no es un acto voluntario que un adolescente de 15 años se desnude ante las implicaciones de un acto así. Lo cierto es que la población de madres, padres y/o representantes viven con la inquietud de cómo podrían enfrentar en un momento dado un caso así con sus hijos y es allí donde debería actuar el docente para orientar a ese adolescente, así como también a ese padre angustiado.

Este planteamiento quizás se contradiga, ya que muchos padres de familia se rehúsan al hecho de que, en la escuela traten el tema de la sexualidad con sus hijos, porque piensan que sólo se trata de referirse a la genitalidad, a las relaciones sexuales o a la reproducción. Se necesita aclarar que la información sexual significa dialogar acerca de una gama amplísima de circunstancias, situaciones y vivencias del ser humano, lo cual llevaría al adolescente y hasta el mismo adulto a tener menor conflicto en su vida.

Al referirse al tema de la sexualidad en el docente, Caricote (2006: 469, 470) comenta en su artículo lo siguiente:

Debieran atentar otro perfil educativo y formativo, que empiece por los propios docentes y que, necesariamente, deban superar el prejuicio y la desinformación en que siguen sosteniéndose con frecuencia en el discurso, en el material educativo, o en las actividades que proponen tal y como se ha evidenciado a lo largo de los talleres con docentes y exploraciones en grupo familiar.

Este fragmento le da fuerzas a la investigación, ya que se evidencia que aún en estos tiempos existen docentes con un perfil educativo que le permite desaprender y reaprender acerca de este tema y puedan dejar a un lado los tabúes, ya que estos se lo reflejan a sus estudiantes, y ellos absorben, e imitan lo que observan de su docente, pues pasan un largo tiempo al lado de ellos.

Pues una de las funciones que posee el docente en su labor, es la orientación, para contribuir así con la formación integral del individuo, evitar que el desconocimiento les cree confusiones ante su propia sexualidad, y prevenir futuros conflictos conyugales, entre otros problemas, provocando que su sexualidad se convierta en una angustia a lo largo de sus vidas.

Sin embargo, en los Liceos Bolivarianos del país la mayoría de las veces queda en manos de la Coordinación de Protección y Desarrollo Estudiantil. Esto no debe ser así, ya que, deberían ser los docentes quienes aborden el tema y asumirlo en cualquier momento, pues ellos son las personas que pasan más tiempo con los adolescentes que tienen a su cargo y pueden aconsejarlos diariamente, ganándose su confianza.

De acuerdo con esto, el Ministerio del Poder Popular para la Educación debe incluir en los talleres de formación permanente, temas sobre sexualidad en los que se oriente, capacite y forme de manera adecuada al docente. Para este Ministerio, la carrera docente debe ser un proceso continuo de formación mejorando la preparación de este profesional en servicio para mantenerlo en constante crecimiento personal y profesional con el propósito de elevar la calidad de la educación venezolana.

Relacionado con la formación del docente, Pérez Luna (2003:153) comenta lo siguiente: La formación del docente venezolano se asumirá desde un plano ético cuando un nuevo modelo pedagógico estimule la práctica de valores, y se rompa con la cultura escolar que se expresa como contracultura y por lo tanto despliega desde su racionalidad un sistema de antivalores.

Es decir, mientras la educación forme consecutivamente en valores a los docentes, estos podrán educar en valores a sus estudiantes. De esta manera, si se dictan talleres que presenten información sexual, estos podrán impartir ese conocimiento a sus estudiantes. El docente debe formarse como un profesional integral, innovador, que asuma con responsabilidad su propia sexualidad, el cuidado de su propio cuerpo y sepan tomar decisiones ante eventos relacionados con su sexualidad, además, propiciar el desarrollo educativo participando consciente y creativamente en la formación de la población estudiantil que tenga a su cargo, pudiendo con esto, facilitar el mejoramiento social, cultural, científico y tecnológico del país.

De modo que, un docente preparado de manera integral, debe poseer conocimientos sobre información sexual, con el fin de desarrollar estrategias que le permitan orientar de forma clara, consciente y, sobre todo, preventiva a los jóvenes, ya que cada día aumenta el índice de consecuencias negativas que acarrea el problema de la sexualidad, debido a la falta de información adecuada sobre el tema en el momento más oportuno. El docente debe ser capaz de asumir la formación sexual de sus estudiantes sin prejuicios ni tabúes, para así promover los valores que los conduzcan a una vida sexual futura sana.

De acuerdo a lo anteriormente planteado, se observa la necesidad de crear un Programa de Orientación sobre Información Sexual para que los docentes en servicio puedan reforzar y actualizar sus conocimientos y brindarles a sus estudiantes información clara y adecuada que les permita prevenir esas consecuencias negativas a lo largo de sus vidas.

Debido a toda esta problemática, surgen